El pasado mes de julio me marché a China para participar como representante de España en un concurso de la cadena televisiva Hunan TV llamado Chinese Bridge, donde participaron estudiantes de lengua china de 87 países. La competición tuvo lugar en la ciudad de Changsha (provincia de Hunan), y tratar de relatar esta experiencia es algo que resulta una tarea harto compleja por la cantidad de sucesos que tuvieron lugar durante mi estancia en dicho país.
Como cristiano resultó un reto y una bendición. Admito, y no fui el único caso entre los concursantes que, antes de marchar a China, sentía inseguridad por el lugar al que el Señor me mandaba y sobre qué sucedería. Sin embargo, Él nunca nos abandonó y digo “nos” porque fue una bendición conocer a más hermanos entre los concursantes.
El día de la prueba de los concursantes europeos estábamos en los camerinos y la policía entró para hacer una inspección rutinaria, por lo que tuvimos que dejar a los agentes hacer su trabajo esperando fuera del edificio. Después regresamos y varios nos juntamos para orar, y salimos al pasillo diciendo “Dios está con nosotros”. Entre actuación y actuación orábamos los unos por los otros, animábamos, aplaudíamos y abrazábamos a la gente antes y después de su entrada al escenario. A muchos no nos importaba no ganar el concurso, únicamente nos preocupaba cometer algún error y quedar en ridículo.
Me siento satisfecho de mi actuación a pesar de que la televisión por algún motivo decidió censurar gran parte mi discurso que incluía mi agradecimiento a todos los que me apoyaron hasta ese momento y la importancia de mis profesores, alumnos, amigos chinos y del concurso.
El Señor estuvo con nosotros durante esta competición y después de la misma. Al terminar nuestra participación en el concurso, el Señor nos hizo salir de Changsha unos días antes de que se inundara. Durante nuestra estancia en el país, también nos protegió del terremoto que hace unos días dejó más de seiscientos muertos en una región rural de la provincia de Yunnan, o de la explosión de una fábrica en Jiangsu precisamente cuando un servidor se encontraba en una ciudad de dicha provincia.
Pensar que más de cien jóvenes de tantos países pudimos estar tan unidos y desearnos lo mejor mutuamente hacía que, más que una competición, pareciera un grupo de amigos, una iglesia. Nos olvidamos de las diferencias, los conflictos bélicos, el pasado... Judíos, cristianos, ateos, musulmanes, budistas, hindúes reunidos en una misma mesa comiendo, haciéndonos fotos, riendo. A todos nos unía una misma lengua y el mismo deseo de compañerismo que ojalá muchos hermanos tuviéramos.
No me gustaría terminar sin contar algunas observaciones sobre China en sí:
Hay una imagen que se me quedó grabada, espero que contar esto no resulte demagogia ni provoque que algún lector rechace la idea de visitar este hermoso país. Me encontraba en un coche por la ciudad de Xi'an cuando en una rotonda casi atropellamos a un niño malnutrido que con una cuerda tiraba de una especie de carro improvisado sobre el que yacía su padre. A dicho hombre le faltaban las piernas y los brazos. A veces pienso qué habrá sido de esa familia y muchas otras.
También de los ancianos dejados a su suerte. Me provocaba una especial incomodidad ver a gente mendigando junto a coches de lujo, las diferencias son abismales, la clase media aún está en su desarrollo hacia la consolidación.
El consumismo también es apabullante, parece que la idea de un Dios no tiene cabida en una sociedad así. A pesar de todo, la amabilidad de la gente también merece ser destacada. Gente que nos brindó su ayuda de mil maneras e incluso nos abrió su casa.
Las cosas que no me han gustado de viajar a China:
- Las mencionadas diferencias abismales entre ricos y pobres.
- La extendida costumbre que tienen no pocos hombres de escupir de manera sonora ya sea en la calle, en algunos restaurantes o en algunos medios del transporte público.
- Ver que el código de circulación vial es más bien una recomendación que una obligación en sí.
Las cosas que más me han gustado de viajar por China:
- La comida, sin duda.
- La amabilidad de la gente con los extranjeros, así como las personas interesantes, tanto chinas como extranjeras, que se pueden conocer durante el viaje. A esto se añade el hecho de que te sientas admirado por las gentes del lugar que incluso te harán fotos, porque quizá sea la primera vez que ven un extranjero en persona.
Todo este mes ha sido una mezcla de sentimientos y experiencias heterogéneas. China es un país que tiene mucho que ofrecer y al que pienso que deberíamos dar una oportunidad.
Definitivamente volvería y recomendaría la experiencia. Dios bendiga China.
Rubén Clos - Estudiante de Traducción e Interpretación – Granada (España)
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o