Acercándonos al punto Omega de la historia

Estamos viviendo en una época de sorprendentes avances tecnológicos y científicos que celebramos en su versión más positiva para el bien común. Nuestros antepasados no podrían llegar a imaginar los avances logrados en el mundo actual. Los acontecimientos históricos que la humanidad ha experimentado en el siglo XX y en los comienzos del siglo XXI son realmente espectaculares a todas luces sin temor a exagerar.

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Pero las tragedias sociales sufridas durante el siglo pasado también han sido horribles, con dos sangrientas guerras mundiales, diferentes genocidios con millones de víctimas, epidemias devastadoras y un sinfín de conflictos bélicos. El avance de la maldad y de las perversiones humanas se ha multiplicado como nunca antes de una forma alarmantemente exponencial.

Es indudable para todos nosotros que estamos viendo el cumplimiento profético de muchas de las señales anunciadas por el mismo Señor Jesucristo poco antes de morir. Uno de los cumplimientos proféticos más destacado de las Escrituras ha sido la reconstitución de Israel aprobada por las Naciones Unidas en 1948. Por cierto Israel es el único estado milenario que se ha reconstituido como un nuevo país en el concierto de las naciones y esto también le otorga una especial singularidad.

En la época de Jesús había en el mundo alrededor de doscientos millones de personas según los datos del imperio romano, actualmente ya hemos alcanzado los ocho mil millones de habitantes en el planeta y esto era algo inimaginable en aquellos tiempos. Sin duda alguna la paciencia de Dios tiene como objetivo salvar a millones de personas al prolongar su misericordia sobre toda la humanidad antes de que sea demasiado tarde y se ponga punto final a la historia del mundo.

Cuando contrastamos los textos evangélicos sobre las señales del fin en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21 y otras Escrituras descubrimos claros indicios de que ya nos encontramos en el principio de dolores preconizado por el mismo Señor Jesús (Mateo 24:8) por las señales evidentes que ya estamos viendo ante nuestros propios ojos. La inquietante aceleración de los acontecimientos mundiales nos confirma como nunca antes la advertencia de Jesús: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (Mateo 24:32-33). Otra señal indicativa es la mención del Señor “Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre…” (Mateo 24: 37-39) Y esto nos habla del desatamiento mundial de la inmoralidad y de las innumerables perversiones humanas que no tienen parangón con las páginas más negras de la historia universal desde sus orígenes, por más crueldades que hayan podido producirse a través de los siglos.

Es indudable que nos encontramos ante el cumplimiento de las siguientes palabras de Jesús: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”  (Mateo 24:12-13). También se están cumpliendo de una manera apabullante las palabras de Jesús acerca de las advertencias sobre la seducción mundial del engaño tan imponente como el que estamos observando aún entre el mismo pueblo de Dios con falsos profetas, falsos ungidos y falsos maestros como nunca antes en toda la historia del cristianismo, que están engañando a millares. “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7: 22-23). Muchos no pocos, en aquel día, entiéndase en el día del Señor, muchos de estos farsantes intentaran justificarse, incluso auto engañándose asimismos, pero la sentencia divina será irrevocable.

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Incluso en el imaginario social se está hablando públicamente del Reloj del Apocalipsis que recientemente lo han venido publicando los principales medios de prensa y televisión. Este es  un equipo de sabios, (sociólogos, científicos y escritores entre otros) que preconizan que estamos a noventa segundos del fin del mundo, por la alarmante evolución de la amenaza nuclear, las diferentes guerras, las epidemias de toda índole, las manipulaciones científicas y los grandes desequilibrios planetarios y para más inri la temible aparición de la inteligencia artificial, estas son entre muchas otras algunas de las grandes preocupaciones que se están observando por este grupo multidisciplinar de expertos que están enviándonos una urgente llamada de atención sobre nuestro mundo actual. Ahí tenemos un diagnostico claramente inquietante por parte de gente que en su mayoría no son ni siquiera creyentes en las profecías bíblicas de los últimos tiempos. Esto puede parecernos paradójico pero es muy cierto.

La Biblia nos habla del corrosivo diagnóstico del pecado humano, pero también nos ofrece la solución a nuestro grave problema del pecado que nos separa de Dios, pero la humanidad no encuentra solución a los muchos problemas que la están destruyendo lentamente.

Finalmente tenemos que decir que la Palabra de Dios nos declara que habrá un tiempo final donde se producirán terribles juicios divinos sobre toda la humanidad y también una confrontación épica entre las fuerzas del bien y del mal.

Por todo lo expuesto nos daremos cuenta sin duda alguna que estamos acercándonos al punto Omega de la historia humana con el triunfo final de las fuerzas del bien contra el infernal ejercito del mal que será destruido con el espíritu de la boca y del resplandor de la venida de nuestro Señor Jesucristo para definitivamente establecer su Reino eterno con todos sus santos. ¡Aleluya, amén!