Somos conscientes de la necesidad de ser influencia en nuestro entorno y de poder bajar ideas y proyectos al nivel de la iglesia local, entendiendo que cada uno de nosotros, con nuestros dones y nuestro testimonio, también somos iglesia en el lugar que estamos.
Además de las dificultades y déficits detectados en el encuentro del año anterior, creemos necesario añadir algunos puntos más:
- Así como contamos en las iglesias con responsables de áreas como educación, jóvenes o alabanza, en muy pocas iglesias tenemos a un equipo o a una persona responsable de temas de Prensa y Comunicación (entendida tanto interna como externa).
- Cuando hablamos de Comunicación solemos limitarnos a un boletín interno o a una página web poco activa.
- Argot: seguimos usando un vocabulario demasiado “evangélico” que deberíamos pulir y adaptar.
- Complejo de la minoría: seguimos pensando que lo que hacemos no interesa a nadie, pero debemos plantearnos en qué cuestiones estamos aportando algo diferente, de valor (pensamos en temas sociales, culturales…).
Para ser agentes de la misión en nuestro entorno, creemos que debemos tener claras estas premisas, complementarias entre ellas:
RELEVANCIA – DIFUSIÓN – RED – FORMACIÓN – PLURALIDAD – TRANSVERSALIDAD
Estas premisas, a nivel comunicativo, las debemos llevar a la práctica a partir de cuestiones como:
- No limitarnos a presentar mensajes. Trascender del púlpito, un tipo de mensaje que, a nivel mediático, no despertará interés por sí mismo. Potenciar cuestiones de actualidad que interesen a partir de una participación activa y proactiva en la sociedad.
- Saber ir más allá del tema “religioso”.
- Aprovechar temas relevantes para darlos a conocer.
- Difundir en redes sociales. Con las redes, cada persona es un medio en sí misma. Como iglesia debemos intentar gestionar perfiles “oficiales”, además de contar con la sabiduría suficiente para formar y / o aconsejar a aquellas personas que consideremos que no hacen un uso correcto de las mismas (insultos, mal testimonio, enfrentamientos…). Promover perfiles de calidad.
- Red. Trabajar de forma conectada con otras entidades y con nuestro Ayuntamiento puede facilitar un acceso al ámbito mediático. No limitarnos a llevar a cabo iniciativas por libre sin tener en cuenta la realidad ni las necesidades que nos rodean.
- Aprovechar la presencia de gente formada en nuestras iglesias y formar a otros: uso crítico de la información, uso de las redes, saber distinguir bulos, conceptos básicos de Community Manager.
- Pluralidad: en las redes sociales, por ejemplo, seguir a todos los partidos políticos presentes en nuestra ciudad. El ejemplo de Jesús pasaba por relacionarse con todos y para todos.
- Aprovechar oportunidades: no encerrarnos en nuestras actividades.
- A la hora de contactar con los medios, prescindir de su “ideología”, de su línea editorial. Tenemos claro que la independencia mediática no existe y que la objetividad es una utopía, pero también debemos saber que la pluralidad dentro de cada medio es mayor que la que indica su artículo editorial.
- Superar el complejo político: no pensemos en el “mundo” como un concepto ajeno y externo. Formamos parte del mundo. Como iglesias, somos microsociedades con variedad de pensamiento y de voto político. Invitemos a políticos, participemos en política, seamos influyentes desde nuestros entornos y desde nuestras iglesias.
Formación:
- Introducir algún elemento sobre Comunicación en los cinco seminarios de España (Sagunto, Carlota, Madrid (2) y Barcelona (IBSTE).
- Coordinar algún aspecto del curriculum académico.
- Posibilidad de colaborar con alguna otra facultad como pasa en Holanda o Estados Unidos, donde estudiantes de Teología también pueden cursar materias de Arte, Enfermería o Ciencias de la Comunicación.
- Materias abiertas más allá de los seminaristas. Plantear asignaturas, o partes de ellas, intensivas, ante la dificultad de contar con alguien liberado para impartirlas. Pensamos, por ejemplo, en contar con dos o tres expertos que pudieran dedicar un fin de semana cada dos meses. Planteado, pues, desde una opción de voluntariado, ya que sostener a profesionales puede ser un freno ante tantas necesidades que existen.
- Oferta interdenominacional, que pueda llegar también a personal de pequeñas iglesias.
- Oferta de formación continuada.
- Aprovechar la plataforma de publicidad de un gran medio evangélico como Protestante Digital.
- Concienciar a líderes de la necesidad de comunicar.
- Aglutinar otras tareas formativas que ya se llevan a cabo. Detectarlas. Por ejemplo: Aula Cultural del Consejo de Madrid (CEM), publicaciones y talleres de los consejos evangélicos autonómicos.
- Crear material que combine cuestiones técnicas / profesionales con base bíblica / espiritual.
- Apoyar a personas que sabemos que trabajan “por libre” en este ámbito: boletines, programas de radio…
- Elaborar un listado / directorio de “expertos” diseminados por el país. No sólo periodistas, abrir el abanico del mundo de la comunicación: diseñadores, fotógrafos, Community Manager, creadores de páginas web…
Plan de acción y responsabilidades:
Ante los retos y medidas que han surgido en los dos encuentros (Guadarrama 2016 y Madrid 2017), planteamos el siguiente listado con algunas acciones concretas a llevar a cabo:
- Directorio de profesionales / Contactar con expertos. Pensamos en nombres como Josué Enfedaque, Pedro Tarquis, personas vinculadas a Protestante Digital y Lupa Protestante, Juan Antonio Monroy…
- Directorio de ministerios vinculados con Prensa y Comunicación.
- Contacto con los Seminarios para proponer la introducción del tema Comunicación en el currículum. Contactar con Grupo de Formación Teológica y Misión.
- Documento elaborado sobre cómo usar las redes (lenguaje, uso de grupos, contenidos, gestión, filtros…). Pensamos en contactar con personas que ya han trabajado el tema en algún momento con decálogos para las iglesias, consejos para pastores… Pensamos en posibles contactos que han reflexionado sobre el tema como Joel Forster (escribió un decálogo), Noa Alarcón (artículo en PD), Coalición para el Evangelio (7 Consejos para pastores), etc.
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