En reconocimiento a la labor investigadora de Doña Matilde Camus
No muchos saben que tras un muro de piedra y unas puertas de hierro forjado hay toda una historia de siglos, que la recién fallecida escritora santanderina Doña Matilde Camus desarrolla en su libro “
Prolegómenos del Cementerio Protestante Inglés y su evolución histórica” a través de un minucioso trabajo de investigación en archivos, embajadas, bibliotecas y BOES.
Narra la influencia del puerto de Santander en la economía, comercio y comunicación con otros países, entre ellos el Reino Unido, mencionando un escrito del Diputado General de las Cuatro Villas y Capitular de Santander:
“Su ría es hermosa de mucho fondo y capaz de muy grandes armadas y desde los muelles pueden rodar las sacas de lana a los navíos... Se envían desde Santander para Inglaterra, Holanda y Francia alrededor de 10.000 balas de lana corriente y 2000 a 3000 balas de lana fina que, procedente de Castilla, llegan a la ciudad”[i].
En la segunda mitad del siglo XVIII, ya en1776, comienzan a elogiarse con entusiasmo las condiciones naturales del puerto y las ventajas para una constante navegación y arribo de toda clase de navíos con fines comerciales.
”El puerto de Santander situado en el centro de toda costa o mares de Cantabria es más ancho: libre de escollos y bancos sin estrechos o gargantas a su entrada; la costa, de este a oeste sin corriente o cabos perjudiciales; espaciosa su boca; buen fondeadero que asegura comodidad de carga y descarga en las embarcaciones, y el más inmediato a la Corte y su comunicación a las provincias interiores, le hacen no sólo de los mejores sino superior a todos para el interesante comercio de las Américas y Países del Norte así como para resguardo de las Reales Armadas”.
Inglaterra, que había sido durante años adversaria de España, nos mandó para combatir a Napoleón un alto número de súbditos que llegaron a Santander y en 1813 pasaron de sitiadores a sitiados gracias a la ayuda inglesa.
Con motivo de la la firma del tratado de la Cuádruple Alianza del 22 de abril de 1834, el Reino Unido de Gran Bretaña, Francia, la Reina Regente de España María Cristina, S.M.I. el Duque de Breganza, regente del Reino de Portugal y de los Algarbes, se comprometían a defender la constitucionalidad de las dos reinas niñas Doña Isabel II de España y Doña María Gloria II de Portugal. Inglaterra se mostró dispuesta a enviar una legión Británica para defender la constitucionalidad. Ello es comunicado desde Londres el 16 de julio de 1835
“La salida para el puerto de Santander será de la mitad de la legión inglesa y constará de 10.000 hombres que se están levantando en aquel Reino para entrar en el servicio español”[ii].
El trazado del Ferrocarril Santander-Alar del Rey motivó la llegada de ingenieros ingleses. Al ver que se pensaba en la libre navegación por el Duero por acuerdo entre España y Portugal, y considerando que sería una ruina para el puerto y bahía de Santander, “
se creyó no omitir sacrificios, diligencias ni trabajos para que la penuria no llegase a nuestra ciudad”.
En la Sala Consistorial de la ciudad de Santander, el 27 de julio de 1850 el Alcalde constitucional y concejales, en varias sesiones, acordaron traer para asesoramiento técnico a ingenieros especialistas ingleses
[iii]. No podemos olvidar que algunos perdieron la vida en su cometido.
Ya mucho antes, en 1699, se ofrece a los comerciantes de la nación inglesa comercio y residencia en Santander y en ese momento, incluso a los que no fueren católico romanos, se les da paso y tratamiento como en la ciudad de Sevilla, Cádiz, Málaga y otros puertos de Andalucía, conformándose con algunos de los capítulos asentados en la paz y conciertos que hay entre la Corona española y la de Inglaterra.
Toda esta incursión de súbditos ingleses da lugar a que el Gobernador Civil de la provincia envíe en Oficio al Alcalde constitucional de la ciudad, manifestando el respeto a los protestantes y a su fe y “
al enterramiento con la humana dignidad que como personas merecen y como un bien de humanidad”.
Todas estas circunstancias motivaron, entre otras, la necesidad de adquirir un terreno para la construcción del actual cementerio inglés.
En 1831 los consulados establecidos en Santander que formaron el Patronato de dicho cementerio -Noruega, Suecia, Alemania e Inglaterra- contribuyeron con aportaciones, así como las portuarias de buques arribados, de familias y de dichos cónsules.
Los estatutos que lo regían, los rasgos que se pedían para pertenecer al cuerpo consular, anécdotas y detalles forman un conjunto que hasta hoy continúa añadiendo historia.
En Nehemías 4:2 las Escrituras nos enseñan y valoran en la historia del pueblo de Israel la importancia de sacrificarnos por la causa de nuestro Dios y conservar intacto el patrimonio heredado.
Nací en Andalucía, y de ella trajimos el evangelio en español, pero ésta es la tierra donde crecí y a la que me siento vinculada.
Con mi familia, me ocupo de la conservación del cementerio inglés enclavado en Cazoña y ligado por la historia a la Iglesia Evangélica Española en Santander (1870). El Ayuntamiento, a día de hoy, colabora con la siega y poda desde “Parques y Jardines”, conservando este legado cultural.
Sentimos vivamente la pérdida de Doña Matilde Camus. Ella visualizó, sin duda, su Cantabria amada a través de la historia que ha sabido transmitirnos en sus escritos. Fue un privilegio conocerla junto con mi esposo y colaborar con Cultura del Ayuntamiento en la presentación de su último libro en la Cátedra de la Biblioteca Menéndez Pelayo: “Historia de la Iglesia Evangélica Española de Santander”.
Doy gracias a Dios por esta mujer que, como Ciro el rey de Persia, amó a Daniel.
Sara Villegas Cuadros - Ama de casa - Santander (España)
Breve referencia biográfica de Doña Matilde Camus
Académico de la Real Academia de Bellas Artes de Valladolid
Académico di Mérito de la Academia Internazionale di Pontzen di Lettere, Scienze ed Arti di Napoli (Italia)
Dama comendadora de gracia Magistral por méritos literarios, de la Orden Militar Caballeresca de San Salvador y Santa Brígida de Suecia
Vocal de pleno del Consejo del Patronato Cultural de Cantabria
Expresidente de literatura de Cultura Hispánica de Santander
Miembro de Instituto de literatura Jose María Pereda
Galardonada con primeros premios y flor natural en diversos certámenes poéticos nacionales y extranjeros.
Ha colaborado en revistas y diarios nacionales y extranjeros.
[i] Libro de Actas 1687, Archivo Municipal. [ii] Gaceta Extraordinaria de Madrid, 8 de junio de 1834. [iii] Archivo Municipal, Libro de Actas 1850.
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