Quizás…

- “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

- “A ver, Señor, yo si me mandas de misionera a Escandinavia, que he oído que la juventud está muy rebelde, voy. Estoy hasta dispuesta a soportar el frío y la falta de sol. Y eso que sé que es carísimo y me va a costar levantar apoyos. Porque a ver, en Siria está la cosa bastante complicada ahora. Igual que en Irak, Irán, Pakistán, Libia o Sudán. Si es que no me van a dejar ni entrar, y para que me violen y me peguen fuego… No lo veo. Ya cuando la cosa se tranquilice un poco por allí, me lo pienso”.

Obviamente. Claro que no puedo darle ese disgusto a mi madre, liar el petate e irme a Siria a predicar el evangelio. Dios también lo sabe, sabe que el número de valientes es bastante escaso y, de todas formas, la moda del martirio cristiano, que te coman los leones o te arranquen la piel a tiras por no renunciar a tu fe o por proclamarla, por lo menos en Europa, está bastante desfasada. Ahora valoramos otras cosas y Dios lo sabe y respeta nuestra libertad.

El pequeño inconveniente, un detalle de nada, es que en muchas partes del mundo la gente sigue muriéndose sin haber oído nunca hablar de Jesús y, claro, uno no manda a su Hijo al mundo a morir por los pecados de la Humanidad para que la mitad de la Humanidad ni sepa que tiene semejante regalo disponible a sólo un “sí” de distancia. Demasiadas mayúsculas y grandes palabras como para echarlas a perder. Así que Dios se devana los sesos pensando en un plan b. “Vamos a ver”, se pregunta, “¿cómo hago para que todos estos musulmanes a los que amo con locura y que me necesitan tantísimo oigan de una vez por todas que mi mayor anhelo es que me conozcan? Ya he llamado a fulanito o fulanita, pero están demasiado ocupados y, como siempre, la mies es mucha y los obreros pocos…”

Pero entonces resulta que el Diablo, que también anda por ahí dando vueltas y también tiene su plan y, además, anda escaso de tiempo, entra en escena y la lía. Azuza el odio de unos cuantos para dedicarse a asesinar, torturar, violar y hacer estragos en un territorio enorme y, por supuesto, los cristianos están entre sus víctimas favoritas. Por jorobar un poco, porque en realidad esos al final ni siquiera van a ir a engrosar sus filas, pero sabe bien que así la gente se fijará en los inocentes cristianos que están siendo masacrados mientras él puede llevarse tranquilamente por delante a sunníes, shiíes, yazidíes o como quiera que se llamen. Esos son los que de verdad le interesan, porque esos van directos al bote del infierno.

Obviamente la estampida es brutal, la gente huye de sus países, lo deja todo y lo arriesga todo para intentar salvar su vida, comenzando una odisea que puede ser incluso más horrible que lo que deja atrás y cuyo destino final es Europa.

Y entonces Dios, con el corazón encogido de dolor, ve un atisbo de esperanza. “Quizás… quizás es el momento. Quizás en Europa tendrán piedad. Quizás el mensaje de Jesús, predicado y esgrimido como identidad cultural común durante siglos tendrá algún efecto en la población europea y abrirán los brazos y el corazón ante el dolor y la desnudez de otros seres humanos. Quizás por lo menos mis hijos, los que me han confesado con su boca y se reúnen cada domingo para alabarme, verán la enorme oportunidad que se les está brindado. Quizás comprenderán que ya ni siquiera hace falta que vayan por todo el mundo a predicar, porque el mundo ya va a ellos voluntariamente, a su territorio, a su país, a su pueblo o ciudad, a su colegio, a su lugar de trabajo. Quizás la mayor tragedia migratoria desde la Segunda Guerra Mundial pueda ser transformada en el mayor avivamiento de la Historia entre los musulmanes. Quizás mis hijos comprendan lo que amo a esos musulmanes. Quizás toda esta miseria pueda ser transformada en una gran bendición.”

Resultados de la encuesta de Protestante Digital[i] sobre el filtro religioso a refugiados en Europa: “¿Qué le parece que Eslovaquia sólo acepte refugiados cristianos pero no musulmanes?”

Bien: 52%

Mal: 45%

No sé: 3%

Encuesta cerrada. Número de votos: 232

Quizás…

Isabel Marín Martínez – Dra. en Fil. Hebrea - Ámsterdam, Países Bajos

[i] http://protestantedigital.com/p/encuestas