Universitarios en fiesta espiritual

Nuestros anfitriones mexicanos insistieron en que una Asamblea en América Latina tenía que ser una fiesta, una fiesta universitaria y una fiesta espiritual.

Y la inauguración empezó pasando revista a los 139 movimientos afiliados en 133 países, aunque no todos han podido hacerse presentes en la Asamblea. Hay ciertos países en territorio hostil a la fe cristiana que no pueden ni siquiera ser nombrados, por razones de seguridad.

Los afiliados varían mucho en su tamaño y alcance misionero, desde el más numeroso que es Inter Varsity Christian Fellowship (IVCF) de Estados Unidos que cuenta con 1,500 asesores u obreros, hasta los más nuevos en formación que a veces no llegan a cincuenta personas y quizás un  asesor voluntario.

En esta Asamblea la presencia latinoamericana es numerosa y se hace sentir, y hay un centenar de voluntarios en las diversas tareas de servicio  que requiere un encuentro de estas dimensiones.

Como regalo de la noche inaugural nuestros anfitriones nos han ofrecido un festival de danzas y canciones de las distintas regiones de México. En todas ellas se observa la innegable herencia española pero también el toque proveniente de las culturas nativas de estas tierras. Ha sido sorprendente observar como delegados de las más diversas culturas se unieron coreando aquel conocidísimo estribillo: “Ay, ay ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones.”

Momento del festival de danzas y canciones de distintas regiones de México / IFES

Pero en un evento de la Comunidad no puede faltar la centralidad de la Palabra de Dios. El estudio bíblico inductivo y en pequeños grupos ha sido uno de los instrumentos más útiles para sembrar la Palabra de Dios en las universidades de todo el mundo y por medio de él miles de universitarios han llegado a conocer a Cristo.

También muchas iglesias e instituciones han renovado su fe en la centralidad de la Palabra gracias al  ministerio de profesionales laicos o de pastores y misioneros  formados en los grupos de la Comunidad.  En esta Asamblea estaremos estudiando diariamente porciones escogidas de la Epístola a los Filipenses y el libro de Daniel.

La misionera alemana Sabine Kalthoff, quien nació en Alemania pero se crió en Nepal y la India, dice que “quiere ver que cada nueva generación de estudiantes ame, estudie, viva y comparta la Palabra de Dios” y recuerda su experiencia de iniciación en la Biblia cuando estudiaba Idiomas y Administración de empresas en la universidad.

Nos conduce en el estudio de la Palabra con una exposición de los primeros 11 versículos de Filipenses. Destaca el contraste entre la condición sufriente de Pablo como prisionero en una celda en Roma y el gozo que destila de las páginas de esta carta dirigida a sus queridos hermanos y hermanas “santos en Cristo Jesús que están en Filipos”.

Sabine subraya el v.9, donde Pablo dice “Esto es lo que pido en oración que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio.” Y termina animándonos a orar de esa manera por la persona que tenemos al lado.

Asistentes al encuentro, a la entrada del hotel / IFES

Leyendo hoy el libro Influencia, al cual me referí en mi crónica anterior, me ha venido a la memoria una pareja de universitarios que conocí mientras trabajaba en Brasil entre 1962 y 1964. Se trata de Pericles Couto y su esposa Alva miembros de un grupo de la Alianza Bíblica Universitaria (ABU) en Belo Horizonte, donde se conocieron, y llegaron después a casarse. Ambos son muy respetados por su labor en Visión Mundial, la conocida ONG evangélica.

Cuando su hijo Estêvão Couto entró a estudiar Derecho en la universidad también se hizo militante de ABU y se hizo lector de la Biblia y practicaba las disciplinas espirituales. Soñaba con ser diplomático pero luego se orientó hacia el ejercicio de su profesión llegando a ser Juez Adjunto en Brasilia.

En 2006 tuvo la oportunidad de solicitar el puesto de Defensor Público Federal   en su estado, Minas Gerais.

Estêvão dice “Esta oportunidad de trabajo era perfecta para mi, porque podía poner en práctica toda mi experiencia, todo mi conocimiento y además tener un impacto social en mi comunidad, con las personas pobres”.[1] En este momento se encuentra luchando a favor de 6,000 familias pobres que van a ser desplazadas porque el gobierno va a construir una autopista en los terrenos que ocupan sus precarias viviendas. Su  meta es conseguir que el gobierno construya viviendas nuevas para estas familias.

Con gratitud al Señor espero seguir compartiendo historias de esta fiesta universitaria y espiritual que estamos disfrutando en Oaxtepec.

[1] Philippa White, Influencia, IFES 2015: p.16