Son los paisajes, sensaciones, lugares, momentos, imágenes, que pueblan el mundo de Grey DeLisle, alumna aventajada de June Carter Cash y Lucinda Williams, aunque con una propuesta más cercana al rock de raíces que al country más genuíno, con una crudeza y una sensibilidad asombrosas, hermanadas a lo que alguien calificó de country gótico.
Iron flowers fue en el 2005 su cuarto y, hasta ahora, último disco en estudio. En él, DeLisle se atrevió incluso a pasar por su filtro todo un himno tan barroco como la pequeña ópera rock condensada como es el “Bohemian Rapsody” de Queen, en un trabajo que la muestra al mundo como una espléndida e inquietante letrista y compositora, acompañada en algunas creaciones por su propio productor, un Marvin Etzioni que luce en su currículum colaboraciones con Counting Crows o Peter Case.
En su banda, encontramos también otros nombres vinculados a artistas que sirven de verdaderas referencias a la chica de ojos marrones, como el bajista Sheldon Gomberg
(Rickie Lee Jones y Ryan Adams), los baterías Dave Mattacks (Nick Drake) y Don Heffington (Bob Dylan, Jayhawks, Victoria Williams) o el
pedal steel de Greg Leisz (Wilco, Brian Wilson). La voz de DeLisle se muestra tan dramática como clásica a la vez, capaz de enternecer en “The bloody bucket”, de recrudecerse en “The blue heart” o de ofrecer temas de gran belleza como “Joanna” (dedicada a la dura vida de su madre), “Iron flowers”, la inquietante “You made me king”,
“God´s got it” (el clásico y precioso himno cristiano del reverendo Charlie Jackson, un estremecedor blues en todos los sentidos) o “Right now” (Nick Cave la firmaría sin ningún tipo de rubor).
Ella misma habla en unas imágenes que acompañan el CD de un estilo
old fashion, lejos de modas, imposiciones y vídeos de la MTV. Afortunadamente. Y es que no cuesta nada imaginarla componiendo con una vieja guitarra, sentada en la madera crujiente de un también viejo porche y poniendo la mirada en el cielo, en ese Dios del que proviene toda la belleza que gente como DeLisle es capaz de convertir en verdaderas
delicatessen musicales.
Un aspecto curioso en la vida de DeLisle (californiana, nacida en 1973, con ascendencia irlandesa y española) es que combina su faceta musical con la de dobladora profesional de películas y series de dibujos animados, aunque si se repasa su vida, se puede observar que su camino no ha sido, precisamente, de rosas. Su padre abandonó a la familia, mientras su madre se enganchó a las drogas, por lo que quien crió en gran parte a Grey fue su abuela, Eva Flores Ruth, una cantante que llegó a actuar con Tito Puente.
Su madre se convirtió al Evangelio a través de una comunidad pentecostal bastante reacia a acercarse a la música secular, por lo que Grey sufrió la prohibición de interpretar o escuchar temas country o de grupos más cercanos a la estética gótica, como The Cure.
Así,
empezó a cantar temas gospel, una influencia que le sirvió para labrarse un estilo que posteriormente ha ido dando forma en sus trabajos, hasta llegar al fabuloso Iron flowers, uno de esos álbumes ideales para adentrarse en un canto de redención hacia su propia madre, en una luz que un día empezó a brillar en sus vidas, en esas carreteras llenas de huérfanos, campos de maiz, camiones y capillas, y, principalmente, en uno de los cantos más crudos, directos y sinceros que se han hecho nunca a Dios.
“God´s got it” es uno de esos clásicos que muchas bandas van recuperando (los mismísimos The Black Crowes lo hicieron en su reciente
Warpaint del 2008), y que con muy, muy pocas palabras es capaz de ir calando hacia lo más hondo del alma, hasta instalarse de forma definitiva:
God´s got it (Rev. Charlie Jackson)
If you need it, God´s got it
He got everything you need
He got every, everything a poor man needs
You want money, God´s got it
He got everything you need
He got every, everything a poor man needs
If you need it, God´s got it
He got everything you need
He got every, everything a poor man needs
La esencia de la música del reverendo Charlie Jackson (que murió hace tan sólo tres años) se puede encontrar en un disco, God´s got it: the legendary Booker and Jackson singles, que sirvió como debut del sello Case Quarter Records. Jackson unió su pasión por el gospel y el blues para crear un sonido oscuro, crudo, herencia directa de la música negra del sur de los Estados Unidos, aquella que enraizó a las orillas del Mississipí. Los 18 temas que forman ese álbum permiten obtener una visión de cómo el blues de las zonas rurales se reconvirtió a un blues urbano, áspero y abrazado por las armonías del gospel de las iglesias. Canciones de redención, perdón y gracia. De amor, en definitiva.
MULTIMEDIA
Pueden escuchar aquí la
canción God´s got it interpretada por Keith Wonder Boy Johnson (1.3 Mb)
Escrito por:
Jordi Torrents
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