Se hallaba en un planeta extraño llamado
Catapunchimpún y era domingo, así que buscó una iglesia donde reunirse y la encontró. Casualmente aparecían las mismas personas con las que se reunía estando despierta, por eso conocía sus nombres y sus historias.
A primera hora del culto, mientras cantaban,
Ventisquero se le acercó para quejarse de que otra vez habían estropeado los cables del sonido, que todo el mundo tocaba lo que no tenía que tocar y enredaba el trabajo que él hacía, que tenía los minutos contados para enmendar el problema antes de que empezara la predicación.
M(i)embrillitasoñadora le agradeció sus confidencias y siguió cantando y cantando, concentrada en buscar el karma que la hiciera flotar.
El sonido no se arregló. El karma no llegó.
Terminada la primera parte, apareció en el estrado
Manoletesinosabestorearpaquetemetes, pues le tocaba presidir
. De todos era sabido que criticaba por costumbre y a escondidas a
Metomenlosdespachos pero, queriendo disimular en público lo que sentía, le pidió que implorara en voz alta y pusiera esas dos pesadas horas en manos del Señor. No contento, queriendo redimir más su pecado, le hizo subir a la plataforma para que todos pudieran verle.
Metomenlosdespachos, loco por degustar el sabor de un micro, subió sin rechistar y oró con fuerza en nombre de todos rogando por el bienestar de su familia.
M(i)embrillitasoñadora quería despertar de aquel absurdo sueño y no podía, así que continuó soñando que estaba en
Catapunchimpún.
Manoletesinosabestorearpaquetemetes, en un intento de disimular sus pocas ganas de que el líder
Ayquemerompo volviera de su viaje al extranjero, puesto que él perdería protagonismo, comunicó, más bien advirtió, que faltaban pocos días para que éste regresara... y no pudo acabar la frase. Aún así, oró por la llegada de ese hombre, cuyo nombre había olvidado. Cabizbajo respiró hondo, y como atrapado en su anterior pensamiento se quedó en silencio unos segundos. Consiguió reaccionar para elegir a dedo a
Vengoaportodas y pedirle que hiciera publicidad de lo bien que estaban saliendo las reuniones de oración que él llevaba entre semana. La insta a que diga que son de bendición para todos los que asisten, que todo el que entra vacío sale lleno (no especifica de qué).
Vengoaportodas obedece y repite tal cual sus palabras. Omite que se están habituando a ser manipulados porque para ella es mejor seguirle la corriente.
Manoletesinosabestorearpaquetemetessonríe al escuchar los piropos que él mismo ha propuesto.
La pesadilla se alargaba para
M(i)embrillitasoñadora.
Llegó el momento de la predicación.
Manoletesinosabestorearpaquetemeteshizo lectura de tres textos en libros diferentes. Incongruentemente pasa a otro tema que nada tiene que ver con los párrafos expuestos.
M(i)embrillitasoñadorano se extrañaba de la falta de unión entre los dirigentes. Recordaba como en su iglesia podían hablarle durante un mes seguido del mismo personaje bíblico debido a la falta de coordinación entre los predicadores. La letra con sangre entra, decían algunos.
Esta vez, mediante el sueño, una vez más le hablaron de lo mala persona que fue la mujer de Potifar, de lo bueno y trabajador que era él, lo mucho que la quería y ella sin embargo, estaba hecha una pendona. Lo peor en este sueño no era la reputación de la casada sino que predicó sobre como estaba el patio entre las hermanas creyentes y como se insinuaban sin pudor a los inocentes hermanos allí presentes desviándolos del tema principal: Ofrendar.
M(i)embrillitasoñadorame contaba con cierta indignación como las hermanas reían con ganas al escuchar tan fantástica instrucción.
Por la magia de los sueños,
M(i)embrillitasoñadora podía ver como en ese mismo momento comenzaba la reunión de jóvenes, ¡qué cosas! Observaba a la responsable buscando desesperadamente a
Siesquehayqueirseva, el encargado de dar la reunión ese día. Lo encontró escondido tras de la puerta de un despacho que habitualmente estaba vacío. Le recuerda que tiene que dar la clase y lo lleva de una oreja al lugar donde le esperan. Le obliga a sentarse y se va.
Siesquehayqueirseva, acomodó la espalda. Como no solía elaborar los temas ya que siempre, decía él, le pillaban por sorpresa, se dirigió a su joven público y a modo de comienzo dijo: ¿Tenéis alguna pregunta que hacerme? Un joven le responde: Y tú ¿tienes algo que decirnos? Entonces el gran maestro les da la enseñanza del día: cómo se lesionó el dedo meñique cuando era joven jugando al tenis. Todo sacrificio y preparación sea para la Gloria de Dios.
Al unísono empiezan las clases de adolescentes en el sueño de
M(i)embrillitasoñadora. Tema: Suicidio. Preguntas van. Respuestas vienen. Pelos y señales sobre el tema y las diferentes formas de matarse ¿Alguna duda sobre como hay que cortarse las venas? No, responden todos. Termina con un puntazo: Interesa meterse en la bañera para no manchar nada de la casa, que luego les toca limpiar a las madres. No hay nada como una muerte limpia.
Y todavía no ha llegado lo peor en la pesadilla de
M(i)embrillitasoñadora, que sigue queriendo despertar y no puede, que quiere abrir los ojos y no se le despegan pero consigue desviar el sueño hasta la calle. Antes, le deja un paquete a un amigo que en el sueño está sentado en la esquina de un banco para que se lo guarde. Es un regalo de cumpleaños que
M(i)embrillitasoñadora tiene que entregar al finalizar la reunión.
Como no consigue despertar, continúa desviando el sueño a su favor y se ve tomándose una cerveza en el bar de la esquina. Le suena el móvil y el amigo al que le ha dejado el regalo le dice que ya está. ¿Qué ya está, qué? pregunta
M(i)embrillitasoñadora. Que ya le he dado el regalo a
Unamanoporelsueloylaotraporelcielo. Me ha dicho que tú le has pedido que lo guarde él.
¡M(i)embrillitasoñadorapierde el regalo! ¡
M(i)embrillitasoñadora pierde la compostura! ¡
M(i)embrillitasoñadora se enfada! ¡
M(i)embrillitasoñadora se indigna! Acostarse para esto. Cerrar los ojos para no dormir como Dios manda.
Intentan calmar a
M(i)embrillitasoñadora dándole aire con un abanico de feria y salen en busca de
Unamanoporelsueloylaotraporelcielo. Al poco rato vuelven con el regalo y
M(i)embrillitasoñadora puede entregarlo a quien corresponde.
M(i)embrillitasoñadorase recupera.
M(i)embrillitasoñadora respira.
M(i)embrillitasoñadorarecobra el ánimo.
M(i)embrillitasoñadora quiere irse a casa y no puede. No puede porque está metida en una pesadilla de la que no logra escapar. Una pesadilla en la que el que faltaba,
Aquiestoycomoyonohayotro, le sale al encuentro y la besa delante de todos, le sonríe, le pregunta por la salud del cuerpo y del espíritu. Le pregunta por la familia. Le pregunta por el trabajo. Le pregunta por los ahorros. Le pregunta por el bienestar general de
M(i)embrillitasoñadora y
M(i)embrillitasoñadora no contesta. No puede contestar a quien la critica por la espalda y ahora estaba haciendo el paripé dentro de su pesadilla.
M(i)embrillitasoñadorasigue sin lograr regresar al mundo. Su sufrimiento va en aumento hasta que de pronto logra gritar y despierta bañada en sudor y lágrimas.
M(i)embrillitasoñadora me ha dicho que me contaba esto porque no sabía a quien dirigirse, porque si iba con la historia a cualquiera la va a tomar por loca. Es un sueño, mujer, le digo, que todo forma parte de un mundo irreal. Nada más que un sueño. Veo a
M(i)embrillitasoñadora pensativa, como no aceptando del todo mi consuelo y me confiesa muy seria que después de esto no sabe si cambiar de almohada o de iglesia.
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