No al aburrimiento

Luciano Casillas disfrutó de la fama de ser uno de los surfistas más conocidos en las Islas Canarias y en el resto del país. Desgraciadamente, cayó en el mundo de las drogas y tuvo que ser recluido en un centro psiquiátrico. Alguien le dijo que necesitaba leer la Biblia, así que comenzó a orar y a pedirle a Dios que le transformase, y Dios lo hizo.

Luciano explica en su testimonio que Dios fue capaz de vencer incluso los brotes de esquizofrenia ocasionados por su antigua mala vida. Hoy todo es diferente en su vida y en la vida de su familia. Ha aprendido a descansar en su Creador. 

Dios espera de nosotros que vivamos una vida diferente. No te preocupes, que no se trata de hacerlo con nuestras fuerzas: Dios pone dentro de nosotros el poder necesario para ello. Eso no es una disculpa para pensar que no tenemos valor para hacer nada, ¡todo lo contrario! Dios quiere que enfrentemos cualquier situación difícil que se nos presente y vivamos de una manera radical aún dentro del mundanal ruido. 

Dios quiere que seamos valientes para vivir como una aventura todo lo que a muchas personas les atemoriza: problemas y necesidades; fracasos y frustraciones. Dios quiere que no escondamos lo débiles que somos, ni vivamos aparentando, pero tampoco debemos quedarnos caídos después de cada derrota. Cuando llega el fracaso, debemos dejar de compadecernos por cada equivocación y mirar hacia adelante. Nada puede derrotarnos de una manera definitiva. 

Repito, Dios quiere que vivamos de una manera diferente. 

En primer lugar, lo que realmente nos hace felices es amar tanto a Dios que no queramos hacer nada que le deshonre o que le haga daño. Si tenemos dentro de nosotros algo escondido que nos está destruyendo, es el momento de ser valientes para dejarlo. Y si no podemos hacerlo solos, necesitamos pedir ayuda a algún amigo para comprometernos a enfrentar y vencer lo que está mal. 

En segundo lugar, lo único que nos lleva a conocer quiénes somos realmente es estar cerca de Dios. Conocerle a él de una manera directa y profunda. No se trata solo de mirarnos a nosotros mismos, sino sobre todo de mirarle a él. Necesitamos encontrarnos con él de una manera continua y a veces casi desesperada. Solo Dios puede enseñarnos quiénes somos y cumplir nuestros deseos de aventura en la vida. Recuerda lo que el Señor Jesús dijo: «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10). Dios es el ser más natural, aventurero y creativo que puedes conocer. ¡A su lado no existe el aburrimiento! 

De eso se trata el tercer punto: el aburrimiento es una de las armas preferidas del diablo. Cristiano y aburrido jamás pueden ir juntos. Si estamos viviendo así, es porque estamos lejos de Dios. Necesitamos volver a él de una manera incondicional. Necesitamos conocerle más que nunca. Quien diseñó el Universo es mucho más impresionante de lo que creemos. 

Dios quiere que vivamos de una manera diferente. La clave en este caso no es la disciplina, ni el estudio, sino la conexión con Dios: pasar tiempo a solas con él. 

Disfrutar con él, porque de él mana la vida.