El canal de televisión MTV, famoso por la entrega anual de premios musicales que llevan su nombre, produce también algunos de los programas juveniles que más gancho tienen entre ese segmento de la población. Todos ellos tienen en común el formato denominado reality show, que tanto auge ha adquirido en la televisión.
Uno de ellos es el titulado
Padres al control, en el que unos padres hartos de que su hija tenga como novio a un patán, deciden presentarle una serie de sustitutos más convenientes de los cuales uno ha de desplazar al indeseado. Claro que la conclusión que se saca al final es la duda sobre quién es más cafre, si el antiguo novio, el nuevo o los propios padres.
Otro muy popular también es el que lleva por nombre
Teen Mom, centrado en las peripecias de algunas madres adolescentes en su primer año de maternidad. Aunque tal vez el más popular sea
Jersey Shore, una especie de Gran Hermano, en el que cuatro parejas jóvenes de ambos sexos conviven en una casa situada en la localidad de Seaside Heights, del Estado de New Jersey.
Hay una diferencia entre Jersey Shore y Gran Hermano, en el sentido de que los participantes del primero no están recluidos permanentemente en la casa, sino que pueden salir a hacer compras y especialmente a divertirse en alguna de las muchas discotecas de la localidad hasta altas horas de la noche. Por lo demás el formato es parecido, consistente en las cámaras que permanentemente transmiten lo que ocurre con los protagonistas las 24 horas del día.
De este modo descubrimos que el fenómeno "ni-ni" (jóvenes que ni estudian ni trabajan) no es exclusivo de la sociedad española, ya que en Jersey Shore la vida de los participantes se reduce a los siguientes verbos: comer, beber, dormir, bailar y fornicar, con alguna trifulca por medio de vez en cuando. Patético paradigma para tantos jóvenes que siguen diariamente sus andanzas.
El título Jersey Shore está tomado de la ubicación en la que se desarrolla el programa. Se trata de la costa de New Jersey, cuya característica es que está protegida del Océano Atlántico por una larga y estrecha barrera de islas separadas de la ribera (
shore) por lagunas poco profundas y las unas de las otras por brazos de mar sujetos al vaivén de las mareas, lo que la convierte en uno de los lugares favoritos para el recreo y el ocio en Estados Unidos.
En una de esas islas se halla Seaside Heights, un
resort (centro turístico) de primera magnitud cuya economía está basada sustancialmente en el ocio. Pues bien, en tan idílico marco es donde estaba situada la casa de los protagonistas de Jersey Shore, en la que todo invitaba al disfrute y al placer.
Pero a finales de octubre de 2012 el huracán Sandy irrumpió con toda su fuerza destructiva en ese paradisíaco escenario convirtiéndolo en otro de destrucción y desolación. De nada sirvió el dique protector, ya que el descomunal poder del huracán arrasó todo lo que encontraba a su paso. En pocas horas lo que anteriormente había sido un centro de diversión se convirtió en un centro de desazón, donde lo que importaba era sobrevivir.
Su paseo marítimo quedó devastado, las casas destruidas y todo su atractivo despliegue quedó reducido a nada. El presidente Barack Obama se apresuró a declarar toda la región zona catastrófica. Los testimonios de los residentes no podían ser más estremecedores, ante la tragedia que los había visitado. Por supuesto la casa, el entorno y la discoteca donde se grabaron los episodios de Jersey Shore también sufrieron las fatales consecuencias del huracán.
¡Qué contraste entre la juerga de Jersey Shore y la destrucción de Sandy! ¡Qué poco consistente era la primera cuando llegó la segunda!
Es por eso que
la antigua palabra de Eclesiastés está preñada de realismo y sabiduría: 'Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos...'[i] Y aunque esos días malos estadísticamente en muchos casos quedan relegados para la última etapa de la vida, la vejez, sin embargo, un visitante no deseado puede hacer acto de presencia en plena efervescencia juvenil y convertir los días de vino y rosas en días malos. Esa es la gran enseñanza de Sandy hacia la filosofía de vida contenida en Jersey Shore. Es por eso que necesitamos una filosofía mejor, que pueda resistir los embates de cualquier temporal, del tipo que sea.
Justamente
en esa dirección van las palabras que Jesús pronunciara como conclusión de su Sermón del Monte: 'Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.'
[ii]
Flaco favor están haciendo los de MTV a tantos jóvenes a quienes presentan como perdurable una filosofía que en realidad es deleznable. Sandy así lo ha evidenciado.
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