Guerra cultural, guerra de religión

La expresión “guerra cultural” es de uso común en sectores políticos, y seguramente también religiosos. Es relevante que no se propone solo como algo que ocurre, sino en tanto que se requiere la actuación personal. Cada uno con lo que pueda, todos a la guerra. Se trata de defender nuestra cultura.

A nadie le debe sonar extraño que eso es lo mismo que “defender lo nuestro”. Ya se ha iniciado el camino para “defender la patria”, España (siempre con el “y su unidad”). Eso luego se disuelve un poco para que se pueda beber por cualquiera que pase, y se dice “defender nuestros valores”. Al final se trata de defender la propiedad, lo que nos pertenece.

Este es un lenguaje de cruzada, de guerra religiosa. La tierra es santa (si no, vean la cantidad de reliquias), y es deber de los buenos españoles involucrarse en la supresión y expulsión de todo lo que la manche. Solo son buenos los españoles que no manchan. Esa es la historia de España. Incluso crearon un Tribunal de Fe para investigar y condenar a los manchados.

A los que no reconocemos ese modelo suelen ponernos en el lugar de gente que no aprecia al “pueblo” español, que ha llenado de logros la historia mundial, y que nos unimos a los enemigos de fuera. Realmente sí apreciamos a la gente que aquí ha vivido y vive. Pero ya lo dijo nuestro Casiodoro, y otros, apreciamos a nuestros españoles que gimen bajo el yugo del papado y la Inquisición, y debemos trabajar para su liberación. No apreciamos a los tiranos.

Esta es una cuestión fundamental. ¿De qué se tendrían que liberar los españoles hoy? Los sectores que más vociferan para exaltar esa guerra cultural son precisamente los que la unen con la expresión del pasado. Resulta que en ese modelo, la guerra se tenía que librar contra otros españoles. Aunque, ya se sabe, por estar en la otra parte, perdieron la condición de españoles dignos, con derechos (pasó igual, por ejemplo, con los hugonotes en Francia).

En lo que nos atañe, como protestantes, no está de más recordar que en ese modelo de unidad de España y guerra para defenderla y conservarla, somos considerados renegados y traidores. No hace falta acudir a los escritos del siglo XIX, por ponernos cerca, sino simplemente leer a los propagandistas actuales. 

Por supuesto, cualquier evangélico nos puede decir que ahora no es así. Ahora la guerra se libra contra los independentistas, comunistas, filoetarras y los lgtbi… Seguro que sí, pero es porque, en mi opinión (seguro que equivocada), el protestantismo ni está ni se le espera.

Un aspecto que debería traer alguna reflexión es que en ese modelo de España, se incluye necesariamente la Inquisición, sin la que España no sería lo que fue. Por eso estos de la guerra cultural, tienen un servicio en retaguardia de lavandería sanitaria concentrado en limpiar al Tribunal. Esa institución sí que defendió los valores patrios. Es un modelo de España. Sobre todo, sirve para expropiar a los españoles manchados, que ellos tendrán sangre impura, pero su dinero y bienes ya son otra cosa.

Les iba a hablar un poco de un ejemplo de esa guerra la semana pasada, pero pensé que se alargaba la conversación. Ahora lo pongo, muy reducido. Ya sabemos que ese guerra se libra en muchos ámbitos, uno especialmente querido y requerido es la escuela. Tampoco es que en eso hayan aparecido los tercios de Flandes, pues con tantos años de adoctrinamiento en el franquismo, y lo que dura, al final, los enemigos siguen por aquí. De todos modos, hay que seguir, se dicen. Ahí tenemos el reciente convenio de la Junta de Andalucía con la fundación Villacisneros, para adoctrinar en las escuelas sobre los males del terrorismo de ETA. Eso está muy bien. Lleva consigo lo de la unidad de España frente al terrorismo. Eso suena regular. Porque hoy ya se sabe que un independentista, si miras adentro, es un terrorista. La fundación está en línea de fuego sobre la unidad de España. El programa no es solo contarles a los estudiantes, sino organizar el trabajo del profesorado, con los materiales y personal aportados por la fundación. Esto promovido por el gobierno andaluz.

Ahora ese gobierno está en manos de quien está, muchos años estuvo en las manos de quien estuvo. Pues lo mismito, con algunas formas diferentes para salir del paso. Realmente del paso no salieron nunca, todos con el cirio en la procesión. Nada de extrañarse. La autora del manual de ofensiva en la guerra cultural contra los protestantes, esos mezquinos renegados, fue la presentadora del libro sobre la España en la que cree el referente socialista Alfonso Guerra, con sonrisas y parabienes, al lado de otro referente socialista. Por ese manual de lucha se le había concedido a la referida autora la medalla de Andalucía.

Al protestantismo se le espera. Y en mi opinión (seguro que equivocada), viene.

[analysis]

[title]Por un año más[/title]

[photo][/photo]

[text]¡Protestante Digital te necesita! Tenemos por delante un gran reto económico. Por eso, hoy te invitamos a ser parte comprometida de esta misión y desafío para asegurar y potenciar la continuidad de Protestante Digital y Evangelical Focus en 2024.

Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.

[/text][/analysis]