sábado, 23 de noviembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

El misterio de Darwin desplaza al de Aristóteles

Las teorías de Darwin y sus mitos (VI)

La teoría de la evolución biológica afirma que la vida surgió por azar en los primeros océanos hace aproximadamente 3.500 millones de años como una microscópica célula sin núcleo. Este pequeño ser vivo fue transformándose hasta originar la maravillosa diversidad de organismos que han poblado y pueblan todavía hoy, nuestro planeta azul. ¿Hay evidencias realmente científicas que demuestren que esta teoría es ciert
CONCIENCIA AUTOR Antonio Cruz Suárez 24 DE MAYO DE 2008 22:00 h

En las escuelas se enseña que la teoría de la evolución se basa en una serie de pruebas que son fruto de la observación. A los estudiantes se les enseña que la conclusión lógica del estudio de éstas pruebas es que los seres vivos han evolucionado. Las evidencias que se presentan provienen de diferentes disciplinas pertenecientes a las ciencias naturales: Anatomía comparada, Embriología, Bioquímica, Paleontología, Biogeografía, e incluso Etología.

Analizaremos cada uno de estos argumentos que tradicionalmente se presentan como pruebas de la evolución.

Por poco observador que se sea, es fácil darse cuenta de que la naturaleza es pródiga en diversidad, pero es ahorrativa en modelos estructurales.

Infinidad de animales distintos poseen rasgos fundamentales comunes. ¿Por qué hay tantos seres que presentan una cabeza, dos ojos, dos orificios nasales, un tronco y unas extremidades? ¿Cuál es la razón de que todos los mamíferos posean siete vértebras cervicales, tanto si tienen el cuello corto, como el topo, o largo como la jirafa, (con una excepción, el manatí que tiene seis)? ¿A qué se debe que todas las especies vegetales superiores vivan fijas al sustrato y presenten raíces, tallo y hojas? ¿Cómo es que los seres humanos somos morfológicamente tan parecidos a los monos superiores? En la actualidad se conoce un millón y medio de especies animales diferentes que pertenecen solamente a una veintena de tipos estructurales básicos. Esto constituye realmente un enigma.

No cabe duda de que esta evidente semejanza entre los organismos ha constituido siempre un enigma para los estudiosos de la naturaleza. Hasta el siglo XIX, la respuesta que se dio a esta cuestión tuvo sus orígenes en la filosofía griega. Aristóteles afirmó la existencia de una unidad de plan entre los seres vivos. Gracias a esta unidad sería posible la comparación entre las distintas formas vivas y esto iba a permitir, más tarde, el surgimiento de disciplinas científicas como la Anatomía comparada. La misión de esta ciencia, llamada también Morfología, era precisamente demostrar que la estructura y las funciones de los organismos, o de sus partes, caracterizaba a todos los seres de un mismo grupo. Los datos de la Anatomía iban a permitir la realización de las clasificaciones naturales y, por tanto, darían origen a la disciplina de la Sistemática.

Con la aparición de la teoría evolucionista, los estudiosos de la naturaleza, dejaron de aceptar la explicación aristotélica. La suposición de Aristóteles, fue sustituida por la de Darwin. Un misterio se cambió por otro misterio. Si la suposición de una unidad de plan no podía explicar por qué existía tal plan, más que apelando a la existencia indemostrable de un Creador inteligente, de repente, la semejanza entre los organismos se explicaba como resultado de su parentesco común. Los parecidos se debían a sus relaciones evolutivas. Cuanto mayor era el grado de semejanza entre dos especies, más próximas debían ser sus relaciones filogenéticas. Si dos seres se parecían era porque habían evolucionado a partir de un antepasado común. De esta manera la teoría de la evolución introducía en las ciencias naturales un axioma biológico, el principio indemostrable, de que la semejanza es evidencia de la evolución, o dicho de otra forma, que “parecido implica filiación”.

Con este criterio se empezaron a construir hipotéticos árboles genealógicos que intentaban explicar las relaciones de parentesco entre los distintos grupos de seres vivos.

Para ilustrar estos árboles se proponían incluso analogías tomadas de disciplinas tan alejadas de la biología, como podía ser la filología comparada o el estudio de las lenguas.

En este sentido Sir Gavin de Beer escribía en 1964: “Las semejanzas entre las lenguas francesa, castellana, italiana, portuguesa, provenzal, romance y rumana se extiende, no sólo a su vocabulario, sino también a la estructura de sus palabras y al modo como se usan para construir frases. Nadie podría suponer que estas lenguas se hubieran inventado independientemente por los pueblos que las hablan, y se sabe por los documentos históricos que todas ellas han derivado, o evolucionado, a partir del latín [...] igualmente, las ciencias comparadas de la anatomía, embriología, bioquímica, serología y otras, proporcionan evidencias de semejanzas, explicables únicamente si ha ocurrido la evolución de las plantas y de los animales”. (de Beer, Atlas de evolución, 1970)

Estos razonamientos se acompañaban con extensos esquemas sobre la historia de las lenguas en la familia indo-europea para mostrar que todas descendían también de un antepasado común.

Tan sólo cuatro años después de que fuese publicada, en castellano, la primera edición de la obra de de Beer, apareció otro pequeño atlas escrito por dos autores alemanes, Günter Vogel y Hartmut Angermann. Estos biólogos se refieren al ejemplo anterior con las siguientes palabras: “Mientras que se admite, a partir del vocabulario, de las estructuras de las palabras y de la sintaxis, que el español, el francés y las otras lenguas románicas derivan del latín, la biología no ha podido obtener un resultado tal. Aunque la teoría de la evolución haya intentado poner de manifiesto la analogía entre organismos bajo el mismo punto de vista que la lingüística”. (Vogel & Angermann, Atlas de Biología, 1974: 461)

El ejemplo de las lenguas, no se acepta como válido. No se pueden mezclar dos cosas tan diferentes como la evolución lingüística y la biológica.

Es cierto que las lenguas románicas se han originado a partir del latín, y tenemos documentos históricos que así lo atestiguan, incluso este idioma todavía se estudia en la universidad. El latín no es un eslabón perdido sino una lengua real con una rica y abundante literatura que cualquiera que conozca esta lengua puede leer en la actualidad. Podemos rastrear en los archivos históricos la evolución de las lenguas románicas y estudiar los cambios experimentados por las palabras a través del tiempo.

Todo esto se conoce perfectamente. Pero lo que resulta obvio en lingüística, es sumamente especulativo en la evolución biológica. No se pueden extrapolar los hechos de la lingüística a las hipótesis de Darwin. Que el chimpancé y el hombre hayan tenido el mismo antepasado no es algo directamente verificable.


Artículos anteriores de esta serie:
1La selección natural de Darwin
2El mito del darwinismo social
3La caja negra de Darwin
4Fanatismo evolucionista y creacionista
5Cuando la clasificación contradice la evolución
 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - El misterio de Darwin desplaza al de Aristóteles
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.