Conclusiones sobre el binomio DI-ciencia

A manera de cierre, en este último artículo ofrecemos una serie de conclusiones.

5.1 CIENCIA Y FE DEBEN EVITAR DOS TENTACIONES: ARMONIZACIÓN Y CONFRONTACIÓN
El drama de las relaciones ciencia y fe no es que ciertos creyentes se hayan opuesto a la ciencia. Paradójicamente, el problema proviene del deseo de conciliar la fe con la ciencia en alguna generación anterior. Pero tan pronto como esa síntesis se consigue, la ciencia progresa y deja a esa “fe” en el aire, y a sus defensores luchando por una ciencia que ya ha pasado a la historia.(108)

Igualmente, hay que evitar el deseo de rechazar la ciencia para, supuestamente, exaltar más a Dios, pues toda verdad proviene de Él y, como decía Bacon: “Dios no obra nada en la naturaleza sino a través de causas segundas; y si se afirma creer otra cosa, es mera impostura, como si con ello se favoreciera a Dios, y no es sino ofrecer al autor de la verdad el sacrificio impuro de una mentira.”(109)

No comprender este delicado balance ha llevado a todo tipo de desastres para la fe. Por eso, aunque parezca tentador cubrirse del manto de autoridad de la ciencia, debemos resistir construir nuestra doctrina o apologética sobre ella. ¿Qué pasará si ciertas teorías cambian en el futuro? ¿Quién sabe cómo será la ciencia en el 3000? Las teorías científicas deben ser cultivadas como ciencia, pero la fe debe ser independiente de la ciencia y basarse en Jesucristo, su vida y su enseñanza. Si para algo deben servirnos los progresos de la ciencia, es para aprender a separar lo esencial del mensaje bíblico de la inevitable envoltura cultural en la que nos ha sido entregado.

5.2 EL DI ES UNA APOLOGÉTICA ERRADA, CUYA CUÑA HIERRA EL BLANCO
Se entiende que algunos, preocupados por los feroces ataques de científicos como Richard Dawkins, se vuelquen en la apologética. Pero el DI no es la “solución”. El hachazo contra el naturalismo y el materialismo en la ciencia, aparentemente muy atractivo para los cristianos, es en el fondo erróneo, pues la creación de Dios es eso, natural y material. Es más, el DI, al cerrar los ojos ante ciertas evidencias científicas, se desacredita a sí mismo. Lejos de promocionar la fe, refuerza el ateísmo que aprovecha estos errores para retratar al cristianismo, nuevamente, como anticientífico.

Además el DI nos lleva a una teología menos bíblica de lo que aparenta, apuntando tanto a una fe en un diseñador divino, como en un diseñador extraterrestre.(110) Así, no sorprenden las críticas teológicas desde ámbitos cristianos, como el biólogo evangélico Oliver R. Barclay, fundador del CiS, que en un reciente artículo en la revista Alétheia, señala tres problemas teológicos en el DI(111):

“1. Los argumentos del DI tienden a separar el orden creado en lo ´natural´ de lo ´diseñado´. […].
2. La falta de un punto de vista más fuerte sobre la providencia en la posición del DI puede, fácilmente fusionarse en un semi-deismo. […].
3. Existen verdaderos peligros teológicos en cuanto al concepto del ´Gran Diseñador´, […]. Sin duda, hay el peligro de definir a un ´dios´ como hecho a nuestra propia imagen. […].”(112)

Aún peor es que la cuña de Johnson no se detiene en el ateísmo, sino que dirige su filo contra “el mundo académico cristiano” y “las burocracias de las principales denominaciones”, afirmando: “No queremos honrar al verdadero Dios, y así nos volvemos del creador a las cosas creadas, incluyendo ídolos de la mente como la teoría de la evolución.”(113) Y, más explícitamente, Dembski anuncia que:

“Los teóricos del diseño no son amigos de la evolución teísta. […]. Lo que hace la evolución teísta es bautizar la visión darwinista del mundo biológico, identificándola con la manera en la que Dios creó la vida.(114) Cuando la reducimos a su contenido científico, la evolución teísta no se diferencia de la evolución atea, […].” (115)

Es preocupante comparar esta retórica(116) con la de Cosmas, hace 1500 años:
“Existen cristianos de apariencia que, sin tener en cuenta la divina Escritura, a la que desdeñan y menosprecian como los filósofos no cristianos, suponen que la forma del cielo es esférica, inducidos al error por los eclipses del sol y de la luna. […] es imposible que cualquiera que tenga la voluntad de ser cristiano se deje extraviar por el error especioso de los no cristianos, mientras que la divina Escritura presenta otras teorías.”(117)
“Uno no se equivocaría llamándoles hombres con dos caras; ellos quieren estar a la vez con nosotros y con los paganos; la renuncia a Satán que proclamaron en el momento de su bautismo, la abjuran ahora y se vuelven a él. [...].”(118)

Francis Collins nos llama a abandonar una batalla innecesaria y prejudicial:
“[…] este barco no se dirige a la tierra prometida; más bien va de cabeza hacia el fondo del océano. Si los creyentes han asociado sus últimos vestigios de esperanza de que Dios pueda encontrar un lugar en la existencia humana a través de la teoría del DI, y esa teoría colapsa, ¿qué pasa entonces con la fe?”(119)

No puedo evitar recordar, con preocupación, las proféticas palabras de Galileo:
“Cuando […] hayan proclamado que decir que la tierra se mueve es herejía, si las demostraciones, las observaciones y las necesarias verificaciones demuestran que se mueve, ¿en qué dificultad se habrán puesto a sí mismos y habrán colocado a la Santa Iglesia?”(120)

Como decía MacKay, los cristianos han disparado con frecuencia al lugar equivocado (incluso contra sus propias filas).(121) Los que ansíen ir al frente de batalla apologético deberían recordar que la lucha no es contra la ciencia, sino contra el “parásito filosófico” ateo que trata de apoyarse en ella. Y eso debería unirnos a todos,(122) con independencia de que apoyemos el creacionismo, DI o evolucionismo.

5.3 EL AVANCE DE LA CIENCIA ES NUESTRA MEJOR APOLOGÉTICA
Debemos rechazar la apologética tapa-agujeros que acaba expulsando al Creador de su obra. El teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer describió esto así:

“[…] no debemos utilizar a Dios como ´tapa-agujeros´ de nuestro conocimiento imperfecto. Porque entonces; si los límites del conocimiento van retrocediendo cada vez más, -lo cual objetivamente es inevitable-, Dios es desplazado continuamente con ellos, y por consiguiente, se halla en constante retirada. Hemos de hallar a Dios en las cosas que conocemos, y no en las que ignoramos.”(123)

Sí, hemos de encontrar a Dios en los “llenos”, no en los “agujeros” de la ciencia. Pero eso no debe lanzarnos a armonizar ciencia y fe. Si bien los agujeros de la ciencia tienden a cerrarse, armonizar a Dios con los llenos tampoco es seguro. La ciencia, no sólo llena los agujeros, sino que, de vez en cuando, se producen revoluciones científicas, y se da un vuelco a los llenos. Entonces peligrará el Dios que hemos apalancado allí confiadamente. Dios no se puede demostrar por la ciencia, ni negativamente desde los huecos, ni positivamente desde los llenos. Pero, como dice Collins:

“Hay buenas razones para creer en Dios, incluyendo la existencia de principios matemáticos y orden en la creación. Estas son razones positivas, basadas en lo que conocemos, más que asunciones por defecto basadas en una falta (temporal) de conocimiento.”(124)

En efecto, lo que podemos y debemos hacer es celebrar a Dios desde el progreso de la ciencia, desde la aplastante evidencia de orden en la creación, confiando que ningún hueco escapa a su poder. Deberíamos recordar que cada nuevo avance de la ciencia no debe ser contemplado como un retroceso de la fe. Al contrario, si la ciencia es como creía von Weizsäcker “un don del cristianismo al pensamiento moderno”, sus éxitos deberían celebrarse por los creyentes con orgullo. Así, cada nuevo avance científico no se verá como un clavo más en el ataúd del Creador, sino como una nueva joya en su trono de gloria.(125)


Autor: Pablo de Felipe es doctor en Bioquímica, investigador, escritor y profesor de Ciencia y Fe en el Seminario SEUT
Esta serie se corresponde con la intervención del autor en el Fórum de Apologética 2008

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Referencias
108) Como observa Collins, “la harmonía de hoy puede ser la discordia de mañana”. Francis Collins. The language of God. Véase ref. 65, p. 59.
109) Francis Bacon. El avance del saber. Véase ref. 3, p. 25.
110) Behe ha declarado lo siguiente sobre la identidad del diseñador: “Aunque yo encuentro agradable pensar que es Dios, otros pueden preferir pensar que es un extraterrestre – o ¿quién sabe? Un ángel, o alguna fuerza satánica, algún poder de la nueva era. Algo sobre lo que nosotros no sabemos nada todavía.” Declaraciones en una entrevista de John Sutherland. 12 de Septiembre de 2005. A design for life. The Guardian. Disponible en: http://www.guardian.co.uk/science/2005/sep/12/religion.news. Véase también la opinión de Behe sobre la identidad divina del diseñador en la cita correspondiente a la nota 39. Por su parte, Dembski ha declarado recientemente que: “El Diseñador del diseño inteligente es, en última instancia, el Dios cristiano.” Declaraciones en una entrevista de Devon Williams. 14 de Diciembre de 2007. Friday Five: William A. Dembski. Citizenlink (Focus on the Family). Disponible en: http://www.citizenlink.org/content/A000006139.cfm.
111) En 1854, Newman calificó ya la “teología física” de Paley como “falso evangelio”. John Henry Newman. Christianity and Physical Science (10.3) Publicado en: The idea of a university. Longmans, Green, and Co., London, 1907, p.453. Disponible en: http://www.newmanreader.org/works/idea/article7.html.
112) Oliver R. Barclay. 2007. El diseño inteligente en la naturaleza. Alétheia 31:43-45.
113) Philip E. Johnson, Entrevista en 2000, disponible en http://www.christianbook.com/Christian/Books/dpep/interview.pl/16559901?sku=22674).
114) El biólogo molecular evangélico Denis R. Alexander no parece tener ningún temor a hacer precisamente eso: “Una vez que hemos bautizado la evolución en nuestra visión del mundo cristiana, como han estado haciendo cristianos sin número desde la época de Darwin, entonces por supuesto que no necesitaremos ver la teoría evolutiva como el siniestro intruso o el ´ácido universal´ que los Dennetts y Dawkins de este mundo parecen imaginar, sino como el proceso que Dios ha elegido, por su voluntad soberana, para traer a la existencia toda la sorprendente diversidad biológica que vemos a nuestro alrededor. Es más, semejante teísmo robusto subvierte el espejismo de Dawkins tal y como Génesis 1 subvirtió en otro tiempo las mitologías babilónicas de la creación.” Denis R. Alexander. Creation or evolution – do we have to choose? Véase ref. 37, cap. 8.
115) William A. Dembski, What every theologian should know about creation, evolution, and design. Véase ref. 35.
116) Véase también el reciente ejemplo de Albert Mohler, presidente del Southern Baptist Theological Seminary, que afirmó recientemente: “Dada la tendencia humana a la inconsistencia, hay gente que dirá que mantiene ambas posturas. Pero no puedes afirmar coherentemente al mismo tiempo la afirmación de veracidad del cristianismo y el modelo dominante de la teoría evolutiva.” Declaraciones de Albert Mohler en un artículo de David van Biema. 7 de Agosto de 2005. Can You Believe in God and Evolution? TIME 166(7). Disponible en: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,1090921,00.html.
117) Cosmas Indicopleustes. Topographie chrétienne. Wanda Wolska-Conus (ed.). Les Éditions du Cerf, Paris, 1968, tomo I, prólogo, 4, p. 264.
118) Idem., I, 4. p. 276.
119) Francis Collins. The language of God. Véase ref. 65, p. 195.
120) Galileo Galilei. Carta a Elia Diodati (1633). Citado en Ludovico Geymonat. Galileo Galilei. Ed. Península, Barcelona (España), 1986, p. 82.
121) Véase ref. 17.
122) Incluso a no-cristianos interesados por la rigurosidad científica.
123) Dietrich Bonhoeffer. Cartas desde la cárcel. Publicado en español en "Resistencia y sumisión". Signee, Salamanca, 2004, p. 218.
124) Francis Collins. The language of God. Véase ref. 65, p. 93.
125) Según Ayala, “los creyentes deberían ver en los magníficos logros de la ciencia moderna una manifestación de la gloria de Dios, no una amenaza para su fe.” Francisco J. Ayala. Véase ref. 48, p. 104.

	Artículos anteriores de esta serie:
	1		Diseño inteligente y alternativa apologética en la ciencia
	2		La polémica del Diseño Inteligente
	3		El desafío de la genómica
	4		DI y alternativas apologéticas en las ciencias