miercoles, 27 de noviembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

Cómo lograr un hijo rebelde (7)

5ª y última regla.- Evita que la corrección vaya precedida y seguida por expresiones de amor hacia tu hijo.
FAMILIA AUTOR José Luis Navajo 22 DE ABRIL DE 2006 22:00 h

“Nunca podrá equivocarse quien dé al niño mucho amor y besos, intercalados con disciplina.” Ian Marshall

Los padres quieren a sus hijos, y mucho. Pero no todos los hijos se sienten queridos. La forma en que aplicamos la corrección a nuestros hijos puede obrar provocando distancia entre ellos y nosotros, ó, por el contrario, fomentando la cercanía. Una disciplina aplicada con amor, producirá amor. La corrección administrada con respeto, infundirá respeto.

Nuestro hijo puede sentirse “castigado” ó “educado”, según la forma en que se le disciplina.

Es fundamental que antes de disciplinarle expliquemos a nuestro hijo por qué lo hacemos y le digamos claramente que, aplicar disciplina, nos duele a nosotros tanto ó más que a él.

Si el hijo entiende que la corrección es aplicada por su bien, le dolerá, porque eso es inevitable, pero a la larga razonará que lo hicimos, no por enojo, sino por amor. La Biblia lo dice claramente: “Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” (Hebreos 12:11)

LA TRANSFERENCIA DE LA IRA
El problema viene cuando aplicamos la corrección en un momento de ira o frustración. En la sociedad actual funciona lamentablemente bien lo que se da en llamar “transferencia de ira”: En el trabajo, el jefe de sección recibe una tremenda reprimenda del director general, a continuación el jefe reprendido descarga su ira en el empleado, este, a su vez, llega a casa y revierte la frustración y la ira en su esposa, la esposa lo hará en el hijo y el niño, no teniendo ningún inferior más inmediato dará una patada al perro, el perro descargará su enfado en el gato… y así sucesivamente.

Pero lo opuesto también funciona; podemos proponernos no transferir ira, sino alegría.

Una sonrisa hace florecer cientos de sonrisas.

De cualquier modo, nunca deberíamos corregir ni disciplinar impulsados por condicionantes de frustración. Uno de los grandes riesgos de educar bajo la influencia de nuestro estado de ánimo es que no seremos coherentes al calibrar los hechos ocurridos y las consecuencias que estos deben tener. De ese modo se incurre en desequilibrios y posiblemente en injusticias. Ya hemos dicho que los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre deben responder siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar la pared, mañana, también.

La disciplina es el plato más amargo de la cocina de la educación y también el más difícil de preparar; sin embargo resulta extraordinariamente nutritivo. Todos los padres queremos tener hijos bellos; recordemos la máxima de Safo de Lebos “Lo que es bello es bueno, y lo que es bueno, no tardará en ser bello.” Luchemos para que nuestro hijo alcance la belleza de la bondad.

CUANDO EL NIÑO/A QUIERE MEJORAR
Pero después de administrar la disciplina debemos recordarle que él sigue siendo nuestro hijo/a a quien amamos con todo el corazón; y ese es un momento adecuado para reforzar sus puntos positivos. Alguien opinó sabiamente que por cada cosa negativa que le digamos a alguno de nuestros hijos, deberíamos decirle tres positivas en el mismo día.

De manera especial, si percibimos en ellos un deseo de superarse y portarse bien, es importante reforzar esa actitud con nuestra aprobación y elogio. Cuando nuestros hijos intentan algún cambio no siempre lo logran a la primera. Pero las cosas mejoran si siente que su esfuerzo es valorado por los demás, aunque el resultado no sea todavía el esperado definitivamente. Si aguardamos a que todo esté bien para decirle a un hijo que se nota que está haciendo un esfuerzo, casi nunca llegará ese momento. Pero si nos adelantamos y somos capaces de decir que estamos viendo su buena intención y que las cosas van algo mejor, animamos al que está intentando cambiar a seguir luchando por ello.

Pensemos que lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino porque está en proceso de aprendizaje. Al niño, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.
La falta de interés les entristece mucho. "Mis padres no me entienden. Ayer, llegué todo contento a casa porque me había salido muy bien el examen, y no me hicieron ni caso; seguramente tendrían cosas más importantes de las que preocuparse que de mí".
El sentido crítico y la característica sagacidad infantil hacen en estos casos un efecto arrollador en la descripción de esas situaciones. "El otro día, que quise hacer algo bien y me puse a poner la mesa, se me cayó un vaso y se rompió. Y fue porque me había empujado mi hermano. Y llegó mi padre en ese momento y, sin preguntar más, me dio un tortazo. Encima… Eso me pasa por querer ayudar. Y mi hermano, que no hace nada, ¿qué...? Se ve que lo mejor en casa es pasar desapercibido y desaparecer cuanto antes, y no hacer nada, ni bueno ni malo."

A veces me he preguntado: ¿Por qué cuesta tanto dar ese ánimo al adolescente que está intentando colaborar algo más en las tareas de casa, ó al marido a la mujer, si están intentando algún cambio?

Si el niño se siente frecuentemente reprendido y casi nunca ve reconocidos o recompensados sus actos meritorios -aunque a los padres les parezcan insignificantes comparados con los dignos de castigo-, ante esa insensibilidad de los padres, van desapareciendo en él los deseos de hacer cualquier cosa positiva.

Por otro lado, no conviene ser falsos en nuestras expresiones hacia los hijos. Los adolescentes son especialmente sensibles a la valoración en falso, y necesitan que se sea sincero con ellos. Pero el esfuerzo siempre puede ser señalado, aunque no el resultado, mientras no se haya conseguido. Por ejemplo, se puede decir a una hija “se nota que te estás esforzando por mantener la habitación más ordenada”. Pero si todavía no está bien ordenada no le podemos decir “que ordenada has dejado la habitación”

En definitiva, podemos ayudar a nuestros hijos –y también al resto de la familia- a mejorar, si valoramos su esfuerzo y sus intentos, y se lo decimos.

Ya dijimos anteriormente que las palabras tienen el don de perdurar largamente en la memoria. Y lo peor es que, las palabras hirientes, algunos niños las resucitan más tarde para esgrimirlas como armas contra sí mismos. Pero del mismo modo las palabras amables y de elogio resultan sanadoras y son una fuente de motivación para el futuro.

“Ciertamente ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, obtiene la paz como premio merecido.”
Hebreos 12:11 (DHH)





Artículos anteriores de esta serie:
Cómo lograr un hijo rebelde (1)
Cómo lograr un hijo rebelde (2)
Cómo lograr un hijo rebelde (3)
Cómo lograr un hijo rebelde (4)
Cómo lograr un hijo rebelde (5)
  Cómo lograr un hijo rebelde (6)  

 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Cómo lograr un hijo rebelde (7)
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.