La asombrosa historia de la Unión Bíblica (24)

Por Benji Gálvez

En febrero de 1945, dentro del campo de concentración japonés de Weihsien (China), murió el campeón olímpico y misionero Eric Liddell. “Tío Eric”, quien con sus dotes de servicio, su personalidad y su sincera sonrisa, había cautivado a todo el campo e impactado en muchísimas vidas. (1)

En abril de 1945 medio pelotón de efectivos comandado por un teniente, junto con un pequeño destacamento de cuatro camiones de la unidad del regimiento del Real Cuerpo de Transmisiones, fueron los primeros en adentrarse en suelo alemán cerca de la ciudad de Minden. El soldado Leonard Wickham temió por su vida cuando de repente se encontraron rodeados de soldados alemanes. Se trataba de dos divisiones completas armadas hasta los dientes. Leonard solo llevaba una pistola. Pero los soldados alemanes no tenían más interés en seguir peleando, lo que querían era rendirse a la primera unidad aliada que se les presentase. (2) La derrota de Alemania ya era un hecho. Las fuerzas nazis en Italia se rindieron contraviniendo las órdenes de Hitler. Benito Mussolini y su amante Clara Petacci trataron de escapar por el norte de Italia fingiendo ser el cónsul español y su esposa, pero siendo identificados por los partisanos, fueron fusilados. Hitler fue informado de la muerte de Mussolini y dos días después, el 30 de abril, Hitler se suicidó junto con su esposa Eva Braun en el bunker bajo el jardín de la Cancillería del Reich en Berlín, mientras sufrían bombardeos incesantes y el asedio de las tropas soviéticas. (3) A la semana siguiente Alemania firmó la rendición incondicional. (4) De esta manera terminaba la Segunda Guerra Mundial en Europa, si bien todavía continuaba en guerra Japón. 

[photo_footer]Portada del periódico The New York Times (08/05/1945) anunciando “¡Fin de la Guerra en Europa! La rendición es incondicional”.[/photo_footer]

En mayo de 1945 las tropas aliadas conquistaron Okinawa, acercándose a las principales islas japonesas. Uno de los héroes de Japón se encontraba en Hiroshima el día 5 de agosto de 1945 coordinando planes de acción militar cuando recibió la orden de viajar hasta el cuartel general de la Armada en Tokio. Mitsuo Fuchida había llegado a lo más alto y durante el viaje hasta Tokio pensó en todo lo conseguido. Había dirigido la primera oleada del ataque a Pearl Harbour, transmitió el mensaje en clave “Tora, tora, tora” (cast. “tigre”) indicando el éxito de la misión; fue recibido por el emperador Hirohito para transmitirle un informe personal; comandó las fuerzas aéreas en la Incursión del Pacífico; participó en la batalla de Midway donde fue herido, por lo que fue destinado a labores de coordinación del estado mayor. Entonces Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 causando un gran impacto en el pueblo japonés, cuyo emperador se creía un dios. Apenas llegó Mitsuo Fuchida a Tokio, fue enviado urgentemente de regreso a Hiroshima. Fuchida, quien de nuevo había escapado de la muerte, dio los primeros informes de la devastación causada por la bomba atómica. (5)(6) 

[photo_footer]La Cúpula Genbaku en Hiroshima.[/photo_footer]

Dos días después, la Unión Soviética le declaró la guerra a Japón e invadió Manchuria que estaba bajo ocupación japonesa. Estados Unidos volvió a lanzar otra bomba atómica en Japón, esta vez sobre Nagasaki. (7) Jacob DeShazer, el joven soldado norteamericano de la Operación Doolittle desde su prisión japonesa, oraba por el fin de la guerra, para que Dios pusiera en las autoridades japonesas el deseo de acabar con aquella contienda sin sentido. El 20 de agosto de 1945 Jacob y sus compañeros Bob, Chase y George Barr fueron sacados de sus celdas y se les llevó a una habitación con agua corriente caliente. Se les pidió que se afeitaran y los guardias se ofrecieron a cortarles el cabello. Se les ofrecieron sus antiguos uniformes de las Fuerzas Aéreas de EEUU, que ahora les quedaban muy grandes debido a la delgadez extrema de los cuatro soldados. Entonces tras tres años y cuatro meses de reclusión, los llevaron afuera donde les dijeron “Senso (no) Owari: la guerra ha terminado, pueden volver a casa”. Los cuatro compañeros se abrazaron y lloraron. De los 40 meses en prisión, 184 días habían permanecido en celdas incomunicadas, pero ahí estaban, habían logrado sobrevivir. La guerra había terminado oficialmente el 14 de agosto de 1945, pero los japoneses tardaron cinco días en reconocer que todavía retenían a soldados de la Incursión Doolittle. 

[photo_footer]Un niño anuncia la paz y el fin de la guerra vendiendo periódicos.[/photo_footer]

Jacob solo tenía ganas de abrazar a su familia. El 24 de agosto 1945, Jake, Bob y Chase despegaron de Pekín en un avión con destino a EEUU. Un médico estadounidense descartó que George pudiera viajar todavía por su precario estado de salud. Esto entristeció a todos ellos. Juntos habían compartido demasiadas cosas y tan difíciles que ahora les dolía la separación de uno de ellos. La primera escala en el camino de regreso a casa fue Chungking (China) donde algunos periodistas entrevistaron a los soldados. Jake habló de su fe y anunció su plan de prepararse y volver a Japón como misionero. Los periodistas se quedaron asombrados con su resolución. Antes de reanudar el viaje hacia los EE.UU. un oficial les comunicó sus ascensos y las condecoraciones que les habían concedido. Jake supo entonces que había ascendido de cabo a sargento, y que había sido condecorado con la Cruz de Vuelo Distinguido y el Corazón Púrpura por su participación en la Incursión Doolittle.

[photo_footer]Soldados de la Incursión Doolittle.[/photo_footer]

Los Trenchard seguían con su rutina. Ernesto se recuperaba bien de su amputación, aunque el proceso no era tan rápido como él hubiera deseado.

—Qué importante es la literatura cristiana! Puede llegar a las manos de las personas más insospechadas en los escenarios más difíciles posibles. ¿Recuerdas aquel joven de la Incursión Doolittle que al ser liberado junto a sus compañeros encontró la nueva vida en Cristo leyendo una Biblia que le prestaron sus captores japoneses? ¿Cómo se llamaba? —preguntó Ernie a su esposa. (8)

—¡Claro que lo recuerdo, el joven Jacob DeShazer! —contestó Gertrudis sin dudar—. Es una historia increíblemente maravillosa. He visto en los medios de comunicación que lo primero que dijo al ser entrevistado por los periodistas fue que… ¡quería volver a Japón como misionero! Solo Dios puede obrar con su amor y perdón en el corazón de un hombre que ha estado más de tres años prisionero en durísimas condiciones. 

—He leído —añadió Ernie a las palabras de su amada— que sus padres oraban por él cada día y a menudo ni comían pensando en que su hijo tal vez no tuviera nada para comer ese día. Se enteraron de que había sido capturado por los soldados japoneses por medio de un periodista que vino a entrevistarles. ¿Te lo puedes creer? Y al cabo de un tiempo un oficial les informó erróneamente de que su hijo había sido ejecutado. Pero… ¿sabes lo que le respondió la madre de Jacob al oficial que le trajo la mala noticia? 

—Como no voy a saberlo —le interrumpió Gertrudis—, me impactó mucho cuando lo leí. La madre le respondió: «Mi hijo sigue vivo, lo sé porque me lo ha dicho Uno que es poderoso». ¡Qué fe tan firme la de esta madre! (9) Nadie sabe las batallas que una madre sufre por los hijos de sus entrañas. Y no te digo ya si se los arrebatan, secuestran o mueren. Ante la muerte de su hijo, la viuda de Sarepta de Sidón fue capaz de enfrentarse al profeta Elías, el mismísimo siervo de Dios que hacía descender fuego del cielo. Recuerda que Dios escuchó al profeta y le devolvió la vida al niño (1 R 17:17-24). Hay pocas cosas peores que una osa a la que le han robado sus cachorros (Prov 17:12).

Todo el mundo supo que Jacob DeShazer regresó a casa como un héroe. La noticia corrió como la pólvora en Reino Unido y también en casa de los Trenchard. A Jake le concedieron nueve semanas de permiso para recuperarse de su prolongado encarcelamiento y malnutrición. Su madre le preparó las mejores comidas. 

[photo_footer]Jake y su madre Hulda tras más de tres años de separación forzosa durante la 2GM.[/photo_footer]

Jake se preguntaba si le habrían llegado a las familias las cartas de sus compañeros asesinados por los japoneses durante el cautiverio. (10) Dos semanas después de llegar a casa, fue reclamado de nuevo por el ejército. Jake había tratado de dimitir para comenzar a prepararse para servir al Señor, sin embargo, no cursaron su dimisión por la propia lentitud del proceso, así que tuvo que obedecer y viajar hasta la base aérea de Santa Ana (California). En aquel momento no había mucho que hacer allí y los soldados pasaban los días jugando a las cartas y bebiendo. Jake, fiel a su compromiso con el Señor, prefirió llamar a algunos parientes cristianos que vivían cerca y tener reuniones para compartir su testimonio. Pero cuando empezaba a adaptarse a una nueva rutina fue asignado a la cocina. Mientras llevaba una bandeja llena de platos fue fotografiado por un reportero sin autorización. Al día siguiente hubo un gran revuelo en la base. La fotografía de Jake aparecía en la portada de Los Angeles Times con el título: “¿Es así como trata este país a un exprisionero y distinguido héroe de guerra?”. El resultado fue que pocos días después Jake consiguió que aceptaran su dimisión y pudo regresar a Salem (Oregón). Se matriculó en la Universidad de Seatle Pacific, donde daba charlas en reuniones de Juventud para Cristo o en servicios religiosos. La celda de aislamiento pasaba factura a Jake, quien falto de costumbre para hablar en público y relacionarse socialmente, hablaba poco y luego simplemente recitaba pasajes completos de la Biblia. Pasó mucho tiempo en la biblioteca para sacar sus materias. 

Antes de despegar para bombardear Japón, Jimmy Doolittle prometió a sus hombres que cuando la guerra terminara celebrarían la Incursión con una fiesta. Así lo hicieron varios de los supervivientes en el otoño de 1945. Jake no pudo asistir por sus estudios y sus muchos compromisos con las charlas que impartía. Conoció a otra estudiante, Florence Matheny, que también tenía un llamado misionero. Florence empezó a acompañar a Jake a sus reuniones. La pareja estudiaba, reía, predicaba, viajaba… y así poco a poco, nació el amor. 

La derrota de Japón en la guerra y las declaraciones del emperador Hirohito reconociendo que él no era ningún dios, llevaron al pueblo japonés a un gran vacío espiritual. (11) Al finalizar la 2GM el general Douglas MacArthur fue nombrado Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en Japón y pidió a las iglesias que enviasen al país todos los misioneros cristianos que pudieran para traer esperanza a la sociedad japonesa que estaba emergiendo de sus cenizas. (12)

Mientras, en España, el dictador Franco necesitaba mejorar sus relaciones con los países Aliados de la 2GM y el 12 de agosto de 1945 permitió la reapertura de algunos locales de culto protestantes en España. Aparecieron de nuevo algunas revistas evangélicas. Sin embargo, para las Naciones Unidas esas medidas eran demasiado tímidas, insuficientes, y no se respetaban las libertades básicas, por lo que a finales de 1946 condenaba a España por su política demasiado restrictiva. (13) El clero español opinaba lo contrario y presentaron su queja a Franco pidiendo más restricciones y persecución contra los protestantes y contra cualquier propaganda o proselitismo que pudieran llevar a cabo. Los obispos iniciaron una campaña católica en la prensa contra el protestantismo. Trenchard tenía claro que estaban tratando de “ahogar” la semilla del Evangelio por todos los medios y estigmatizar a los protestantes. Por su parte, siempre que podía, ponía en valor la valentía de los evangélicos españoles quienes se animaban en la obra a pesar de todo, y no era debido a “inversiones foráneas”, sino a la obra manifiesta del Espíritu Santo. (14) Solo el Señor podía dar la fuerza necesaria a los evangélicos españoles para perseverar en la fe cuando se les negaban los empleos o los alquileres de viviendas o de locales. (15)

En febrero de 1946 la justicia estadounidense juzgó a un grupo de antiguos guardias de prisión y oficiales militares japoneses acusándolos de crueldad y malos tratos a los soldados capturados. El juicio tuvo lugar en Shangai (China) y solamente citaron a declarar a Chase Nielsen del grupo Doolittle. Chase había deseado sobrevivir para un día contar todo el sufrimiento que les infligieron. Jacob DeShazer supo que sería un juicio justo, pero pensó en los guardias que habían mostrado cierta compasión por ellos mientras estuvieron presos y escribió varias cartas al tribunal pidiendo indulgencia. Y en su mente emergía una sola pregunta: “¿Dónde queda el perdón cristiano?”. Jake se alegró de corazón cuando supo que ninguno de aquellos guardias fue condenado a muerte. Jake y Florence se comprometieron en mayo de 1946 y se casaron el 29 de agosto del mismo año en la Iglesia Metodista Unida de Gresham (Oregón). El 31 de octubre de 1947 nació Paul Edwards DeShazer, su primer hijo. La Iglesia Metodista Libre los nombró misioneros oficialmente con destino a Japón. La Liga de Meditación Bíblica le pidió a Jake que escribiera sus experiencias para hacer con ellas un tratado, y nunca imaginó hasta donde llegaría aquel tratado que titularía “Yo fui prisionero en Japón”. (16)

Al terminar la 2GM, Henry Haselden regresó a España y se instaló en Barcelona, asistiendo a la nueva asamblea en Avda. Milans del Bosch (luego Mistral). De nuevo Haselden sería una pieza clave para que Ernesto Trenchard volviera a Barcelona. La necesidad de preparación y enseñanza bíblica entre los jóvenes evangélicos en España era muy grande. Se hacía necesario impartir cursos por correspondencia, como los que Trenchard empezara a modo de prueba en Toledo. En el corazón de Ernesto estaba la fundación de una escuela bíblica capaz de adaptarse a las distintas situaciones de la maltrecha pero viva iglesia evangélica de España. Su idea no era “producir pastores”, sino instruir a los jóvenes en un buen conocimiento de la Palabra y en una vida de oración para que las Asambleas de Hermanos tuvieran futuro. Había que formar a esa generación para que ellos mismos fueran capaces de formar a otros. En febrero de 1947 Trenchard solicitó a los Editores que lo volvieran a incorporar al listado de Echoes of Service como obrero a tiempo completo. Se sentía con fuerzas para regresar a España y emprender la obra misionera de nuevo y por fin establecer allí el ministerio de la Unión Bíblica. (17)

Notas

1. Eric Lidell: Algo más preciado que el oro. Colección Héroes cristianos de ayer y de hoy. Por Janet y Geoff Benge. (Ed, JUCUM; Texas, 2012), pp. 188-189. Nota: Muchos libros escritos por los supervivientes del campo de concentración de Wiehsien mencionaron al Tío Eric, el escocés volador que intentaba honrar a Dios con todo lo que hacía, que organizaba actividades deportivas, que ayudaba a todos, que era una de las pocas personas en que se podía confiar completamente… pero lo que realmente catapultó su fama fue la película de “Carros de fuego”, dirigida por Sir David Puttnam y que obtuvo un Óscar en 1981. Nota 2: “Su muerte fue un testimonio del sacrificio de un hombre que con tanta firmeza había puesto su fe en Dios por encima de la fama y de las aspiraciones personales”. (Hasta lo último de la tierra- Historia biográfica de la obra misionera, por Ruth A. Tucker- Ed. Vida, Deerfield, 1988; p. 526).

2. Documento A (inédito), por Pablo Wickham Ferrier, p. 8. Nota: Según el autor este suceso tuvo lugar cuando se anunció el cese de hostilidades. Esta unidad ya tenía cierta fama, por haber sido la primera en montar una estación de radio en la Francia liberada desde la cual se emitieron mensajes al pueblo francés por parte del primer ministro británico, Sir Winston Churchill, y del comandante en jefe del ejército francés, el general Charles de Gaulle.

3. Nota: Se ha especulado mucho sobre si fue Hitler quien se suicidó o fue un doble, mientras el auténtico Hitler huía. Entre las muchas teorías incluso se ha barajado la de Nikolái Berzarin, comandante ruso en Berlín, quien opinaba que Hitler huyó a España y fue ocultado por Franco.

4. Nota: El día 7 de mayo de 1945 Alemania firma en Reims la rendición incondicional en el cuartel general del general estadounidense Dwight D. Eisenhower, comandante de las fuerzas aliadas en el noroeste de Europa. Al día siguiente tiene lugar otra firma en Berlín de un documento de rendición muy similar al primero, pero en esta ocasión ante los soviéticos. Los nazis berlineses en un momento desesperado tratarían sin éxito de llegar ante los Aliados para rendirse ante ellos de quienes esperaban menos maltrato. 

5. La historia de Mitsuo Fuchida se puede consultar aquí [Consultado el 02/06/2024]; y aquí [Consultado el 15/05/2024].

6. Las aventuras de la Familia Saint, por Felipe Saint (Editorial Vida; Miami, 1988), pp. 44-45. Nota: Antes del lanzamiento de la bomba atómica, en las calles y plazas de Hiroshima, un dentista japonés que era cristiano predicaba sobre la segunda venida de Cristo. Eran días en que se promocionaba la doctrina de la divinidad del emperador de Japón creyendo que así el pueblo japonés caminaría unido hacia una victoria final. Se alentaba a los pilotos a ser kamikazes contra los navíos enemigos para entrar directamente al cielo. El dentista predicó que Jesús retornaría a la tierra como Rey de reyes y Señor de señores. Fue apresado y se le preguntó si también el Emperador tendría que arrodillarse delante de Jesús cuando este volviera. A lo que el dentista contestó: “Cuando Cristo regrese, toda rodilla se doblará ante Él, incluso las del Emperador”. Los soldados lo acusaron de alta traición y fue condenado a muerte. El juez ordenó que se le trasladara a Hiroshima para ser ejecutado. Allí consideraron los guardias que no era digno ni de ocupar una celda, por lo que cavaron un pozo debajo de la prisión y ahí fue donde lo pusieron, tratándole como a un animal despreciable. Cuando cayó la bomba atómica, aquel dentista cristiano salió ileso del agujero y siguió proclamando sobre Cristo.

7. Ver aquí [Consultado en línea, 11/04/2024].

8. Ver aquí [Consultado en línea, 22/05/2024]. Citamos: “Los otros cuatro hombres comenzaron a recibir una ligera mejoría en su trato y por pura determinación y (por) el consuelo que recibieron de una única copia de la Biblia, sobrevivieron hasta agosto de 1945, cuando fueron liberados”.

9. Victoria sobre la venganza  La vida de Jacob DeShazer. Colección Héroes cristianos de ayer y de hoy. Por Janet y Geoff Benge. (Ed, JUCUM; Texas, 2012), pp. 140-153. Nota: Mientras Jacob DeShazer y sus compañeros estuvieron cautivos por los japoneses, se filmaron tres películas sobre el tema del arriesgado ataque a Japón: 30 segundos sobre Tokio; El corazón púrpura y Destino Tokio, en las que actuaron famosas estrellas de Hollywood, como Cary Grant, Spencer Tracy y Robert Mitchum. Se publicaron artículos en las revistas Time, Life, Reader’s Digest y Colliers. Un total de 64 soldados Doolittle lograron llegar a Chungking controlada todavía por los chinos y de allí regresaron a EEUU, 3 murieron en los aterrizajes, 5 aterrizaron en Rusia y estuvieron detenidos durante 13 meses, 8 fueron detenidos por los japoneses. De estos últimos, 3 fueron asesinados por sus captores (los de rango superior), 1 murió de hambre y 4 regresaron vivos a EEUU tras 40 meses de prisión. Erróneamente el Ejército informó a las familias de los prisioneros que todos ellos habían muerto ejecutados por los japoneses. La madre de Jacob reconoció posteriormente ante su hijo que había sido un gran desafío, una lucha continua, creer que estaba vivo sin saber nada de él durante más de tres años. Cerca de 125.000 prisioneros estadounidenses fueron liberados de las cárceles japonesas y nazis, pero el sacrificio de los soldados Doolittle había impactado y conmovido a toda la opinión pública en EEUU más que otros episodios de la guerra y también ayudó a levantar la moral de todo el Ejército. 

Sobre la noticia errónea que circuló sobre la muerte de los soldados Doolittle prisioneros por los japoneses, la Gazette and Bulletin de Williamsport, (Pensilvania), del 22 de abril de 1943 sacó el siguiente titular en primera plana: “Japón ejecuta a aviadores estadounidenses después de un ataque a Tokio”.

10. Nota: Entre los prisioneros juzgados y condenados a muerte se encontraba el piloto y teniente William G. Farrow. La noche antes de ser ejecutados, se les permitió escribir cartas a sus familias. La Cruz Roja Internacional debía recogerlas de manos de los japoneses y enviarlas por correo. Pero los japoneses jamás entregaron las cartas y nunca fueron enviadas por correo. Farrow y sus compañeros fueron llevados a un cementerio cerca de Shanghai, donde fueron fusilados por un pelotón japonés. Después de la cremación de los cuerpos, las cenizas fueron llevadas a un depósito de cadáveres. Terminada la guerra, las cenizas de los tres hombres fueron recuperadas y sus cartas encontradas en un archivo secreto del edificio del Ministerio de Guerra en Tokio. Finalmente, en 1946, Farrow fue enterrado con honores en el Cementerio Nacional de Arlington. William nació en Darlington, Carolina del Sur y fue líder de jóvenes en su iglesia. En la carta dirigida a su madre, poco antes de ser fusilado por un pelotón japonés, Farrow escribió: Me has dado mucho, mucho más de lo que te he devuelto, pero así es el camino cristiano. Eres y siempre serás un verdadero ángel. Sed valientes y fuertes por mi bien. Te amo, Mamá, desde lo más profundo de mi corazón... No dejes que esto te desanime. Solo recuerden que Dios hará que todo esté bien y que los veré a todos nuevamente en el más allá... Así que permítanme implorarles que mantengan la barbilla en alto. Sed valientes y fuertes por mi bien… Mi fe en Dios es completa, por eso no tengo miedo. Ver aquí [Consultado en línea, 21/04/2024].

11. Victoria sobre la venganza  La vida de Jacob DeShazer… p. 177.

12. Victoria sobre la venganza  La vida de Jacob DeShazer… p. 164.

13. La España Evangélica ayer y hoy: esbozo de una historia para una reflexión, por José María Martínez (P. Andamio y CLIE; Viladecavalls, 1994), pp. 326-327. Citamos: “España seguía lejos de respetar los derechos humanos aprobados por las Naciones Unidas, por lo que no pudo salir de su aislamiento internacional. El 12 de diciembre de 1946 la ONU condenó al régimen español por no respetar “la libertad de palabra, de religión y de reunión”. Precisamente a causa del problema protestante, el presidente norteamericano Truman, se opuso tenazmente a que España participase en la ayuda económica provista por el Plan Marshall. Para él, creyente bautista, la libertad religiosa era “la primera de las libertades fundamentales”.

14. Ernesto y Gertrudis Trenchard-La enseñanza que permanece, por Tim Grass (Comisión de publicaciones del Centro Evangélico de Formación Bíblica CEFB; Madrid, 2019), pp. 83, 85.

15. La España Evangélica ayer y hoy… por José María Martínez, p. 324. Nota: El clero logró que los protestantes fuesen vistos por la sociedad como engendros de Lucifer, pero a pesar de las calumnias y los ultrajes mantuvieron con firmeza el testimonio de su fe y las iglesias se robustecieron.

16. Victoria sobre la venganza  La vida de Jacob DeShazer… p. 171.

17. Ernesto y Gertrudis Trenchard-La enseñanza… pp. 80-83. Nota: Ernesto Trenchard expuso su visión a los lectores españoles en una carta publicada en la revista El Camino, en agosto de 1947, y a los lectores británicos en la revista The Witness, donde enfatizaba el carácter urgente de la misión, agradeciendo la comunión de todo el pueblo de Dios.

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[title]Por un año más[/title]

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