El Sinn Fein se fundó el 28 de noviembre de 1905. Apenas seis años después el partido estaba casi moribundo, ya que los más radicales no aceptaban las posturas moderadas de uno de sus fundadores llamado Griffth, por otro lado el autogobierno ya estaba prácticamente conseguido. En 1912 se introdujo el tercer proyecto de auto gobierno, en 1914 la ley era aprobada por el rey Jorge V.
La independencia no era bien vista por los unionistas, que en 1912 formaron el “Pacto y liga Solemne del Ulster”(1). En el documento podemos observar son de carácter económico y político. Los unionistas temían perder su estatus, dejando de pertenecer a un “Imperio Mundial” para ser ciudadanos de una isla sin peso específico en el concierto internacional. El barniz religioso que se da al documento no difiere mucho de la leyenda que lleva el billete de un dólar “En Dios confiamos” o de jurar la constitución frente a una Biblia en un estado secular, es puro simbolismo. El factor religioso no es, a nuestro parecer, el más importante.
La intención de los unionistas no quedó en palabras, se nombro un gobierno provisional, si el autogobierno de Irlanda prosperaba y se formó una milicia. El gobierno británico abortó un intento de levantamiento en la zona del Ulster.
Algunos nacionalistas irlandeses aprovecharon el estallido de la primera Guerra Mundial, para conseguir la independencia de manera violenta. Se creó un ejército clandestino llamado Voluntarios Irlandeses, uno de los organizadores de este grupo fue Patrick Henry Pearse, hijo de un protestante.
Algunos de los nacionalistas buscaron apoyo en Alemania y Estados Unidos, mientras los partidarios de métodos revolucionarios para la independencia iban creciendo. Este hecho contrastaba con el increíble apoyo de la población al ejército británico, ya que miles de voluntarios lucharon en Europa bajo su bandera.
El lunes de Pascua de 1916 se produjo un levantamiento en Dublín, los rebeldes ocuparon algunos de los edificios más estratégicos. Esta puede calificarse de la primera actuación del IRA (Ejército Republicano Irlandés). En el enfrentamiento murieron 234 soldados. La mayoría de los irlandeses rechazaron esta forma violenta de hacerse con el poder. Unos días después todo volvió a la normalidad y hubo centenares de detenciones.
Tras un rápido juicio por traición una decena de dirigentes del IRA fueron fusilados 14 personas.
En 1917 se propició una Convención Irlandesa para facilitar un acuerdo entre unionistas e independentistas. En Dublín se soltaron a todos los prisioneros del levantamiento de un año antes y
el Sinn Fein eligió como líder del partido a un irlandés de origen español llamado De Valera. Este partido marginal en un principio fue ganando rápidamente adeptos. Los candidatos del Sinn Fein en las elecciones del 17 no ocuparon sus escaños en Inglaterra en forma de protesta. Se produjo el encarcelamiento y expulsión de la mayoría de los dirigentes del Sinn Fein, convirtiendo a Collins, en el nuevo líder del partido mientras De Valera estaba en el exilio.
El IRA cometió numerosos atentados contra fuerzas británicas, haciéndose fuertes en las zonas rurales. El gobierno británico respondió con gran virulencia.
El domingo 21 de noviembre de 1920 la escala de violencia se incrementó. El IRA asesinó a doce oficiales británicos. Esa misma tarde se celebraba un partido de fútbol y tras el encuentro un grupo de simpatizantes se reunió en el parque Croke de Dublín, los militares indignados por el atentado y creyendo que la reunión era una celebración nacionalista dispararon salvajemente contra la multitud, asesinando a 12 personas, entre ellos una mujer y un niño. Por la noche la policía también disparó y asesinó a tres sospechosos. Esta fecha pasó a la memoria de Irlanda como el “Domingo Sangriento”. Las atrocidades por ambas lados se fueron sucediendo. El 30 de noviembre Roger Sweetman, propuso un diálogo para terminar con la violencia.
El día de nochebuena De Valera volvió al país, un día antes había entrado en vigor la Ley de Gobierno, que proponía dos autogobiernos, uno en Dublín para veintiséis condados y otro en Belfast para los seis condados del noreste, la ley preveía la unión total de Irlanda siempre y cuando los unionistas quisieran aceptarla.
Una parte del IRA no aceptó el acuerdo, siendo amenazado por Collins de muerte si hacían algún acto violento.
De Valera fue recibido en Londres, el acuerdo llegado aseguraba la independencia, pero dentro de la monarquía británica, por lo que los disputados y miembros del gobierno debían jurar fidelidad a la Corona, al final De Valera aceptó el acuerdo. La mayor parte del país recibió el tratado con alegría, cansados de tanto derramamiento de sangre, pero algunos grupos violentos iban a hacer la vida imposible a la joven nación.
El tratado fue ratificado el 7 de enero de 1922 por 64 votos a favor y 57 en contra, De Valera dimitió al ver que no triunfaban sus tesis republicanas y Griffith fue nombrado presidente, el 2º presidente del Estado de Irlanda.
Desde 1920 los ataques de orangistas contra proirlandeses del sur se multiplicaron y el gobierno del sur armó a miembros del IRA del norte de Irlanda. El gobierno creó el Ejercito Nacional, ya que se le escapaba el control del IRA, algunos miembros del IRA buscaban el enfrentamiento del EN, para desprestigiarlo. El IRA ocupó los Tribunales Centrales de Dublín, la respuesta de Collins, ministro de interior, fue sacarles a cañonazos. De esta manera comenzó una verdadera Guerra Civil Irlandesa. Entre los que estaban conformes con el tratado y aquellos que querían una República ya.
La crisis aumentó tras la muerte repentina de Griffith y el asesinato de Collins. La represión del EN fue dura y se fusiló a más de 77 activistas del IRA. Al año de la independencia, el norte decidió separarse definitivamente de Irlanda del Sur.
Willian Cosgrave fue nombrado presidente en Irlanda del Sur en agosto de 1922. De Valera intentó medir por la paz y consiguió un alto el fuego, que no respetó el gobierno. En octubre de 1923 había once mil prisioneros del IRA, pero poco a poco fueron liberados y terminó la Guerra Civil en el Sur, ahora le tocaba al norte.
1) “Convencidos en nuestra conciencia de que el autogobierno sería desastroso tanto para el bienestar material del Ulster como para toda Irlanda, subversivo para nuestra libertad civil y religiosa, destructivo de nuestra ciudadanía y peligroso para la unidad del Imperio, nosotros, los abajo firmantes, hombres del Ulsterm súbditos leales de Su Majestad el Rey Jorge V, apoyándonos humildemente en Dios, en quien nuestros padres en épocas de tensión y padecimiento confiaban, prometemos en un solemne pacto a lo largo de nuestro tiempo de amenaza de calamidades, permanecer unidos para defender para nosotros mismos y nuestros hijos nuestra preciada posición de igual ciudadanía en el Reino Unido y utilizar todos los medios que sean necesarios para vencer a la presente conspiración de establecer un Parlamento de Autogobierno en Irlanda. Y en el caso de que se nos impusiera dicho Parlamento, además prometemos solemnemente y mutuamente negarnos a reconocer su autoridad.
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