He comprendido que lo más importante es que mi mano no se separe nunca de Dios. Que siempre conduzca mis pasos unida a él.
Caminas dando saltitos. Eres feliz.
Andamos juntas, pero tú siempre me adelantas.
Corres, te escurres de mi mano y corres.
Te llamo una y otra vez. Por fin atiendes a mi voz y detienes tus presurosos pies. ¿Qué quieres mamá? preguntas sin tener en cuenta que ya tengo el ceño fruncido.
¿Quiero que camines a mi lado y de mi mano? Promulgo mi deseo, un anhelo que desdoblo ante ti con la esperanza de que me hagas caso.
Me miras y en tus ojos descubro la incapacidad para atender a ese absurdo reclamo que nace de un corazón, que sin ser consciente, quiere someterte a las reglas que rigen la normalidad. Quiero que camines junto a mí como lo hacen el resto de los niños que nos encontramos camino de la escuela. Esos niños que dócilmente recorren el trayecto matinal al lado de sus progenitores charlando plácidamente. A veces me olvido de que tú eres niña y además, la normalidad no parece ser sinónimo de tu persona.
Eres diferente, una diferencia que me enseña a ver la vida desde otro prisma. Una diferencia que a veces me duele porque sé que no todos la comprenden.
Eres distinta. Portas una desenvoltura que hace de ti un ser realmente único. Veo el amor de Dios en tu vida. Descubro esa ingenuidad que me estremece y duele, esa manera de observar y ver cosas realmente insignificantes que ante ti cobran un excesivo interés.
Quiero mostrarte ante los demás como una niña corriente pero obvia decir que no lo eres. Dios te ha creado distinta.
Parece un razonamiento sencillo de asimilar, sin embargo no resulta fácil combinar las palabras distinto y sociedad. Todos somos solidarios, tolerantes, respetuosos… pero cuando ante nosotros se expone algo que no encaja dentro de los parámetros de la normalidad, lo excluimos otorgándole la etiqueta de raro.
Quizá me da miedo que te pongan ese sobrenombre, que alguien al mirarte danzando entre otros niños diga que esa niña es rara. Me da miedo el dolor que me puede provocar, la indignación que puedo sentir, la impotencia ante algo que se me escapa de las manos y que no puedo controlar.
Tú siempre me sorprendes. Me miras con ternura y ante mi absurda petición de que no corras sino que camines de mi mano me contestas con un destello de alegría: ¡Mamá, es que me encanta correr!
Al oír tus palabras pronunciando esa frase veo la energía que contienes, el entusiasmo en tus ojos, el deseo desbordante de correr a galope sintiéndote libre.
Cada día me enseñas algo. Cada día aprendo un poco de ti.
Te dejo correr, saltar, ser tú misma.
He comprendido que lo más importante es que mi mano no se separe nunca de Dios. Que siempre conduzca mis pasos unida a él.
Si consigo caminar asida a la mano del todopoderoso lograré ser una mujer digna, una madre que obre de forma adecuada con una hija que no tiene miedo a ser distinta, a ser juzgada.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o