Hipótesis JEDP y la moral de Moisés

Ambos argumentos resultan, en contra de lo que afirma la Hipótesis documentaria, insostenibles.

De entrada, no es verdad que la Historia de la Humanidad muestra una evolución del politeísmo hacia el monoteísmo. A decir verdad, lo que hallamos en buena parte de los primitivos actuales es un monoteísmo inicial que fue degenerando en politeísmo manteniendo o no la creencia en un primer dios al que, eso sí, se suele arrinconar en el panteón o incluso hacer desaparecer. Por añadidura, la época de Moisés estuvo muy cercana al monoteísmo de Ejnatón en Egipto (un punto que Freud no dejó de percibir) y lo cierto es que nadie ha negado el monoteísmo del faraón egipcio como imposible por la época. El monoteísmo de la Torah no es, en absoluto, motivo para negar la autoría mosaica salvo que se tengan poderosos prejuicios.

Algo similar sucede con la prohibición contenida en los Diez mandamientos de rendir culto a las imágenes (Éxodo 20:4-5; Deuteronomio 5:7-8).

Si hubiera que entender que Moisés no pudo dejar constancia de esa prohibición porque en su época se rendía culto a las imágenes habría también que llegar a la conclusión que el Pentateuco tampoco podría haberse escrito hoy cuando millones de católicos –por no hablar de los fieles de otras confesiones– rinden culto a imágenes y les otorgan un papel nada desdeñable en sus prácticas y ceremonias religiosas.

Por añadidura, por enésima vez, la arqueología apoya lo contenido en el relato bíblico. De la misma manera que resultaría imposible realizar una excavación en el Antiguo Egipto o en la Europa medieval sin que aparezcan imágenes de culto, no es menos cierto que no hallamos imágenes en los estratos más antiguos de la Historia de Israel. Por ejemplo, en las excavaciones de Megido se excavaron los cinco niveles urbanos –todos israelitas– sin que apareciera una sola imagen como dejó de manifiesto G. E. Wright que dirigió las excavaciones realizadas por la universidad de Chicago.

En realidad, en la Historia de Israel se produjo en relación con el culto a las imágenes una evolución muy similar a la seguida por el cristianismo posterior. Inicialmente, se hallaba proscrita y se contemplaba con horror. Sólo la absorción –mucho después de Moisés– de influencias paganas llevó a permitir con los argumentos más diversos ese culto. Sin embargo, la predicación de los profetas siempre fue contraria al culto a las imágenes – no hay nada más que leer Isaías 44:6-20 para ver lo que Dios piensa de ese culto se cubra o no con los argumentos más especiosos – y no cabe la menor duda de que el pueblo de Israel aprendió la lección y no ha vuelto a contaminarse con él.

Se mire como se mire, los argumentos para negar la autoría mosaica son muy endebles y arrancan más de prejuicios filosóficos que de razones sólidas.

Por si fuera poco, como veremos en nuestra próxima entrega, históricamente no ha habido discusión sobre la autoría de Moisés hasta muy recientemente.

Continuará: La hipótesis documentaria ó JEDP (VI): Moisés, autor del Pentateuco

	Artículos anteriores de esta serie:
	1		Pentateuco: la hipótesis JEDP
	2		Pentateuco: bases de la hipótesis JEDP
	3		Hipótesis JEDP y patriarcas
	4		Hipótesis JEDP: Israel en Egipto