Brindis por la nueva y desconocida travesía

Se me cuelan en la desmemoria los momentos pasados, los tristes encuentros con el desconsuelo.

Huye de mi cabeza el suave y perpetuo olor a desgana, el inquietante sentir de vacío.

Hoy, ataviada de valentía, arremeto contra mis fantasmas mostrándoles a quienes nunca creyeron en los milagros como Dios sigue eligiendo a los débiles para avergonzar a los fuertes.

Las derrotas acaecidas quedaron atrás, mitigadas por una fina capa de olvido. Aparecen ante mí y las miro con el orgullo del deber cumplido, deseando que su recuerdo quede lejos y así no sentir nunca más el punzante dolor de la angustia.

Hoy ansío que tus miedos e inseguridades también queden sepultados entre los descoloridos paisajes del ayer y que ceñido con las armas del amor muestres a los de fuera la persona que eres, un ser que pese a las adversidades sigue en pie de guerra luchando frente a todo lo que de forma desmedida arremete en tu contra.

Desearía alejar de ti aquello que te aprisiona, esa soga que de forma cruel te ahoga provocándote ansiedad. Desearía que mis palabras tuvieran poder para paliar el dolor, pues te aseguro que pondría todo mi empeño en luchar por verte liberado .

A falta de fuerzas sobrehumanas recurro a quien sé puede ayudarte, pidiéndole que sea él quien saque a flote tu embarcación, regalándote un oasis donde descansar de todo lo que te desalienta.

Sé que las palabras son torpes, que se funden y desdibujan frases no siempre capaces de describir la realidad de lo que fluye en el corazón, Pero es la única forma que tengo de expresar lo que siento.

No espero grandes cambios, no ambiciono una transformación inmediata; no me gustan los resultados que imprime la inmediatez. Aguardo la renovación, el despertar, la sensación de que cada pequeño peldaño alcanzado es un avance.

Todo lo que ansiamos está ahí, cercano a nosotros, tan solo hemos de preparar el terreno y trabajar a diario, con constancia y esfuerzo la tierra comenzará a dar frutos.

Brindo con un copa repleta de fe por esta nueva aventura en la que nos enrolamos, puesta mi mirada en proyectos que no sólo me atañen a mí, sino que su ejecución hará bien a muchos otros.

Deseo que vuestros brindis tengan un propósito semejante al mío, pues con los deseos de todos dirigidos en una misma dirección, haremos que este nuevo año sea un año de victorias.