Demasiadas veces he escuchado a cristianos decir que Dios habla a través de las circunstancias, y no es necesariamente mentira. Pero tampoco es necesariamente verdad.
Otros son como lo sembrado en terreno pedregoso: cuando oyen la palabra, en seguida la reciben con alegría, pero como no tienen raíz, duran poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se apartan de ella.
Marcos 4:16-17
Por alguna razón, siempre hemos interpretado la parábola de la semilla plantada en diferentes tipos de tierra (Marcos 4) como algo que tenía que ver con lo que ocurre con el evangelismo, la respuesta que recibimos cuando le hablamos de Cristo a alguien. No deja de ser cierto, pero la profundidad de la idea que transmite (junto con la explicación de Jesús), señala además en otro camino, o al menos otra dimensión de esta parábola. Es bueno pararse un momento a pensar en que, muchas veces, las parábolas de Jesús están expresando verdades acerca de cómo funcionan las cosas a la manera de Dios, y se puede aplicar a diferentes situaciones.
Me encanta ese “cuando surgen problemas” de Jesús, dándolo por hecho. Es así, no hay más. Casi parece que es una consecuencia lógica: uno da un paso de fe de permitir que la palabra penetre y eche raíces en las acciones cotidianas, en su día a día, en la vida profunda de cada uno, y entonces llegan los problemas y una persecución que no siempre es literal, como le ocurre a nuestros hermanos en Oriente Medio o en países islámicos. A veces es una persecución psicológica, un acoso y derribo para apartarnos de una decisión que hemos de tomar, de una determinación o un sendero (casi siempre estrecho) que sabemos que honra a Dios.
Demasiadas veces he escuchado a cristianos decir que Dios habla a través de las circunstancias, y no es necesariamente mentira. Pero tampoco es necesariamente verdad. En mi experiencia, Dios suele confirmar muchas cosas a través de las circunstancias, y sí, Dios abre y cierra puertas. Pero confiar en ese método como nuestro único medio de saber la verdad tiene la misma validez que cuando los griegos y romanos observaban el movimiento de las aves en el cielo para adivinar la voluntad de los dioses: como medio de comunicación no es muy fiable. Y mucho menos sirve para comunicarnos con un Dios que nos ha dado su Espíritu Santo para que habite dentro de nosotros y ha puesto a nuestra disposición una Biblia para revelarse, que ha abierto las vías directas de la oración por medio de Jesús para hablarnos, y que incluso no ha dudado en encarnarse, en convertirse en uno de nosotros, para hacer accesible su mensaje. Dios quiere comunicarse con nosotros, y no es nada críptico ni utiliza señales secretas.
Dice Jesús que no es un “si” condicional o un “quizá”, sino un “cuando” que va a ocurrir seguro. Y si a nuestra vida pueden llegar tanto circunstancias orquestadas por Dios como problemas y oposiciones, si no utilizamos algún método para discernir esas circunstancias, mucho me temo que no vamos a acertar en saber a qué nos debemos agarrar.
Demasiado a menudo, cuando alguien comienza a caminar con el Señor o toma una decisión acerca de su vida en una dirección específica, en cuanto llegan los primeros contratiempos se baja del burro y cede porque “Dios habla a través de las circunstancias”, o porque “si Dios no abre esa puerta, por algo será”. Son como refranes que se repiten de cristiano en cristiano, pero no aparecen como tal en ningún lugar de la Biblia. Sin embargo, en la Palabra sí dice que el camino por el que nos dirige Cristo es estrecho, y la puerta por la que debemos pasar es angosta. También dice que en el mundo tendremos aflicción, y que llegarán problemas y persecuciones. E insiste en que nada de eso puede apartarnos del amor de Dios, así que nosotros debemos dejar que su palabra eche raíces en nuestras vidas, seguir adelante y tener paciencia. La Biblia habla mucho del sufrimiento, y nos invita a que lo aceptemos en las fuerzas que Cristo nos da (no en las nuestras propias). Tenemos dos milenios detrás de nosotros de cristianos que soportaron el sufrimiento y recibieron a cambio una gracia de Dios muy difícil de describir de lo hermosa que es. Sin embargo, el cristiano europeo del siglo XXI prefiere retirarse en cuanto las circunstancias dejan de ser cómodas. Y quizá ese sea el problema.
Conozco a gente que tiene una relación personal con el Señor, que son cristianos maduros, que cuando toman la decisión de hacer algo concreto, algo quizá nuevo o simplemente diferente, o encaminar sus trabajos o ministerios en una dirección específica, de repente todo empieza a ir mal. Lo he visto tantas veces que ya casi es un patrón. ¿No se supone que cuando uno se compromete con Dios en algo, Dios debería bendecirlo? Ahí es donde casi todos dicen que si no se abre la puerta, será porque Dios no quiere abrirla, y no se paran a ver que las bendiciones de Dios pueden llegar de muchas otras maneras y de modos insospechados. A veces la bendición de Dios es una paz increíble en medio de la peor de las circunstancias. A veces la bendición es ver cómo las familias se fortalecen y el evangelio prospera, cómo la iglesia se une. A veces son tesoros en el cielo, mientras que nosotros solo queremos ver los graneros llenos.
Y os diré un secreto: sí, quizá Dios no quiere abrir esa puerta que no se abre. Pero quizá está esperando a que nosotros vayamos y la abramos. A veces las circunstancias contradicen lo que Dios señala. A veces las puertas no se abren solas, igual que existen escaleras que no son automáticas. A veces hay que esforzarse y aguantar el sufrimiento. Y a veces hay que aprender que no, que no todas las circunstancias son señales divinas. Nuestra relación con Dios tiene que tener raíces más profundas, como dice el texto de Marcos 4, unas raíces insobornables ante la depresión y la tristeza, y a las que dé tiempo a germinar, florecer y dar fruto.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o