Sisac fue el fundador de la dinastía XXII en Egipto. De origen libio, procedía de los Meshwesh. Grupo social asentado en el delta del Nilo durante las dinastías XX y XXI. La influencia de este clan militar creció en la sociedad egipcia, llegando a establecer vínculos con familias de las clases dirigentes, incluso con la familia real de Tanis. Tras la muerte del faraón Psusennes II, el general libio Sisac, subió al trono de Egipto.
Después de afianzar su reinado, quiso recuperar la gloria e influencia perdida de Egipto en Palestina, realizando una expedición militar que afirmaría su poder en la zona. Esta expedición tuvo tanta importancia para él (seguramente por los tesoros acumulados),
que la grabó describiéndola en un relieve triunfal en el llamado “Portal Bubastistas”, construido en el Templo de Amón en Karnak (Tebas). En él se menciona más de 150 localidades de Palestina, siendo el mayor registro toponímico de su tiempo.
Es interesante comprobar su coincidencia con el texto bíblico, en los libros 1 Reyes 14:25-27 y en 2 Cronicas 12:2-12, donde hace referencia a esta expedición militar del faraón Sisac. En ellos se menciona como un gran ejército egipcio invade Palestina cinco años después de la muerte de Salomón, cuando ya su reino estaba dividido y debilitado. En el norte reinaba Jeroboan desde Siquen y al sur Roboan lo hacía en Judá desde Jerusalén. La Biblia además informa de cómo Sisac, atacó Jerusalén y se llevó los tesoros del templo y del palacio real.
Sobre los tesoros de Jerusalén, cabe mencionar la coincidencia de la ofrenda que Osorkon I hijo de Sisac realizó a los dioses al inicio de su reinado en Egipto, como indica el profesor Kenneth A. Kitchen. En Bubastis (delta del Nilo), sobre un pilar de granito, grabó la donación de 383 toneladas de oro y plata. Cantidad a tener en cuenta, ya que su padre murió poco después de llevarse los tesoros que Salomón había acumulado.
La descripción bíblica de la incursión del faraón, está hoy además, complementada con datos arqueológicos obtenidos en ciudades fortificadas, como Arad, situada en el Neguev y posiblemente Esión-guéber en el golfo Aqaba. Hacia el norte, siguiendo la ruta de ciudades nombradas en los cartuchos del relieve en el templo de Karnak, se constata en Bet-Sean, Taanac, Meguido, etc. En esta última ciudad conquistada, fue hallado un fragmento de la estela que el faraón Sisac erigió en prueba de su autoridad.
Poco tiempo después de ésta expedición, como se indicó murió Sisac. Aunque su tumba no ha sido localizada, en la de sus sucesores, Sheshonq II y Osorkon II, encontraron algunas de sus joyas. En Biblos descubrieron parte de una estatua suya. Por otro lado, debido al comercio fenicio con la península Ibérica, se ha localizado al sur de España, en la necrópolis Laurita, en Almuñecar, un vaso de alabastro con la inscripción de este faraón.
Volviendo a la datación histórica de Israel en la época de la monarquía unida, recientemente han fechado con técnicas de alta precisión, a través de múltiples mediciones, y utilizando un acelerador de espectrometría de masa, el periodo de la invasión de Sisac, confirmando de esta forma el tiempo generalmente aceptado, para las edificaciones monumentales atribuidas a David y Salomón. Desautorizando la llamada cronología baja, que algunos autores utilizan para asignar las construcciones a reyes posteriores, como la dinastía Omrita.
Este estudio se realizó en las excavaciones de Tell Rehov, mencionado en la lista de localidades grabadas en el templo de Karnak. Ésta ciudad situada en el valle de Jezreel, a unos 5 km al sur de Bet-Sean, fue una de las más grandes de Israel, con una superficie superior a 10 hectáreas.
En ella, los arqueólogos Hendrik J. Bruins de la Universidad Ben-Gurion del Neguev, Johannes Van der Plicht Universidad de Groningen, y Amihai Mazar, Universidad Hebrea de Jerusalén, dataron el estrato atribuido a la campaña militar del faraón Sisac en el 925 AC, con un reducido margen de error de 10 años.
(Publicado en la revista Science 300, nº 5617 del 11 de abril 2003).
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