JUAN VITAL O VIDAL
Este protestante español es citado por Bonnant en
“Notes sur quelques ouvrages en la langue espagnole imprimés a Genève par Jean Crepin” como uno de los últimos descubrimientos de protestantes exiliados en Ginebra que ya ejercían una labor de difusión evangelística(1).
Vital había entrado en Ginebra el 26 de septiembre de 1549 y al parecer tradujo muy pronto un
Catecismo de Jean Gérard que fue introducido en Valencia en marzo de 1551, declarándolo la Inquisición “libro herético”. Tampoco parece despejado el autor de una obra que cita Gilmont y que aparece en el Índice de libros prohibidos de 1558 y se titula: “
Jubileo de la plenísima remisión de los pecados concedido antiguamente...”(2) y termina con “
dado en la corte celestial del Paraíso, desde el origen del mundo, con privilegio eterno”.
Esta obra que tiene clara doblez en su título, parece que se refería a una exposición sobre una Bula que Pierre Bellère (Pedro Belleros) había llevado a Ginebra como “
Bula contrahecha por los herejes” y que aparecerá en el Índice de 1559 como un documento “
firmado y sellado con la sangre del unigénito hijo de Dios, Jesucristo, nuestro único y verdadero redemptor”. Claramente es un libro apologético cuyo propósito es manifestar la obra de Cristo expuesta en los Evangelios y las cartas del apóstol Pablo.
PEDRO NÚÑEZ VELA(3)
Sobre Pedro Núñez Vela ha publicado Vicente Bécares Botas un artículo titulado:
Pedro Núñez Vela, helenista y heterodoxo: documentos nuevos, por lo que estamos de acuerdo con el autor que “La personalidad de Pedro Núñez Vela, el humanista y heterodoxo abulense que hubo de expatriarse a mediados del siglo XVI, era hasta el día de hoy perfectamente desconocida. El hallazgo y publicación de estos documentos salidos de su mano (dos testamentos y un codicilo) permiten desvelar la incógnita de su ascendencia familiar y formación y, por su efecto multiplicador, contribuirán, sin duda, a resolver el enigma de su heterodoxia y extrañamiento.
Pedro Núñez Vela aparece en el siglo XVI como un luterano español, nacido en Ávila, escritor, humanista y filósofo, gran conocedor del griego, hebreo y latín. Estudió entre otros autores clásicos, Aristóteles, Cicerón, Epicuro y Lucrecio, siendo después seguidor de las ideas de Pedro Ramus, humanista anti-aristotélico convertido al protestantismo. En 1548 se trasladó a Suiza, impartiendo clases de Filosofía Clasica en la famosa Academia de Lausana, siendo sustituido al año siguiente por el calvinista Teodoro Beza, sin embargo, Núñez Vela, seguiría dando clases de griego estableciéndose en esa ciudad hasta 1570. En este año recibió la visita de Pedro Ramus, para dar lecciones de su nueva “Dialéctica”. Según Menéndez y Pelayo no era Núñez Vela de los entusiastas de Ramus y su Dialéctica, pues prefería los preceptos de Aristóteles.
Nicolás Antonio describe a Núñez Vela natural de Ávila, filósofo, apóstata de la verdadera Religión, publicó, siendo profesor de lengua griega en Lausana de los Helvecios:” siendo algunas de sus obras:
Dialéctica, libri III.
De ratione interpretandi aliorum scripta, liber I y
Poematum latinorum et graecorum, libri duo (Basileae, 1570, apud Petrum Pernam, dedicado al Senado de Basilea.) Volvió a imprimir la
Dialéctica más breve y corregida en Ginebra (1578) Otros autores aportan otras obras como
Commentarii in Lucretium,
Libellus ad Ioocunem Antonium Seronem,
De tuenda Studiosorum Veletudine,
De musica y
Epistola ad Davidem Dolbenium. Es un autor renacentista, que examinó críticamente a Aristóteles, Cicerón, Epicuro y Lucrecio, cristianizandolos.
Menéndez y Pelayo dice que fue profesor de Filología Clásica y no Filósofo. Dice: “Helenista al modo de Francisco de Enzinas, contemporáneo suyo y relacionado como él con los reformistas suizos fue Pedro Núñez Vela, protestante abulense, de cuya vida y escritos apenas hay noticias. Quizá algún día logremos ver disipada la oscuridad que envuelve su persona, como ha acontecido con los Valdés y Enzinas. “Las obras de éste no se hallan en la Biblioteca de Berna, ni en la de París, ni en ninguna de las que yo he recorrido. Tengo sospechas vehementísimas de que su
Dialéctica ha de ser
ramista, porque la publicación es posterior a sus relaciones con Ramus. ¡Quiera Dios que veamos pronto estos desconocidos libros!”
1) Un interesante artículo de Jean Françoise Gilmont “La propagande protestante de Genève avers l´Espagne au XVI siecle” publicado en De libros, librerías, imprentas y lectores” por Pedro M. Cátedra, María Luisa López-Vidriero. Universidad de Salamanca, 2002 nos introduce en la vertiginosa actividad de nuestros protestantes en Ginebra.
2) Menéndez y Pelayo en “Heterodoxos” dice: “Boehmer quita a Juan Pérez la paternidad del Sumario de indulgencias y le da por obra anónima, fundando en que la traducción de los Mandamientos que en ella se contienen, no es la del Sumario de Doctrina, sino la del Catecismo de Calvino, puesto en lengua castellana en 1550. Todo el Breve Sumario parece traducido de un original francés, y debe ser la misma obra que en nuestros índices expurgatorios se prohíbe con el título de Jubileo de plenísima remisión de pecados, concedido antiguamente... dado en la corte celestial del Paraíso desde el origen del mundo, con privilegio eterno, firmado y sellado con la sangre del Unigénito hijo de Dios, nuestro único y verdadero redemptor y señor. La traducción inglesa de Daniel es de 1576.
3) Resulta sorprendente que Núñez Vela sea también un desconocido entre los protestantes españoles. Ni siquiera de pasada lo cita Bataillon y la mayor información la aporta la Biblioteca Wiffeniana. Menéndez y Pelayo dirá: “Ni M´Crie, ni D. Adolfo de Castro, ni Usoz, ni el Dr. Boehmer parecen haberse fijado en él, aunque tiene artículo en la Biblioteca de Nicolás Antonio.” Sin embargo si aparece en Edward Boehmer, Bibliotheca Wiffeniana en el Tomo II pag 143 a 163
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