Breviario del sosiego/ 16

La poesía es fuente primigenia de la teología y de la filosofía bíblica. Quien tenga reparos, sírvase pasar por la brújula de Job.


Que Dios sobreabunde en tu boca. Pero sonrójate, al menos, si tu actuar se verifica falaz.


La amistad es una relación espiritual que salva cuando resulta incanjeable.


Tropiezas porque no sigues la instrucción o esta es deficiente.


Los reprochadores no asumen la cuota de responsabilidad que les corresponde. Con frecuencia son decididos para echar la culpa a los otros o al gobierno de turno. Y viceversa: son extremadamente indecisos a la hora de aportar su tiempo o dinero en favor, por ejemplo, de mujeres embarazadas o madres solteras que no tienen cómo subsistir con dignidad. Hay excepciones, siempre hay excepciones.


Bienvenido sea el humor, y bienvenidas también todas las sonrisas.


Ir hacia el perdón enterrando contiendas.


Medicinas para el alma son los Salmos. El cuerpo necesita del Cantar de los Cantares.


Largura de justicia guíe tu diario proceder.


Hermano, no basta la buena voluntad para retirar el lodo, aquí o en otro lugar cualquiera.


La ley civil no puede -ni debe- garantizarme tu Amor.


Patrañas, triquiñuelas, necedades… No edifiques tu camino a la sombra de estas perversiones.


Hijo mío, tus brazos serán sombra en mi mañana.


Hablarán y hablarán hasta que se resequen sus palabras. Luego, sus bocas hundidas callarán.


Si no recapacitas, un torrente de iniquidades confundirá tu inteligencia.


Así me viene el sosiego, tras purificar el agua del estanque, tras destronar el vértigo y los afanes.


¿Qué valor pueden tener los trofeos que exhiben los chacales después de sus rapiñas?


Me inclino por la inclusión y no por la exclusión. Hay que atreverse, aunque una multitud se dedique a lanzar piedras.


Calamidad es un terremoto que destroza vidas y sueños. Pero calamidad también es la corruptela que hace temblar los cimientos de una sociedad o el destrozar al rival aunque se destroce al país.


Ordenemos las palabras al claror de la ternura y muy alejados de altares incensados.


Lo digo antes que me olvide: Tener memoria no es pensar en el pasado, sino poseer un patrimonio para el futuro.


Amada, amasemos nuestros cuerpos como si fuesen panes que con urgencia necesitan moldear su sagrada entrega.


Demórate sólo por falta de juicio.


Para escribir sobre Cristo hay que hacerlo desde el otro lado, desde la Liberación. Nada de sumisiones insuficientes o antiutópicas.


Hemos acostumbrado mal a nuestros jóvenes: Exigen y no agradecen; claman por más libertades pero no realizan esfuerzo alguno. Esta puerilidad estéril nos pasará factura. Y no miremos hacia otro lado.


Desamparado va el que no te Creyó.