PRIMERO: EL FUNERAL OFICIAL DE ESTADO
¿De verdad que nuestro gobierno se ha desvinculado de la Iglesia Católica? Verdaderamente España no es laica. Prueba de ello es el funeral de Estado programado para el próximo 11 de septiembre en la Catedral de la Almudena, en memoria de los fallecidos y oficiado, como en el atentado del 11M en Atocha, por cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco. Igual que entonces, entre los fallecidos hay creyentes de otras religiones y también ateos, por lo tanto, no se entiende el motivo de hacer un funeral católico común para todos.
La historia de España no cambia, españoles, ni en tantos años de democracia, ni en la falta de consideración hacia otras confesiones. Desde los altos cargos se sigue faltando al respeto de los ciudadanos, y en el caso que nos ocupa, como en el anterior atentado, se le está faltando principalmente tanto a los fallecidos como a los familiares que, además de sufrir la pérdida, se ven sometidos a la autoridad de la Iglesia Católica sin pertenecer a ella.
Para los que piensan que todo esto es algo sin importancia les digo que sí importa. Importa a muchas personas, pero...
A río revuelto, ganancia de la Iglesia Católica Romana, pero no de peces, por supuesto. (Un dato curioso como simple anécdota de mal gusto fue el que dio El Periódico el 23-8:
Asimismo, todos han atendido a la petición del Obispado de Canarias de alejar la fecha de este evento (refiriéndose a la celebración del funeral del día 30) lo máximo posible de la festividad de la Virgen del Pino por no considerarlo emocionalmente recomendable (fuente: www.elperiodico.com).
SEGUNDO: LOS MÁRTIRES DE BARAJAS
Casualmente el jueves 21 vi una parte del programa “El método gonzo”, en el que apareció el padre Ángel García, Presidente y Fundador de Mensajeros de la Paz, dando testimonio de su labor entre los familiares de las víctimas y heridos del accidente. Sería cruel por mi parte criticar la labor que hacen estas personas en favor de quienes lo pasan mal, simplemente comento, respecto a sus declaraciones, lo siguiente:
Querer consolar engañando, ni es cristiano ni es ético. Decir que los pilotos, azafatas y demás trabajadores del avión son mártires porque murieron cumpliendo con su deber, ni es cierto ni es justo para los que día a día se juegan la vida trabajando sin ese calificativo espectacular. Además, entremos en lo absurdo, díganme como se sentirán los que llevan años desempleados, ¿dónde los ponemos si no pueden estar en los altares?, sí, ya lo sé, en las colas del INEM, cada tres meses sellando.
Decir que por morir en esas circunstancias van directamente al cielo, tampoco es cierto. Si van al cielo o no van, el padre Ángel ni lo sabe, ni tiene la llave y tampoco tiene poder para enviarlos, aunque ese sea el deseo de todos nosotros, una servidora de las primeras de la lista a continuación de los familiares.
Esta es la definición principal de mártir según la RAE:
Persona que padece muerte por amor de Jesucristo y en defensa de la religión cristiana. Persona que muere o padece mucho en defensa de otras creencias convicciones o causas.
Díganme que clase de evangelio se está transmitiendo a la gente que sufre, ¿se les está tratando como a personas cuerdas?, ¿fue ese el mensaje de Jesucristo?, ¿dijo él que todo el que muriera en horario laboral sería mártir? Tengan respeto, por favor. Y si fuera así, metamos entonces a los electricistas, a los camioneros, a los albañiles, y a cualquier empleado que, por accidente, muere en acto de servicio, ¡hasta los delincuentes, hasta los que reniegan de Dios mueren en su horario laboral! Pero claro, la Iglesia Católica tiene poder tanto para salvar estando vivos como para salvar a los fallecidos. Esto último lo demuestran, día a día, en sus misas de difuntos. Nadie se condena, Jesús vino a morir en la cruz porque se aburría junto al Padre, ¿sí? Volveremos a comprobarlo el 11 de septiembre.
Verdaderamente el padre Ángel presenta el Evangelio como el opio del pueblo puesto que da a cada oído lo que quiere oír, aunque sea mentira., ¿les suena la antigua canción “Dime que me quieres”. El estribillo me recuerda mucho a esta postura del sacerdote: .
Dime que me quieres, ¡dímelo por Dios!
aunque no lo sientas, aunque sea mentira,
pero dímelo.
Dímelo bajito,
te será más fácil decírmelo así,
y el "te quiero" tuyo será "pa" mis penas
lo mismo que lluvia de mayo y abril.
Ten misericordia de mi corazón,
dime que me quieres, dime que me quieres,
¡dímelo por Dios!
En fin, a río revuelto, ganancia de sacerdotes.
En declaraciones aparte he oído que los supervivientes han sido declarados héroes. Si yo fuera una de ellos, desde luego no me consideraría así, creería que me ha tocado la china, que soy una víctima desgraciada, que he vuelto a nacer, que debo dar gracias a Dios, pero héroe, ¿de qué?
Según la RAE, una de las definiciones de héroes es la siguiente:
Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.
No confundamos héroe con víctima:
Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra. Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita. Persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito.
TERCERO: LOS POLITICOS INTERRUMPEN SUS VACACIONES
Por lo visto, una de las cosas que, dentro de la desgracia, nos dan las noticias como más llamativas es que los políticos han modificado sus agendas, interrumpiendo sus vacaciones, para asistir personalmente a consolar a los heridos y los familiares de las víctimas.
Me pregunto: ¿Cabía otra opción?, ¿es que esperan que les demos las gracias? Pues miren, no me conmueve en absoluto que los políticos hayan perdido días de vacaciones, me conmueve el desastre que ha ocurrido. Estoy segura de que de alguna manera nuestros gobernantes recuperaran las vacaciones perdidas, que se lo tomen como gajes del oficio. Los que no podrán recuperar los días serán los difuntos, los que se despidieron de los suyos pensando que sería por un breve tiempo y ha sido para siempre.
España entera está conmocionada con lo ocurrido. Nuestros gobernantes no hacen más que lo que tienen que hacer, estar a la cabeza y dar la talla como les corresponde. Más han perdido los heridos, los familiares y las víctimas (154 hasta el momento de terminar mi escrito).
Por cierto, habrá que ver quienes son los que se sientan, el día del funeral común, en los primeros bancos de la catedral, si los familiares de los fallecidos o los gobernantes vestidos de riguroso luto, con caras de compungidos, como si fueran los más afectados.
Y es que a río revuelto, ganancia de políticos.
Una vez dada mi opinión, desde aquí, mi más sincera felicitación y admiración a los voluntarios que han participado en las labores de rescate, traslado y consuelo. Ellos sí son héroes. Mi más sentido pésame a los familiares de los fallecidos y mi deseo de pronta recuperación para los heridos. Tienen todo mi respeto. Cuentan con toda mi tristeza y dolor.
Dios ponga su mano sobre todos ellos y les dé el consuelo que necesitan. Nosotros, los humanos, queriendo ayudar, raras veces acertamos.
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