Desde entonces, algunos otros en el medio cristiano, han seguido tan prolijo ejemplo con igual suerte. Es
vox populi, que son muchos los grupos y solistas que se aventuran en la carrera musical dentro del medio cristiano, con más intención de dar el salto a lo secular, que desarrollar un ministerio evangelístico o de servicio a la iglesia.
En los últimos tiempos se esta dando el mismo fenómeno, solo que esta vez en sentido contrario. Lo verdaderamente sorprendente es el apoyo y reconocimiento que se esta dando a este tipo de usurpaciones en algunos medios cristianos.
El último caso ha saltado a la palestra debido a la fama de los implicados, presuntamente avalados por un reconocido cantautor dominicano.
Maná es el grupo en cuestión, Juan Luis Guerra el cantante invitado y “Bendita la Luz” la canción que está en el candelero. Le invito a que haga lo mismo que un servidor: escuche detenidamente la canción; analice la letra de la misma con cuidado. Y después, trate de llegar a una resolución sobre lo que ha oído.
Mi conclusión es la siguiente: “Bendita La Luz” es una canción hermosa, de corte claramente romántico, en la línea de lo que la agrupación Maná ha venido haciendo los últimos años. Solo que esta vez, enriquecida por la maravillosa colaboración de Juan Luis Guerra. ¡Y eso es todo! Tratar de ver una presunta devoción a Dios, es como poco, una “Bendita Ilusión”. De hecho, el mismo Fher, cantante del grupo y compositor de la canción, ha declarado públicamente que se trata de un tema de amor, inspirado en sus propios sentimientos carnales…
Ahora, no debemos tener ligereza en juzgar a Maná, por algo que inventamos en el medio cristiano primeramente. Lo que ellos, en mi para nada ex cátedra opinión están haciendo, es servirse de los mismos recursos que otros utilizamos antes. Lo que si es un craso error, es darles cobijo en las radios cristianas o en nuestros medios en Internet como si de un tema de música espiritual se tratara. Y colocarles en los altares de la música cristiana por excelencia, usurpando, esta vez sí, un lugar que no les corresponde. Desplazando por ende, a los muchos cantantes y compositores cristianos de excelencia, que con tanto esfuerzo se encuentran, literalmente luchando por que sus canciones se radien en las emisoras de corte espiritual.
Lo que muchos pensamos, es que detrás de los contenidos “duales” de las canciones, se encuentran, tanto en un lado como en el otro, las mismas pretensiones: llegar al mayor número de personas y de ventas claro. Y si hasta ahora no se había hecho el experimento a la inversa es porque los cristianos no habíamos tenido alguna relevancia pública y/o numérica.
De seguro, seguirán el ejemplo de Maná, otros muchos grupos e intérpretes de música secular con la intención de aumentar sus ventas y mercados. Sin lugar a dudas, es un fenómeno naciente que tenderá a desarrollarse. Lo que a nosotros, los cristianos de a pie nos toca, es tener el discernimiento claro de lo que esta sucediendo y no dejarnos seducir por cantos de sirena. Vengan de donde vengan y nos los canten quienes quieran.
Si quieres comentar o