Medidas contra el tedio

1. Mirar por la ventana. Anotar cuántos hombres y cuántas mujeres pasan de largo, y comprobar qué género es mayoría.

2. Recolocar el mini-bar.

3. Buscar lugares nuevos donde los gedeones podrían haber colocado la Biblia, además de en el cajón de la mesita de noche.

4. Componer poemas en los crucigramas del periódico.

5. Abrir la Biblia de los gedeones por un lugar cualquiera; situar el dedo en un pasaje cualquiera; buscar una aplicación cualquiera, y convencerse por todos los medios de que ese es el objetivo a seguir, de que en ese fragmento al azar están todas las respuestas. Después desobedecerse a uno mismo.

6. Hacer bolas con las páginas de la guía de la ciudad y encestarlas en la papelera que tengo junto a la ventana.

7. De vez en cuando, levantar objetos con los dedos de los pies afectados por el esguince.

8. Buscar dibujos en las virutas de pintura del techo.

9. Sacar fotos a distintas horas del día de la vista de la ventana.

10. Lanzar cartas a un sombrero a los pies de la cama.

11. Trabar conversación con los vecinos y buscar similitudes en ambas vidas.

12. Adivinar las conversaciones lejanas que no podemos oír desde la ventana.

13. Planificar varias rutas para seguir de aquí en adelante hasta el pozo azul de la Argentina.

14. Hacer flexiones y abdominales hasta tener calambres.

15. Conseguir comida para el gato que elige mi balcón para maullar a las estrellas.

16. Hacer la cama. Deshacerla. Volverla a hacer. Construir una tienda para las horas de más calor, y para defenderse. Nunca se sabe.

17. Cocinar todo lo que haya en la habitación. Por ahora tengo: piña, chocolatinas, café, media zanahoria, dos mazorcas de maíz, y un par de cigarros.

18. Preparar un botiquín de primeros auxilios, tanto físicos como económicos.

19. Hablar con Dios.

20. Colocar el oído junto a la pared, y buscar indicios de vida.

21. Quejarse a Dios.

22. Leer, aunque sea en español y no lo entienda.

23. Colocar delante todos los objetos recogidos por el camino, y recordar los olores, los sonidos, los instantes, las razones de su recogida. Inventarme aquellos que haya olvidado.

24. Perdonarse a uno mismo.

25. Cambiar la distribución del mobiliario de la habitación, aunque esto pueda suponer otra lesión. Ningún peligro puede conmigo.

26. Estudiar el mapa de la ciudad, y planear algunas visitas.

27. Inventar nombres de calles en las que perderse.

28. Hacer una lista con cosas para hacer después, y luego romperla.

29. Hacer una lista con cosas por las que pedir perdón, o por las que sentirse agradecido, o cosas que debo a alguien, o nombres de gente en las que pienso. Romperla después, pero no sin antes haberla leído varias veces, y prometer cumplir algo de lo anotado.

30. Aprender algo de español.