A la Feria, visitada por varios miles de personas, siempre llega un segmento de personas, entre ochenta y cien, interesadas en asistir a la Escuela. Este año, a diferencia de los anteriores en que el espectro de los asuntos tratados era bastante general, estaremos ofreciendo clases en dos áreas concentradas: técnicas sobre cómo escribir y charlas inspiracionales. Las primeras serán ofrecidas por dos miembros de la Asociación que ya han visto publicadas sus primeras novelas más el director internacional; y las segundas estarán a cargo de un experimentado comunicador y una autora que se ha hecho conocida por su inquietud en promover ella, en forma personal, los libros que escribe.
La meta final de ALEC, tanto en los seminarios y talleres que ofrece en diversos países de Hispanoamérica como en la Escuela de Miami, es la misma que se ha sustentado desde que la asociación existe: formar escritores cristianos que produzcan buena literatura que entretenga, eduque y que lleve, entretejido en la historia que cuenta, un mensaje de amor y esperanza de parte de Dios.
Se ha escogido la literatura de ficción porque con ella hay más posibilidades de alcanzar al público que nos interesa: los millones y millones de gentes que mantienen una práctica religiosa muy baja o que, simplemente, no tienen interés en los asuntos del espíritu. Y que, además de eso, no tienen la costumbre de leer. Y se procura tomar personajes bíblicos poco expuestos por el texto sagrado y elaborar, a partir de lo que este dice sobre ellos, una obra de ficción que exalte la belleza de la Sagrada Escritura y que derribe el mito bastante generalizado, más que nada por ignorancia y desconocimiento, de que la Biblia es un libro aburrido.
Con las primeras novelas, cuentos y relatos publicados en 2006, ALEC dejó demostrado que la estrategia es adecuada. Personas que nunca habían leído una novela completa, lo hicieron ahora con
La llave, Potifar, Séfora o
Peones ciegos. Otros, mediante la lectura de
Desesperanza o
Una flor roja, han tenido un encuentro creativo con la Sagrada Escritura. Es una de las metas de ALEC: acercar por este medio la Biblia al pueblo, en la convicción que sigue siendo verdad que «toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia». Y que quien entra en contacto directo con la Biblia está muy cerca de encontrarse, en una manera personal, con el Autor y su Hijo, Jesucristo.
Las clases que se ofrecerán este año en la Escuela son: Técnicas para alcanzar un alto nivel en la escritura de textos, con énfasis especial en la maqueta o diseño. Esta clase la ofrecerá Febe Jordà, de Barcelona, quien ha tenido que reemplazar a Luis Ruiz, ausente de estas actividades a causa de un accidente automovilístico que pudo haberle costado la vida junto a su esposa y del cual se recupera desde octubre de 2007. La clase Teoría y práctica sobre el género narrativo la dictará el estudiante de Filología Hispánica, el madrileño Miguel Angel Moreno Gómez. Luego, la clase Desarrollo gradual de un escrito: desde las 100 a las 50 mil palabras, estará a cargo de Eugenio Orellana, director y fundador de ALEC. Las charlas inspiracionales las ofrecerá Guillermo Serrano, de Chicago, Illinois, presentador de los programas de radio y televisión La Hora de la Reforma y la autora Hada María Morales, de Miami.
El año que viene, la Asociación Latinoamericana de Escritores Cristianos se apresta a celebrar sus diez años de vida. Se están organizando, para tal efecto, una serie de actividades, entre las que se cuenta una Cumbre de ALEC donde se plantearán cambios sustanciales para el trabajo futuro de la Asociación. La periodista chilena y profesora/mentora voluntaria de ALEC Licda. Berta Marín Pérez, ha empezado a preparar el primer borrador del TALEC (Test de Aptitud Literaria de ALEC) al que serán sometidos los futuros interesados en ingresar como alumnos. Se ha empezado a trabajar, desde ya, con miras a tener para noviembre de 2009 diez nuevas novelas además de un libro que exponga el desarrollo de la Asociación desde sus inicios hasta ahora. Y una antología de poemas escritos por sus propios alumnos.
La actividad de ALEC sigue adelante a un ritmo creciente. Además de la cumbre, que bien podría celebrarse en un país centroamericano combinándola con un seminario para toda la región, hay en perspectivas seminarios y talleres en Venezuela, Puerto Rico y Nueva York.
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