De hecho, también se les conoce por muchos otros títulos tales como “Oración Fuerte al Espíritu Santo”, “La Comunidad del Espíritu Santo”, “Cruzada del Camino Eterno”, y tantos otros que son capaces de confundir incluso al registro mercantil. No hace falta ser un gran empresario para saber que mantener uno de estos títulos en un país como el nuestro es como lanzarse en una piscina vacía desde el trampolín más alto y caer en plancha. Por eso, la organización que preside el éste exprocesado, Macedo Becerra, irrumpe con un nuevo nombre en España: “¡Pare de Sufrir!”. La pregunta es, ¿Cual es el camino que habrá trazado ésta organización para pasar de llamarse “Iglesia Universal del Reino de Dios” a algo tan ridículo como “¡Pare de sufrir!”?
¿Cómo se pasa de la proclamación del Reino del Creador a un eslogan contra las almorranas? O nunca fue lo que dijo ser, o siempre ha sido lo que jamás dijo que era.
La Palabra de Dios nos muestra claramente que la característica fundamental e indiscutible de la Iglesia de Dios se encuentra en su fundamento, el cual es Cristo (1ª Corintios 3), y no hay nada fuera de Él. Porqué sin Él no hay Iglesia, y la Iglesia que no tiene a Cristo ya no es Iglesia, ¿Pues como va a ser esposa la Iglesia sino tiene quién la despose?
Lo grande de la Iglesia de Cristo no se encuentra en la sanidad física, ni en la prosperidad, ni en la vida amorosa, ni en la salud sino en la persona que representa, es decir Cristo. El curandero Baaf de Nigeria podrá buscarte pareja en seis días con sus pociones mágicas, el gurú de la India podrá curar tu artritis en 48 horas y la bruja Hortensia podrá invocar a los espíritus para que encuentres trabajo en diez minutos pero lo que jamás NADIE en este mundo será capaz de hacer es presentarte sin mancha delante del trono de Dios, del ¡Único y sabio Dios! que reina por los siglos de los siglos. Y para esto vino Cristo, para salvar lo que se había perdido, y no para perder lo que había sido hallado, porque ya nos advirtió el mismo Jesús “que se levantarán falsos profetas (…) y engañaran si fuera posible aún a los escogidos” (Mateo 24:24) y lo triste es que, ciertamente, muchos siguen su sensualidad y por causa de estos pastores, el “camino de la verdad es blasfemado” (2ª de Pedro 2:2).
Me sigue sorprendiendo la habilidad y astucia que muestran algunas de estas organizaciones para resolver el problema de cómo justificar su cristianismo. En muchos casos el tema se soluciona haciendo un “copiar-pegar” de la base de fe de cualquier otra organización en su página web.
En este caso creo que su base es una de las más interesantes que he leído (consultar
AQUÍ), para empezar es la primera que advierte a modo de título que ellos poseen unas Creencias 100% bíblicas (¿alguien lo dudaba?), en segundo lugar, antes de llegar a lo que es propiamente los puntos de su base de fe, ocupan media página del apartado dándonos una clase de retórica sobre cuales son las diferencias entre argumento bíblico, argumento extrabíblico y argumento antibíblico. La gracia de estos argumentos no está ni en el primero ni en el tercero, sino en el segundo que viene definido como “el que no está basado en la Biblia, pero no choca con sus enseñanzas”, además seguidamente advierten de que obviamente “debe realizarse con mucho cuidado y quien lo está usando debe tener una cierta dosis de seguridad”, muy bien pero entonces ¿dónde está la parte objetiva que hay en el argumento bíblico? ¿Qué quiere decir realizarse con mucho cuidado? Y... ¿tener una cierta dosis de seguridad? ¿La seguridad subjetiva del argumento asegura su fiabilidad objetiva del mismo?
Pasemos a ver algunos de los diez puntos que consideran los más importantes: “Los diezmos y las ofrendas son tan sagrados, tan santos, como la Palabra de Dios. Los diezmos significan fidelidad y las ofrendas el amor del siervo para con Su Señor” (punto 5) por supuesto esto debe ser un fundamento esencial. Punto 8: “Todos los cristianos tienen derecho a tener una vida abundante, conforme a las Palabras del Señor Jesús: «Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia»”, claro, pero vida en Él, y en el Espíritu no en la carne, o ¿no nos dijo también “no os hagáis tesoros en la tierra”?
Finalmente hay un punto muy interesante es el último (número 10): “El objetivo final de una relación permanente con el Señor Jesús por la fe es la vida eterna” ¡En ninguna manera! Eso es un beneficio secundario, ¡Precisamente la relación permanente con Dios ya es el fin! El objetivo es que le conozcamos a Él tal y como es, al único Dios verdadero y ¡Esta es la gloria de su llamamiento! (Efesios 1:18), pero cómo diría Jeremías ¿quién estuvo en el consejo del Señor y vio y oyó su palabra?
Una de las cosas que evidencian la veracidad de las palabras de Jesús es su sencillo y claro cumplimiento que tienen en nuestros días. Muchos vienen en su nombre, pero yo os digo: Mirad que no os engañen.
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