Normalmente, clasificamos a los judíos como gente muy inteligente y pragmática. Ahí están la multitud de premios Nóbel que acumulan. También hemos de tener en cuenta que son una democracia aconfesional y que la mayoría de los judíos no son observantes de la Torá en nuestros días. Entonces, ¿por qué se han lanzado al posible suicidio? ¿Tenían razones para dar un paso de semejante envergadura sabiendo que se iban a ganar aún más la antipatía del resto del mundo y perjudicar su propia economía y turismo?
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
Conscientes de los últimos ataques furibundos de Hisbulá contra las ciudades de Haifa y Tiberiades y las poblaciones cercanas al sur del Líbano, matando también a bastante gente y viendo la aceleración de los ataques con cohetes Katyusha, y otros más sofisticados, así como el incremento también en el norte de Gaza contra las poblaciones costeras del sur de Israel y dándose cuenta de la gravedad de los hechos y asumiendo la participación libanesa, así como la colaboración en la sombra de Siria e Irán suministrándoles los mísiles y cohetes necesarios para sus ataques y como parte de su estrategia de destrucción de Israel, ésta basándose en los hechos flagrantes de desobediencia del Líbano a la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, de septiembre de 2004, que se refiere a la Resolución 425, donde llama a la retirada de las fuerzas extranjeras que había en el Líbano, así como la desintegración y el desarme de las milicias libanesas y no libanesas, además de proponer que el Gobierno del Líbano controle su territorio quedando exento de fuerzas extranjeras ya que ésta es la orden dada por la ONU.
Siria cumplió eventualmente y retiró sus fuerzas de ocupación, pero el Gobierno del Líbano no desarmó a Hisbulá, ni mandó a sus Fuerzas Armadas para asegurar la frontera sur con Israel. Hoy, Hisbulá es parte del Gobierno del Líbano con 2 escaños en el Parlamento del Líbano y, por lo tanto, el Líbano no puede dejar de responsabilizarse, y es por ese motivo que Israel tomó la firme decisión de atacar el Líbano en defensa propia y desentrañar así su flagrante connivencia con Hisbulá, además de estar actuando como apoderado en la sombra de Siria e Irán contra Israel
ANÁLISIS HISTÓRICO
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, enigma puede ser por extensión cualquier dicho o cosa que no se alcanza a comprender, o que difícilmente puede entenderse o interpretarse. Israel, tristemente, es algo que el mundo cristiano, en términos generales, no ha llegado a comprender por causa de la doctrina de la sustitución enseñada por la Iglesia Católica Romana y, con frecuencia, se pone al lado de los palestinos en infinidad de ocasiones por falta de conocimiento real.
Pero, antes que nada,
debemos hacernos una pregunta, ¿es que ha existido alguna vez Palestina o, mejor dicho, un pueblo palestino? No; jamás. Sólo el Emperador Romano Adriano le cambió el nombre de Judea por Palestina, y Aelia Capitolina por Jerusalén en el año 135 d.C. Palestina jamás ha tenido un gobierno legalmente constituido ni un idioma propio. Todo es parte de lo que sucedió después de la Primera Guerra Mundial, cuando en el Tratado de Versalles en el año 1919 surgió una nueva división geopolítica del Oriente Próximo bajo el Mandato del Reino Unido y Francia, después de la desaparición del Imperio Otomano que eran musulmanes pero no árabes y que lo había dominado durante 500 años, cuando convirtieron ese territorio en nuevos países y gobernantes, asignando a Jordania -lo que hoy se conoce por Jordania propiamente- más la otra parte del Jordán, conocida por Palestina desde el año 135 d.C.
Por mandato de la ONU en noviembre de 1947 fue cuando dividieron el territorio de Palestina en dos estados, Israel y Palestina. Israel lo aceptó y se constituyó en el estado de Israel el 14 de mayo de 1948, pero los países árabes como Egipto, Líbano, Siria, Irak y Jordania entraron en guerra contra Israel oponiéndose al establecimiento legal de Israel como nación según el mandato de la ONU. Aquella guerra la ganaron seiscientos mil judíos mal armados contra millones que componían el resto de los países árabes. Cisjordania -la parte occidental de Jordania- quedó bajo control jordano hasta que en la famosa guerra de los 6 días en 1967 fue tomado por Israel junto con Gaza como botín de guerra.
Eran jordanos viviendo en Palestina, pero al conquistar Israel los territorios bajo mandato jordano se convirtió en Cisjordania. Claro, ahora bajo control israelí pero empezó a ser reclamado como palestino con la llegada de Yaser Arafat, reclamando ser reconocido como el pueblo palestino, sin haber existido antes, y así llegamos hasta nuestros días por causa de haber perdido la guerra de los 6 días cuando Israel se anexionó como botín de guerra, los terrenos donde hoy habitan los árabes palestinos, tanto en Cisjordania como en Gaza.
EL ENIGMA
Y ahí está el enigma porque los árabes palestinos islámicos reclaman la tierra como propia de siempre y se oponen a la presencia de Israel que desde los tiempos de su constitución hace 4.000 años, por la promesa hecha por Dios a Abraham diciéndole que dicha tierra le sería dada a perpetuidad:
“Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras; toda la tierra de Canaán en HEREDEDAD PERPETUA; y seré el Dios de ellos” (Génesis 17:8). Luego, más tarde, cuando Abraham se veía mayor, sin posibilidad de tener descendencia, recibe la promesa de Dios diciéndole:
“Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él, como pacto PERPETUO para sus descendientes después de ti” (Génesis 17:19).
Por si esto fuera poco, cuando Abraham tiene que tomar la decisión de echar fuera al hijo de la sierva egipcia Agar, con quien había tenido a Ismael, -de quien proceden los árabes- por culpa de la impaciencia de Sara y de él mismo, Dios le vuelve a repetir:
“Entonces, dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho (Ismael) y de tu sierva (Agar, la sierva egipcia) en todo lo que te dijere Sara, oye su voz; PORQUE EN ISAAC TE SERÁ LLAMADA DESCENDENCIA” (Génesis 21:12). Este era el Plan de Dios para llevar a cabo su Plan de Redención en el mundo a través de Israel diciéndole:
“Pero el Señor había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. BENDECIRÉ A LOS QUE BENDIJEREN y a los que te maldijeren maldeciré; Y SERÁN BENDITAS EN TI TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA” (Génesis 12:1-3).
El conflicto actual en nuestros días se está recrudeciendo porque los fundamentalistas reclaman toda la tierra que ha pisado sus pies, desde el nacimiento del Islam en el año 613 d.C. España está incluida por su presencia de 800 años entre nosotros. Para ellos la tierra está dividida en dos: Dar el Islam (casa del Islam) y Dar el Harb (casa de guerra, las tierras que tienen que ser reconquistadas). Todas formarán el reino del Islam que esperan imponer hasta con la figura de un mesías islámico. Con este razonamiento reclaman toda la tierra de Palestina que incluye el estado de Israel desde el año 1948, de ahí su insistencia en expulsarles al mar y hacer una sola nación árabe llamada Palestina bajo el gobierno de la sharía (la ley).
ANÁLISIS BÍBLICO
Como cristianos evangélicos fundamentados en la Escritura sabemos que la existencia de Israel no fue fruto de la casualidad sino del cumplimiento profético. En Amós 9:14-15 leemos:
“Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, Y NUNCA MÁS SERÁN ARRANCADOS DE SU TIERRA QUE YO LES DI, ha dicho Yahvé Dios tuyo”. Esta profecía tuvo su cumplimiento con el establecimiento del estado de Israel el 14 de mayo de 1948. Igualmente tuvo cumplimiento en el año 1967 la liberación de Jerusalén por la profecía dada por Jesucristo en Lucas 21:24:
“Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Dios es soberano y también es el Dios de Israel y de la Historia, en definitiva el Dios que nosotros creemos y amamos. Por mucho que se empeñen los fundamentalistas islámicos, Israel no se moverá un ápice hasta que venga el Mesías en su Segunda Venida a establecer el Reino que invocamos en la oración del Padre nuestro. Estas profecías son señales de que estamos arribando al fin de los días previos al establecimiento del Reino de Dios en la Tierra.
No obstante, hay otras profecías que no debemos olvidar y que me supone muy duro compartirlas. Éstas están en Zacarías 12:2-3 que dice:
“He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor (los países árabes mencionados) contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra (el resto de las naciones) se juntarán contra ella”. También debemos recordarnos lo que viene en el capítulo 14:1-4:
“He aquí, el día del Señor viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres, y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Yahvé y peleará con aquellas naciones, como peleó con en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en el aquel día sobre el monte de los Olivos, que está enfrente de Jerusalén al oriente…”
CONCLUSIÓN
Hemos constatado que el Israel actual está actuando en defensa propia contra el fundamentalismo islámico, Israel no es un gobierno basado en la Escritura sino que es un gobierno democrático cuyos gobernantes responden a la defensa de su pueblo, contra un fanatismo a ultranza representado por el mundo árabe cuyo fundamentos son los del Islam y no son un gobierno democrático sino un sistema político-religioso basado en los principios del Corán que les permite la guerra santa.
Oremos por la redención de Israel, no olvidemos el fundamento dado por Dios mismo, al que te bendijere bendeciré y al que te maldijere, maldeciré. Ya hay muchos que le maldicen, no seamos nosotros como ellos dejándonos llevar por los principios sesgados, aparentemente racionalistas de los hombres y mujeres del mundo de hoy.
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