La oración del perro

Existe una conocida frase que dice que el perro es el mejor amigo del hombre.

Esta afirmación está abierta a conjeturas y discrepancias, pero lo cierto es que los animales, más concretamente los perros muestran una lealtad incomprensible hacia los humanos. Una fidelidad que raya lo extraordinario y que nos dejan historias como la de Canelo, un perro muy conocido en Cádiz que permaneció en la puerta del hospital 12 años esperando el regreso de su dueño que ingresó por última vez en el centro sanitario para someterse a una diálisis. Fallecido su amo, Canelo siguió esperándolo.

Valeria, a quien le encantan los perros me pregunta muy preocupada:

Mamá, ¿cuándo los perros mueren también van al cielo?

Tardo unos segundos en contestar.

Creo que no Valeria, el cielo es sólo para los humanos, Dios no dice nada de los animales.

Al dejar mis palabras en el aire, me escucho a mí misma y pienso que en muchas, muchísimas ocasiones, los animales nos muestran más valores morales que los propios humanos, poseen cualidades que algunos mortales no tienen y ni tan siquiera ambicionan.

Había un eslogan que decía “Él nunca te abandonaría” hacía alusión a los abandonos de perros por parte de sus dueños llegada la época estival. Esos mismos animales habían sido regalados en fechas navideñas como preciosos juguetes vivos pero pasados unos meses y viendo la responsabilidad que conlleva tener un animal en casa eran tristemente abandonados por sus amos. 

Ellos poseen el distintivo de ser enormemente fieles, pero no sólo destacan en fidelidad, son además agradecidos, leales, adoran a sus amos y los sirven con complacencia. Son silenciosos compañeros que conocen tu estado anímico y no se separan de ti hasta que ven como comienzas a recuperar tu vigor.

Cuanto de cierto tiene la manida frase de que el mejor amigo del hombre es el perro. En este mundo nuestro, loco y acelerado, nos hace falta imitar algunas conductas de estos amigos de cuatro patas. Os transcribo un poema hecho oración que una vez leído me ha hecho reflexionar.

ORACIÓN DEL PERRO

Oh Señor de los humanos, haz que mi amo sea fiel a sus semejantes, como yo lo soy con él.

Que sea capaz de consagrarse a sus amigos y a su familia, como yo me dedico a él.

Que sea franco y sincero como yo, que sea veraz para que pueda conquistar toda la confianza de los que tratan con él, a la medida en que yo creo en él.

Dótalo de una cara llena de optimismo, de ese optimismo que sólo yo puedo expresar cuando meneo la cola; dótalo de gratitud equivalente a la que yo revelo con mi lengua, cuando le lamo.

Llénalo de paciencia igual a la mía que espero sus pasos pacientemente, horas enteras sin quejarme, llénalo de mi instinto de vigilancia, de mi valor y de mi presteza para sacrificar las satisfacciones de la vida.

Consérvalo siempre de buen corazón y siempre inspirado en el anhelo de obrar tan lealmente como yo.

Hazlo bueno, como bueno soy yo, siendo perro.

Hazlo digno de mí, que soy un perro.

 

Will Judi