Gracias, AEE.

Vivimos tiempos delicados, cuando los ciegos espirituales levantan sus arrogantes voces con la pretensión de guiar a los que están perdidos en la noche espiritual que cubre a nuestra generación. ¡Qué importante es, pues, que una entidad de tanto arraigo histórico, reconocido prestigio y autoridad moral y espiritual, como es la Alianza Evangélica Española, se pronuncie de manera clara, inequívoca y "oportuna"!: ". la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!" (Prov. 15:23).

También suscribo y me identifico con el luminoso editorial publicado en Protestante Digital, donde se desenmascara la falsa clasificación entre "cristianos conservadores" y "cristianos progresistas", que algunos usan de manera intencionada para justificar sus posiciones y disfrazar sus prejuicios. Fronteras falsas, dibujadas por falsos profetas que enarbolan falsas banderas, con las que pretenden sabotear la unidad del pueblo evangélico para beneficio de sus intereses personales. Bien cierto es aquello de que: "a río revuelto, ganancia de pescadores" - y ellos lo saben, y "revuelven".

Pero el verdadero pueblo evangélico está unido en torno a la Palabra de Dios , aún en la diversidad y en la pluralidad de formas en las que vive y expresa su fe. Tengo una guitarra española con seis cuerdas y todas producen un sonido diferente. ¡Esa es la clase de unidad y armonía que describe y alaba el salmista! (Sal. 133:1). Sin embargo, no hay lugar para "cuerdas desafinadas" en mi guitarra, porque rompen la unidad y la armonía.

Por otro lado, el intento de encasillar ideológicamente a Jesús no es nuevo y tampoco ha sido exclusivo de sus adversarios, sino que sus mismos discípulos cayeron (y caemos) una y otra vez en el error de encasillar a Jesús dentro de nuestras propias presuposiciones y "pequeñas ideas" preconcebidas.

Y no es que Jesús esté a veces a la izquierda y otras veces a la derecha, ideológicamente hablando. ¡Él siempre está en "el centro mismo de la Verdad", en las distintas circunstancias! Más bien somos nosotros - y nuestra cultura - quienes podemos deslizarnos, situándonos a la izquierda o a la derecha de Jesús y de la Palabra de Dios. De ese peligro debemos ser siempre conscientes, manteniéndonos humildes y en el temor de Dios, sin importarnos mucho que algunos no nos entiendan. Después de todo, ya hemos sido advertidos sobre eso:

"Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra". (Jn. 15:20)

Felicitaciones y gracias, hermanos, por exhortarnos a "afinar nuestras cuerdas" al sonido de la Escritura. El Señor os recompensará por vuestra valentía y fidelidad.