Sobre
Juan Calderón Espadero ya hemos publicado una
semblanza en estas páginas de Protestante Digital y a ellas nos remitimos. Para este propósito divulgador de la llamada “propaganda” católica y protestante, hemos de destacar el estudio de Mar Vilar
[i] sobre las dos revistas de Calderón publicadas en Londres entre 1849 y 1854,
El libre examen y
El Catolicismo neto que son las primeras manifestaciones de la prensa protestante en lengua castellana.
Este ex franciscano destaca en estas publicaciones por su dimensión de controversista protestante y reformador religioso (precursor de la Iglesia Evangélica Española e Iglesia Española Reformada Episcopal – dice Mar Vilar). Esta autora también tiene conocimiento directo de
cierta Respuesta de un español emigrado a la carta del Padre Areso, por D. J. Calderón folleto de ocho páginas en 8° salido de las prensas bordelesas de E. Mons en 1841, que se hallaba en la biblioteca nacional de París.
Areso, como Juan Calderón, había huido a Francia por sus ideas, pero militaba en el bando católico y había escrito una carta a los españoles emigrados en Francia para prevenirlos contra la lectura del Nuevo Testamento. Calderón dará la vuelta al argumento y le dirá que los españoles emigrados son los que tendrán que prevenirse de él. Uno de los argumentos lo expresa así:
· “Otro lazo armado en su carta a los incautos consiste en la aplicación que usted hace de la maldición que se pronuncia en el Apocalipsis contra los que añaden o quitan alguna cosa de las Santas Escrituras, pues, sin decirlo expresamente, cuenta usted como omisión culpable el que el Nuevo Testamento que vende el comisionado de la Sociedad Bíblica no tenga las notas del padre Scío, de modo que el sencillo puede creer que quitar esas notas es quitar una parte de las Escrituras, pues sólo en este caso comprende la maldición a quien imprima así la Biblia. Mas usted sabe bien que el texto solo es la palabra de Dios, y las notas, las explicaciones o la palabra del hombre, y que dar el texto sin notas no es más que separar la palabra de Dios, que es siempre pura, de la palabra del hombre, mezclada con frecuencia de error”.
En este mismo año se presenta a un certamen de divulgación teológica convocado por la Academia de Montauban perteneciente a la Iglesia Reformada de Francia con la obra “Diálogos entre un párroco y un feligrés sobre el derecho que tiene todo hombre para leer las Sagradas Escrituras y formar, según el contenido de ellas, su propia creencia y religión.
La obra tiene la forma de diálogo, como el
Grito de religión del padre Areso publicada en 1839 y donde el polemista Calderón repasa la sola libertad de interpretación de las Escrituras. Pretendía despertar el sentido crítico de los españoles, mediante un diálogo bien dispuesto, para que leyesen las Escrituras y aclarasen los puntos dudosos con sus párrocos. Dice Mar Vilar que como en todos los catecismos, el sacerdote se lleva la peor parte.
Esta obra fue bien acogida por la Sociedades Bíblicas y se publica refundada y en inglés en 1854 con el título
Friendly discussions with my pries. Estos
Diálogos reeditados varias veces en España y también en Gran Bretaña y Latinoamérica, sirvió también como tratado propagandístico para varias Sociedades misioneras como lo fue el tratado de
Andrés Dunn y que W.H. Rule había publicado en Gibraltar en 1842 con el título tan llamativo como
Relación circunstanciada de la conversión del irlandés Andrés Dunn, del romanismo a la religión de Jesu-Cristo".
La influencia de la efectividad difusora del Evangelio en las revistas, periódicos y magazines anglosajones, movió a Calderón a publicar una revista en lengua española con el mismo propósito. Ya lo había hecho Blanco White con “
El Español” pero parecía necesaria la vulgarización de las doctrinas reformadas como lo hacían el
Evangelical Christendom, The Christian World, The Missionary Herald, The Record, Anti-Slavery Repórter, y otros que ya hemos considerado anterioremente.
Con estos modelos pretendía ocupar esa necesidad de divulgación
El catolicismo neto que salía subtitulado en inglés con Puré Catholicism y con un texto en la cabecera :
"Periódico religioso, de indeterminado período, destinado a propagar el conocimiento de la pura religión del Evangelio. El precio es de seis reales vellón por número. Londres. En casa de Partridge y Oakey, en el 34 de Paternóster Row". De esta revista aparecieron entre 1848 y 1851, cinco números de periodicidad semestral. A partir del n- 2, dice Mar Vilar, se añade esta observación al precio de venta: "...mas podrán tenerlo gratis los Españoles y los naturales de los estados en que se habla el lenguaje de Castilla si no pueden pagarlo”.
El análisis de revista lo hace Mar Vilar con precisión: “En
Catolicismo Neto se priman los trabajos de carácter religioso sobre los literarios, históricos o la simple noticia. Y entre los primeros, los de apologética y controversia sobre los propiamente doctrinales. Entre aquellos, merecen destacarse unos ponderados y lúcidos pero rotundos y hasta cierto punto demoledores comentarios de Calderón a la crítica balmesiana del protestantismo”.
El Catolicismo neto se vendió por subscripción en España y algunos como Usoz y Río compraban varios ejemplares para regalarlos a los amigos.
La revista también entró clandestinamente ya que llegó a ser prohibida por las autoridades de España, y perseguida su distribución, por lo que
tuvieron que cambiar la cabecera o el nombre de la revista siendo ahora el de “El examen libre”.
La prohibición que aparecía por todas partes en periódicos como “
La Época” donde se recogían los acuerdos gubernativos o las cartas de los obispos denunciando al
Catolicismo neto como también todo libro, caricatura, estampa o pintura en que se excite y provoque a la irreligión, a la impureza, al libertinaje y otros crímenes; S.M. se ha servido mandar (...) que a todo trance eviten la introducción fraudulenta, que parece se está haciendo de los mencionados artículos...".
En cuanto a “
El examen libre” como segunda etapa del
Catolicismo neto, se editaron seis números desde 1851 a 1854 apareciendo Juan Calderón
“profesor de Lengua española” como director y redactor. Las características internas de la revista eran parecidas a las del Catolicismo neto, pero con más colaboradores que en la primera, para explicar la necesidad de conocer y extender la Biblia además de un noticiero de la actividad evangelística en todo el mundo y en España.
Una tercera revista es “El Alba”, continuadora de estas dos anteriores. Publicada en Londres por Thomas Parker con el apoyo de varias asociaciones, se editó después de la muerte de Calderón en1854 hasta 1862.
Dice Juan Bautista Vilar
[ii]que no debe confundirse con la revista de Madrid “
El Alba católica” aparecida en el mismo año unos meses antes.
Puesto en contacto Parker con José Joaquín de Mora, “hombre de vastos conocimientos y no escaso talento, acordando ambos afrontar la empresa”. Otras dos personas más, además de Parker y Mora, estarían involucradas en la publicación de El Alba: Mrs. Hargreaves, amiga de la viuda de Calderón, dama británica, mujer culta, de estimable fortuna y con vivo interés por la difusión de la obra evangélica en España, y la poetisa miss Whately, hija del obispo protestante de igual apellido.
[i]El nacimiento de la Prensa Protestante en Lengua Española El Dr. Juan Calderón y sus revistas londinenses "Catolicismo Neto" y "El Examen Libre" (1849-1854)Mar VILAR Universidad de Murcia
[ii]"El Alba", una revista británica protestante para su difusión en España (1854-1862) JUAN BTA. VILAR Universidad de Murcia.-Anales de Historia Contemporánea, 12 (1996)
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