En 1619 también publicará sus “
Diálogos familiares, en los cuales se contienen los discursos, modos de hablar, proverbios y palabras españolas más comunes, muy útiles y provechosas para los que quieren aprender la lengua castellana. Esta obra está dedicada a Luis de Borbón que estaba emparentado con el líder de los hugonotes, Condé y en la que cinco de los doce diálogos son de Luna y los restantes pertenecen a los “
Diálogos apacibles…”de John Minsheu, del que ya hemos dicho es el reformador Antonio del Corro.
En 1620 publicará la “
Segunda parte del Lazarillo de Tormes” que dedicará a otro líder protestante francés Henri de Rohan. Pero como los tiempos, en la Francia de los hugonotes, estaban muy revueltos, huiría en 1621 a Londres y se establecería en el barrio de Cheapside, donde los domingos oficiaba como predicador protestante a los reformados españoles en la Mercer´s chapell, siendo él clérigo reformado. Durante la semana enseñaría español y revisaría la Segunda parte del Lazarillo que edito en 1622.
En 1623 aparecerá la edición de “
Arte breve y compendioso…” al que seguía un “
Coloquio familiar” y por lo que se desprende del prólogo esto no le daba para cubrir sus necesidades por lo que acudía “al amparo que necesita un forastero que ha dejado su patria, parientes y haciendas por una justa y legítima causa" Casi siempre van encuadernados al fin de los doce diálogos
Los memorables dichos de varios filósofos y oradores, mayormente del poeta Pedro Altamonte: Con algunas canciones de enamorados cortesanos y cortesanas.
He podido leer algunos “Diálogos familiares” en edición bilingüe francesa y española y enseguida se percibe la profundidad y eclecticismo del lenguaje del Luna. Nada es vulgar, ni repetitivo. Elige la palabra adecuada en cada situación y muestra la originalidad del método, diciendo en el prólogo “Al lector” que no ha hallado en ninguno de los libros que enseñaban el castellano pláticas “y discursos ordinarios, necesarios a la comunicación sino unos Diálogos hechos en Londres por un castellano, los cuales estaban tan corrompidos, que en siete que son, he hallado más de quinientas faltas notables” Son “Diálogos” estos de Luna de amena conversación en el que se mezclan refranes y anécdotas como la de Santo Domingo de la Calzada”en el cual se ven en la Iglesia un gallo y una gallina vivos, de la casta de aquellos que ya estando asados, se tornaron a vivir por milagro” -¿Por ventura serán de los del milagro de aquel mozo peregrino francés, que fue ahorcado en aquel lugar por ladrón, cuyos padres volviendo de cumplir su viaje de Santiago, y pasando por cerca de la horca lo hallaron vivo?
La ironía y hasta la sibilina denuncia de gentes supersticiosas y milagreras pueden verse en varios párrafos de buena prosa, que no tiene más objeto que la enseñanza del español, pero que además usa técnicas pedagógicas en las que se incluye la geografía, historia y costumbres populares y cortesanas de la época. Pero una referencia obligada de Luna es a la cultura y describe a Salamanca como “muy grande tierra y la más famosa universidad de toda España: yo vi allí a los colegios que son en mucho número y muy bien labrados, también la puente hecha por los romanos y el toro que está a la entrada de ella del cual habla el Lazarillo de Tormes” No podía faltar esta referencia a su propia obra.
Si quieres comentar o