Rafael González Balderas, in memoriam

En el día de hoy ha partido con el Señor Rafael González Balderas, una de las personas que más ha contribuido a la divulgación de nuestro "trágico y glorioso pasado" como él´ mismo describía nuestra historia en España.

Rafael González Balderas nace en Guejas Sierra (Granada), el 1 de abril de 1948. Pertenece a esa generación que nació en una de las décadas más difíciles de nuestra historia reciente.

En 1964 acepta las doctrinas del evangelio por la influencia del pastor Eizaguirre y pasa con el tiempo a formar parte de la membresía de la histórica Iglesia Evangélica Española de San Pablo de Granada.

Estudió en la Facultad Bíblica Libre de Milán y ha publicado numerosos artículos en varias revistas nacionales e internacionales.

De 1973 a 1988 fijó su residencia en Suiza, patria de su esposa, siendo apreciado como conferenciante y predicador.

Durante muchos años organizó conferencias y exposiciones bibliográficas e iconográficas con pastores hugonotes, valdenses, pentecostales sobre la Reforma Protestante en distintas ciudades de Suiza e Italia y España.

Cuando regresó a España, se hizo cargo de Librería Calatrava en Madrid durante dos años (1990- 1991). siendo gerente de la misma por expreso deseo de Irma Fliedner.

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Casado con Mariluz, tienen dos hijas: Susana y Julia Valeria, además de una nieta, Erika, que era la niña de sus ojos.

Rafael González Balderas hasta poco antes de su partida con el Señor seguía dando conferencias y clases en distintos puntos de España. Pero su mayor legado es que ha realizado trabajos de enorme importancia para la historia del protestantismo, ha revisado libros y trabajos a conocidos historiadores y ha contribuido de manera notable con sus conocimientos a la divulgación de la historia del protestantismo en España.

Rafael ha cuidado nuestro legado para que las siguientes generaciones aprendan y valoren aquellos tiempos, como dice el libro de Hebreos "traed a la memoria los días pasados" (Hebreos 10:32), siempre con rigor y sin dejar de investigar e ir a la fuente.

Rafael era el hombre afable, que amaba la historia, que te regañaba sin pudor cuando no hacías bien el trabajo de historiador, el hombre al que le amanecía leyendo, el que investigaba, buscaba, contrastaba, el hombre veraz e íntegro y defensor de la verdad como pocos. Por eso Rafael buscaba la verdad donde quiera que pudiera hallar un vestigio de ella y la perseguía con todas las consecuencias. Rafael ha sido el historiador con todas las palabras. Por eso aprender junto a él entusiasma a cualquiera.

En una de sus últimas notas que me enviaba escritas a pluma y que guardo celosamente Rafael me recordaba hace poco que, nada envejece tan pronto como un libro de historia y que el historiador ha de resignarse a ser un estudiante perpetuo, y a veces hay que romperlo todo y empezar de nuevo. 

Como decía el salmista,"me acordaré de las obras del Señor, haré yo memoria de tus maravillas antiguas, meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos". Es lo que ha hecho Rafael durante su vida y ministerio. Dejando a muchos el legado de la pasión por los hechos de nuestro Dios. 

Rafael tenía como IX LIBRIS un barco que surca el mar. Ha sido el hombre reformado que supo surcar la vida,  poseedor de la certeza de la verdad del evangelio, por eso como dice su texto favorito “Yo sé a quien he creído y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”  2 Timoteo 1:12.

Ojalá sepamos valorar, recordar y divulgar el legado del historiador con mayúsculas que ha sido Rafael González Balderas para la Iglesia Evangélica en España.

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