El desafío de la fe que consiste en salir de nuestro pequeño mundo y dirigirnos hacia el propósito de Dios, que siempre tiene mayores dimensiones que nuestra estrecha y tímida visión de la vida.
Nuestros pequeños conflictos cotidianos y los problemas domésticos que enfrentamos a diario nos parecen, a veces, situaciones enormes y hasta podemos llegar a tener la sensación de que son insuperables. Aunque también es cierto que para cada uno en particular su problema o circunstancia es lo más importante, porque lo sufre o lo vive con gran intensidad en primera persona. Esto es comprensible hasta cierto punto, pero tenemos que darnos cuenta de que nuestras situaciones son muy parecidas a las que muchos otros están viviendo en sus propias carnes, o incluso las suyas son peores y más complicadas que las nuestras, en muchos casos. Sin embargo, hemos de aprender a ver la otra cara de la vida y de las cosas que nos rodean con una gran dosis de fe y esperanza y como resultado de esta poderosa combinación afrontaremos la vida con mayor optimismo, sabiendo que siempre hay un mañana mejor para cada uno de nosotros.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
El verdadero creyente en Jesús vive a contracorriente de lo que consideramos la experiencia ordinaria de la gran mayoría de los mortales y es que nuestra visión de la realidad tiene que ver con una actitud de fe que marca la diferencia ante los muchos desafíos y situaciones que nos depara la vida. Nuestros afrontamientos personales hacia los problemas debieran ser muy distintos a los típicos recursos humanos que ya conocemos, porque en nuestro caso estamos facultados con la inestimable ayuda del Espíritu Santo para responder de otra manera; nuestra actitud es otra forma de ver, valorar y percibir la vida y también, a la gente y sus circunstancias. A poco que seamos sensibles al Espíritu y a la Palabra de Dios, tenemos a nuestro alcance un recurso altamente valioso, además de poderoso, para iluminar nuestro diario vivir y otorgarnos un discernimiento especial ante la complejidad de las diferentes problemáticas humanas.
Particularmente los cristianos acostumbramos a tener una visión muy aldeana y tremendamente reduccionista de la vida, nos cuesta pensar en grande y aceptar el desafío de la fe que nos propone la misma Palabra de Dios respecto a todas las cuestiones de nuestra existencia, ya que para el que cree todo es posible. Si hablamos del factor milagroso, hemos de reconocer que somos excesivamente vacilantes cuando no incrédulos al respecto. La fe es un poderoso valor intangible pero real, en definitiva la fe es la confianza activa y efectiva en las promesas de Dios para nosotros.
Si tiene que ver con emprender nuevos proyectos de fe que tengan un gran calado social y espiritual, nos parece que estamos hablando de cosas demasiado grandiosas y pensamos que no estamos a la altura de las circunstancias que a veces soñamos poder llegar a vivir. Si pensamos en desafíos evangelísticos de gran envergadura para nuestras ciudades, nos puede parecer que estas iniciativas están reservadas para los especialistas de nuestro gremio.
En cuanto a la incursión en el mundo político para influir con buenas prácticas y una batería de propuestas para una saludable higiene democrática, y como no, con nuestro ideario ético para la vida pública. Ante un desafío de esta magnitud nos podemos llegar a sentir desfasados o pensar que nuestra posible implicación política pudiera resultar anacrónica, pero creo que esta sensación es errónea, además de engañosa. Esta iniciativa debe de corresponderle muy especialmente a la nueva generación, con la misma audacia y determinación de David frente al gigante Goliat.
Cuando pienso en personajes bíblicos como Nehemías, José, Daniel, David, Ester, Teófilo, Juan y otros tantos, me animo a pensar en grande y a considerar cualquier posibilidad divina respecto a una nueva generación de visionarios y emprendedores con visión de Reino de Dios, actuando en todas las esferas de nuestra sociedad para redimir la cultura, las artes y todas las disciplinas humanas de la infernal marca de la serpiente antigua que ejerce una devastadora influencia en nuestro mundo actual. Y no estoy pensando en una especie de teocracia, ni mucho menos, estoy pensando en la asignación que nos otorga el mismo Señor Jesús, diciéndonos “Vosotros sois la sal de la tierra” para darle otro sabor a la vida pública y a las relaciones humanas en general.
Cuando Dios llamó a Abraham y le mostró las estrellas de los cielos para explicarle cómo se iba a multiplicar su descendencia a través de las generaciones, le hizo pensar en grande, entiéndase en fe, para que se atreviera a salir de su mundo y de su zona de comodidad en Ur de los caldeos, para llevarlo a un nuevo lugar que ni siquiera él mismo sabía a ciencia cierta. Este admirable patriarca es nuestro mejor referente para animarnos a aceptar el desafío de la fe que consiste en salir de nuestro pequeño mundo y dirigirnos hacia el propósito de Dios, que siempre tiene mayores dimensiones que nuestra estrecha y tímida visión de la vida. Por eso quiero animarte a que adoptes una nueva visión para que puedas ver la vida con otros ojos, precisamente con los ojos del Dios que todo lo puede.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o