Pompeyo en persona penetró en el recinto y profanó el lugar Santísimo entrando en su interior. Salió un tanto disgustado y decepcionado porque era un lugar vacío donde no había nada -dice Tácito-."(J. Glez. Echegaray, El Creciente fértil y la Biblia, Ed. Verbo divino, 1991. Pág. 252).
EL 2º REGISTRO: EN LA ÓRBITA ESPACIAL
Según los comentarios de los medios soviéticos, durante la órbita, el cosmonauta Gagarin comentó: «Aquí no veo a ningún Dios».
Sin embargo, no hay ninguna grabación que demuestre que Gagarin pronunciara estas palabras. En cambio se sabe que fue Nikita Jrushchov -máximo dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) entre 1953 y 1964- quien en cierto contexto dijo: «Gagarin estuvo en el espacio, pero no vio a ningún Dios allí», después estas palabras empezaron a ser atribuidas al propio cosmonauta. [Refresqué mi memoria en la Wikipedia...].
En mi infancia resonaron por casa estos comentarios. Desde los 5 años en adelante no se borró de mi mente eso que el primer viajero espacial no viera a Dios. Cuando crecí un poco, la frase se volvió provocativa ideológicamente: los americanos capitalistas ingenuos creen en Dios, pero los soviéticos se conducen por la evidencia.
CAMBIO DE REGISTRO: EN TARRAGONA.
Cierta ocasión un joven pastor, con el que en tiempos mozos había compartido retiro, reuniones de oración, cena, cultos, canciones propias y ajenas me dijo hablando por teléfono: "¡Vente a Tarragona Llorenç, que Dios está aquí obrando!".
Naturalmente, si me lo hubiera pedido cualquiera hubiese dibujado un rictus escéptico en la comisura de mis labios. Pero tratándose de mi hermano -entonces joven pastor- me dije: ¡Caramba, yo aquí perdiendo el tiempo y Dios en Tarragona!". Sin embargo, no estaba el horno para bollos y la cotidianidad familiar y profesional desestimó cualquier insinuación de mudanza a Tarragona. Avanzo ya que luego constaté que Dios también estaba aquí.
EL 4º REGISTRO: A LA VUELTA DE ISRAEL.
Para hallar a Jesús de Nazaret, al Mesías resucitado, NO se necesita viajar hasta Israel. Eso lo sabía teóricamente
!Mal iríamos si no!-, pero ahora en Agosto pude constatarlo experimentalmente. Y es que vi a mucha gente con una diversa amalgama de motivos e intenciones al llegar a tierras bíblicas. Cada cual privadamente se enfrentó a esta verdad con más o menos conciencia:"Para hallar a Jesús de Nazaret, al Mesías resucitado, NO se necesita viajar hasta Israel".
Esta idea no es negativa. A cualquier Agencia de viajes le encantaría anunciar: "¡Ven y ve al Mesías en nuestra tierra que fluye leche y miel!". La agencia que nos llevó allí (Éxode viajes) nunca ha cometido tal truhanería sectaria. Y eso, no sé muy bien cómo, me lleva a afirmar que Dios estaba al lado de Gagarin pero éste no le vio porque estaba bastante apartado de Él, que Dios estaba con el joven pastor en Tarragona pero quizá se propasó suponiendo que solo estaba allí.
DESPUÉS DE ESTOS 4 REGISTROS.
Veo a Dios como el perfecto Agente de viajes: Emplea su eternidad para organizarse perfectamente.
Lo hace para satisfacer su Voluntad y para atender la expectativa del ser humano - absténganse cegatones-. La experiencia es solo para quien busque la aventura de contactar con Él.
Así, el Dios de Tarragona invisible a Gagarin está especializado en atender a los que le buscan de corazón (no a los que meramente observan como cosmonautas), interactivo para los que le llaman con necesidad (no a los que alzan la voz por si es sordo), generoso para los que le piden con fe salvación y salud (no a los que rezan por milagritos presentando el ticket de pago de penitencias meritorias).
Dios se emplea al máximo -elevado al infinito-, para cubrir todas las agendas personales, itinerarios y circuitos, toda resolución de proyectos y conflictos, consolación de expectantes y de damnificados y para quien busque Camino y respuesta, compañía y cuidado, sentido y propósito: ¡Vaya Agente de viajes!
Aunque no hayas viajado al espacio, ni te hayas congregado en Tarragona, ni peregrinado a Tierra Santa, no importa.
- Su Presencia ha trastornado la Historia antigua y la contemporánea afectando balsámicamente a aquél que de verdad haya querido acercarse a Dios.
- El cosmonauta sólo tuvo razón en el uso orgánico de sus ojos: no vio físicamente a Dios.
- El joven pastor de Tarragona razonó parcialmente acerca de Dios olvidándose de la Omnipresencia de Dios.
- El turista religioso que llega a Israel puede emocionarse, o decepcionarse, según sus expectativas religiosas, o bíblicas.
Y bien, tanto si estás en la Luna de Valencia, o perteneces a la más discreta de las iglesias, o de vuelta de un tour nada típico por Palestina, me encantaría que convinieses conmigo en esto: Su Presencia afecta de modo integral, o resbala, transforma o deja indiferente. Pero para hallar a Jesús de Nazaret, al Mesías resucitado, no se necesita traje espacial, ser de la iglesia que hay más conversiones, o pisar las calles de la Vía dolorosa. ¡Es mucho más fácil!...lo sabía...¿y tú, lo constatas también?
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