Siempre podemos cambiar la historia

El pasado 14 de marzo, tuvo lugar en Madrid una multitudinaria Marcha por la Vida. Miles de personas de toda España vinieron a manifestar que ‘toda vida importa’ con el lema: por la vida, la mujer y la maternidad.

La manifestación fue convocada por un total de 27 asociaciones “provida”, entre ellas la asociación evangélica Aesvida, y apoyada por más de un centenar de organizaciones que se han adherido, varias de ellas evangélicas.

Ya en la plataforma, ubicada en la Puerta de Alcalá, se leyó el manifiesto en el que se reclamaban leyes que defiendan la vida, recordando a los políticos que el derecho a la vida es el primero de los derechos que tenemos todos los seres humanos y que para muchos en este país esta cuestión de la vida y la maternidad es muy importante; se recordaba también la necesidad de reforzar y potenciar las redes sociales de apoyo a la maternidad.

Muchos evangélicos participaron de forma activa en dicha marcha, desde diferentes plataformas, iglesias y entidades protestantes con gran alegría, pues fue en tono de fiesta, los allí presentes pudimos, muchos con nuestros hijos, celebrar lo hermoso que es el don de la vida.

Como dijo Benigno Blanco, Presidente del Foro de la Familia, en su discurso en la plataforma, “nosotros no podemos dictar leyes ni disponer del presupuesto del Estado”, lo que sí puede hacer la sociedad civil es “hablar, manifestarnos, votar, crear redes de apoyo a la mujer y ayudar a hacer visible al no nacido porque es su vida lo que está en juego”.

Desde AESVIDA, queremos agradecer a tantos medios de comunicación evangélicos que han dado cobertura a esta noticia, como Protestante Digital, Dynamis Radio, TBN España, Solidaria TV, RKM, RTC, Actualidad Evangélica, Periódico UNO, Global.Radio y Radio Televisión de Murcia.

Muchas gracias a todos por vuestros reportajes, programas especiales, y por hacer un trabajo diligente y de calidad.

Cualquier labor a favor de la vida es una obra de justicia. Que nunca, en este país, nos acostumbremos al drama social que es el aborto. No podemos callar y dejar que nuestras conciencias y las de nuestras sociedades se cautericen por el error continuo de silenciar lo que es una barbarie.

Ante un horizonte que parece tan oscuro, no puedo por menos que emocionarme escuchando “Amazing Grace” (“Sublime Gracia”), pensando en ese evangélico del siglo XIX, William Wilberforce, quien realizó campañas para despertar la conciencia de los de su época, mediante folletos, libros, manifestaciones y peticiones parlamentarias con el fin de abolir la esclavitud.

Parecía una labor imposible pero en 1807 la trata de esclavos fue finalmente abolida, y más tarde en el 1833, se aprobó un acta para dar la libertad a todos los esclavos del Imperio Británico.

Su “Sublime Gracia” sigue actuando mientras tú y yo elevemos nuestra oración al cielo y actuemos en acorde a lo que creemos.

¡SIEMPRE PODREMOS CAMBIAR LA HISTORIA!