Enemistad que no lo es

En 2012 pasé 7 meses en el departamento de astrofísica de Harvard. Compartía despacho con Olek, un físico polaco en estancia de investigación después de su doctorado. Un “PostDoc”, como decimos en la jerga académica¹.

Harvard es un hormiguero científico donde gente de todo el mundo va y viene durante todo el año. Cada día, o casi, si lo deseas, puedes escuchar a un investigador, a veces incluso a varios, presentar sus resultados más recientes de una manera bastante informal. Física solar, planetas, exoplanetas, cosmología, agujeros negros, supernovas, galaxias... El abanico es amplio. Te acostumbras en poco tiempo, y al llegar por la mañana pides el menú del día: ¿quién habla hoy?, ¿en qué aula?, ¿me interesa el tema? Una mañana, había cosmología en el menú y Olek comentó sin rodeos: “Me gusta la cosmología, es lo que más me acerca a Dios”.

Unos meses después, asistí a la defensa de tesis de Bennett, un estudiante de doctorado en Harvard, sobre un tema muy cercano al de mi investigación. Deseoso de leer sus artículos, lo busqué en Google y encontré... ¡un discurso que había dado en una iglesia bautista de Cambridge! (el Cambridge de Massachussets,en EEUU, no el del Reino Unido).

Dos años después, en 2014, regresé a Harvard y encontré a mi amigo Lorenzo, doctor en astrofísica por la universidad de Princeton. El también hacia un “PostDoc” en Harvard y es ahora profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Estaba muy ocupado preparando su boda, y me confío que él y su esposa estrecharían la mano del Papa unos días después de la ceremonia.

También podría mencionar a mi amigo Ian, cristiano y catedrático de Física Nuclear del Massachusetts Institute of Technology, o a la gente del Faraday Institute de Cambridge, o a… La lista es muy, muy larga.

Se habla de Dios en los laboratorios. Y no solo para decir que no existe. El matemático indio Ramanujan atribuía sus hallazgos a una diosa Hindú. Einstein a menudo hablaba de Dios ². AbdusSalam, Nobel de física en 1979, hablaba de Dios. Trinh XuanThuan habla de Dios. Olek, Lorenzo, Ian, hablan de Dios. Yo hablo de Dios. El tema no es tabú, y no somos apartados de la comunidad científica por hablar de Dios.

Sin embargo, cuando escuchamos a los partidarios del creacionismo científico “tierra joven”, solemos oír unargumento recurrente: si las tesis “tierra joven” de Jason Lisle, Russel Humphreys, Danny Faulkner y otros creacionistas científicos, son rechazadas por la “ciencia oficial”, es porque el mundo científico está poblado por ateos que no quieren escuchar acerca de Dios.

Pues no.

¿Cuál es la diferencia entre Einstein y Jason Lisle? ¿Entre Abdus Salam y Russel Humphreys? ¿Cómo es que algunos hablan de Dios sin problema, mientras otros pretenden ser perseguidos?

Desafortunadamente, la respuesta es muy simple: unos se someten a la lógica, las observaciones y los resultados de losexperimentos. Los otros no. Unos se dejan convencer por la realidad, como fue el caso de Einstein en cuanto el Big Bang, otros no. Unos aceptan alcanzar conclusiones imprevistas, otros han decidido de antemano lo que “encontrarán” e ignorarán o distorsionarán todos los hechos que no van en esa dirección ³.

No, no es “el hablar de Dios” la razón por la que la comunidad científica que conozco mantiene alejados a las tesis creacionistas “tierra joven”. Es la negación que hacen de las observaciones, de la lógica y de los experimentos.

La comunidad científica que conozco no tiene problemas con Dios. Tiene problemas con lo absurdo. Y espero que esto dure.

Notas

1 En ciencia, el doctorado es el principio del viaje. No el final.

2 Incluso si resulta difícil de fichar en un bando, como se comentó en este artículo.

3 Como ejemplo, tienen aquí un análisis de la “cosmología” del creacionista tierra joven Russell Humphreys. Es completamente errónea ya que, entre otras razones, su universo no se está expandiendo, aunque él afirma lo contrario.