Madonna, a sus 48 años, quiere ser como los lideres que entregaron sus vidas al esfuerzo de conseguir la paz del mundo, pero no quiere que la asesinen. Quiere sobrevivir. Es como una niña grande. Quiere ser mártir sin ser martirizada. Quiere ser como los que han sido asesinados en el pasado, pero sin querer ser asesinada en el presente. ¡Cuántas cosas quiere!
Ya se ha puesto manos a la obra para conseguir tan elevado puesto, y va a ser más lista, no sea que la pillen en un desmesurado celo por hacer el bien y la maten. Madonna es muy buena. Además ella lo vale. A la primera sospecha se rodeará más fuertemente de escoltas. En mi opinión, su actitud es un poco compleja. Advierto un nido de pájaros en la cabeza, y en el corazón sólo aspiraciones.
Dispuesta a todo, en su gira de conciertos está ofreciendo imágenes de niños huérfanos y pobres, y para más inri, con sida ¿Se puede pedir ser más desgraciado? He ahí para muestra de sus intenciones, todos esos niños-botones. Y si lo hace es para que quienes no estén concienciados, se enteren y se conciencien. ¡Esos niños existen!, y por medio de ellos, Madonna aspira a ser considerada hoy la primera líder femenina entre esos grandes hombres del pasado.
Madonna es un fiel ejemplo de cómo debe ser una seguidora de Cristo, por eso difunde sus palabras con fuerza, sin tapujos: "El mensaje de Jesús era el de amar al prójimo
como a ti mismo, y yo creo que esta gente lo necesita. Espero que la audiencia capte el mensaje", dice. Bueno, de Cristo es solo la primera frase, que ella interpreta con un “era” que me suena un poco vago y me hace dudar. Porque ahora no sé si Madonna se refiere a que esos niños necesitan que ella los ame como a sí misma, o a que todos los que captamos el mensaje los amemos como a nosotros mismos...
Pero seguramente Madonna, como es lógico, también querrá sobrevivir a “esta gente” (esos niños con sida). Lo cortés no quita lo valiente. Y donde esté el morbo, que se quite lo demás.
Hasta ahora, el mensaje de Cristo de amar al prójimo como a ti mismo no tenía consistencia, Él lo pronunció, como quien dice, al aire, a ver quien lo captaba, pero Madonna, que es muy lista, lo reafirma: “y yo creo que esta gente lo necesita”. Sobre si lo necesita el resto del mundo aún le quedan dudas. Pero es joven. Las cosas poco a poco y a su tiempo, para no atosigarse. El evangelio no es moco de pavo. Quizás dentro de otros 48 años, Madonna aprenda otra frase de Jesús y nos la enseñe.
En relación a la crucifixión que la cantante simula sobre el escenario continua declarando: "Pensarán: se sube a una cruz y así enfada a la gente. Pero esa no ha sido mi intención". Entonces ¿Cuál ha sido? ¿Qué la crucifiquen de verdad?
Puede ser que a esos niños enfermos, huérfanos y con sida, les quede capacidad para admirar la riqueza material e intelectual de Madonna; o que, de mayores, si es que sobreviven (como ella quiere sobrevivir) y tienen capacidad para hacerse a la idea de los lujos en los países ricos, deseen irse de juerga con ella y con algún príncipe Harry del porvenir, huérfano como ellos, que ya es un puntazo no me lo negarán (a Madonna le van los huérfanos, o a los huérfanos les va Madonna).
Madonna quiere ser como los grandes líderes del pasado. Nadie está contento con la vida que lleva en el presente, y el futuro es tan incierto...
Me pregunto, en caso de que Jesucristo, Gandhi, Martin Luther King, o el mismísimo John Lennon que fue el que más hizo por la paz del mundo mundial, levantaran la cabeza... ¿Querrían ser como Madonna?
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