Pero además de los Diálogos y la Gramática de Antonio del Corro muchos fueron los protestantes españoles que conformaron la lengua española e imprimieron en el idioma no solo el rico léxico sino también el corazón y la inquietud de cada palabra.
Ya nadie ignora que el Lazarillo de Tormes es obra de Alfonso de Valdés y que la segunda parte del Lazarillo es de Juan de Luna quien también tiene una gramática.
El exilio forzoso en Londres de Casiodoro de Reina, de Cipriano de Valera en Inglaterra, este como predicador y “Scoolmaster” y Reina fundando una congregación de españoles, provocaron que las imprentas londinenses sacasen a la luz traducciones del
Nuevo Testamento(1596)
Dos Tratados (1588)
Instituciones de Calvino(1596) el Católico Reformado de W. Perkins(1599) el
Catecismo calvinista(1596) o el
Aviso contra los jubileos romanistas(1600) o el
Diálogo de las cosas ocurridas en Roma de Alfonso de Valdés en cuya traducción al inglés trabajó en sus últimos días del Corro y que es considerada “dechado de lo mas insigne de la prosa española del siglo XVI.” Villalón y Juan de Jarava y otros mas, que sacaremos en estas páginas, hasta Juan Calderón, son un buen número de reformadores que usaron la lengua y las imprentas para comunicar su espíritu libre y crítico.
Fundamentalmente el trabajo filológico y pedagógico de Antonio del Corro más importante son las
Reglas gramaticales para aprender la lengua Española y Francesa, impresas en Oxford en 1586, primera de la serie de gramáticas españolas publicadas en Inglaterra. En traducción inglesa se publica en 1590 en Londres, donde entonces vivía y murió Corro, una nueva edición, la
Spanish Grammer, debida a John Thorie, que había coincidido con Corro en la
Christ Church de Oxford en 1586y que curiosamente aparece en la portada con el “Made in Spanisch by M. Anthonie de Corro.
Pese a que Antonio del Corro es un gramático y maestro de lenguas circunstancial y por necesidad de supervivencia, sus Diálogos, Gramática y Diccionario al final de esta y sus escritos y enseñanzas en Oxford, debe ser considerado como un gran filólogo.
Así lo consideró Usoz i Rio al ver las correcciones hechas al Diálogo de Alfonso de Valdés que imprimió del Corro, cuyas alteraciones de importancia fueron en la línea de convertir el texto en una obra enteramente protestante y que Menéndez y Pelayo ya supuso ser de “algún calvinista español refugiado” y que las variantes “extreman la heterodoxia y dan al Diálogo cierto sabor hugonote”.
Sin embargo Del Corro supo separar sus posiciones doctrinales y religiosas de las aficiones filológicas que nacían de ese deseo de un fugitivo transterrado.
La Enciclopedia Larramendi añade:”Ya en Inglaterra escribió
Tableau de Loeuure de Dieu;
Dialogus Theologicus (1574);
Sapientissimi regis Salomonis (1579) traducido al inglés con el título
Paraphrasis and Commentary on Eclesiastés, su obra más importante, o
Spanish Grammar (1590), una adaptación de su anterior gramática francesa: ambas gramáticas deben estar entre las primeras en su género.”
Los materiales que emplean estas gramáticas no solo son “Diálogos apacibles…” sino que desde la exposición de áridos conceptos gramaticales hasta los diccionarios multilingües, inserta del Corro proverbios, normas morales y otros textos de mero entretenimiento. Además los impresores hacían un esfuerzo editorial mostrando varias formas de letras, columnas paralelas que atraían a un público variado, por lo que las gramáticas tenían bastante uso.
Sin embargo las obras más importantes de Del Corro son teológicas tanto la paráfrasis del Eclesiastés y como no podría ser menos viniendo de un profesor Divinidades, el comentario a la Carta a los Romanos.
Si quieres comentar o