Risas que favorecen el machismo infantil

Hace tiempo encontré el video cuyo enlace pongo al final de mi reflexión. Lo descubrí porque corría como la pólvora por las redes sociales. Imaginé que sería algo simpático y lo era. Sin embargo, encierra, al mismo tiempo, una dosis mortal de madurez precoz y machismo infantil que, además, es aplaudido y alabado constantemente por adultos que presencian la escena. 

Se trataba de una entrevista a dos hermanos pequeños en la que el tema principal es el novio y la novia de ambos, ¿dónde queda la inocencia?, me pregunté.

Vamos a tener en cuenta que el chico tiene seis años y la hermana pocos menos. No creo que sea una conversación apropiada aunque puede ser  habitual en el lugar donde residen. Una verdadera pena.

Él se siente mayor y ve a su hermana, poco menor que él, inferior. Le exige que le cuente absolutamente todo y cuando ve que esto no sucede se lo recrimina. Le reclama una confesión total y brutal de sus actos.

El entrevistador les hace preguntas y la chiquita confiesa, con voz apenas audible,  que tiene un novio llamado Francisco. El hermano protesta porque, dice, que si sigue así en nada de tiempo habrá tenido noventa y nueve novios. Él se configura como protector para que esto no ocurra, por eso cuidará de ella por encima de todo. En definitiva, no la deja tener novio.

A continuación la amenaza diciéndole que si continúa con la relación no jugará más con ella. Se siente importante. Cree que es el único que puede hacerla feliz y que ante esta amenaza la niña se someterá a su petición. Pero la chica se mantiene en su postura con Francisco. 

Ante la situación, ella le dice al entrevistador que su hermano también tiene novia y el adulto le responde que puede tenerla porque ya es mayor. Recordemos que son seis años los que ha cumplido. El adulto se hace cómplice del chico y este se reafirma y dice que sí, que es verdad que tiene novia porque él es mayor. Por otro lado reconoce que el novio es su amigo y es lindo, pero no le permite a la niña que se junte con él. 

Cuando el hermano se entera de que los novios se han besado se espanta. La amenaza diciéndole que le va a contar al padre lo que ha hecho. Le vuelve a exigir que se lo cuente todo con pelos y señales. 

La niña está pasiva. No sabemos si la actitud del varoncito es aprendida del progenitor ausente que sólo aparece los fines de semana o de la sociedad donde vive o de ambos a la vez. Yo me inclino por todo, por la falta de valores que existe.

Termina la entrevista con el chico tapándose los oídos para no tener que escuchar lo que dice su hermana. Ni quiere ni le importa lo que pueda salir de su boca.

El entrevistador, por la parte que le toca, forma parte del juego, es adulto y está a favor del niño y aconseja a la niña que le obedezca. 

El público aplaude la actitud del niño constantemente y la alaba, se ríe y aplaude. 

Me resultó muy triste presenciar estos pocos minutos en los que imperaba un tema de adultos, en los que se les exigía responder como adultos siendo niños.

Los niños y las niñas son muy vulnerables. Su madurez depende mucho de la educación que reciben en la infancia. Este video contiene mucha fuerza y es un mal ejemplo de fomento de la igualdad y de cuáles son las conversaciones legítimas que hay que mantener con los pequeños.

No sé la edad que tendrán estos dos entrevistados en la actualidad, si él habrá cambiado de visión sobre las mujeres y si ella se ha hecho más fuerte contra el machismo. Lo que sí sé es el daño que los adultos hacen fomentando este tipo de actitudes desde la más tierna infancia.