La educación debe formar parte de la respuesta de emergencia en cualquier crisis migratoria. Establece un ambiente seguro para niños y adolescentes, imparte habilidades necesarias y fomenta su confianza.
Si hablamos de derechos humanos tenemos que hablar del derecho a la educación. Reza la Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 26: “Toda persona tiene derecho a la educación…”. Acto seguido se menciona el derecho a su gratuidad en su grado elemental.
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Tal como Filippo Grandi, Alto Comisionado de ACNUR señala, la educación es una de “las pocas oportunidades que tenemos para transformar y crear nuevas generaciones capaces de cambiar la suerte de decenas de millones de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo”.
Claro que es la educación la que va a diferenciar el impacto de las circunstancias que han tenido que sufrir niños y adolescentes refugiados en sus cortas vidas y, por supuesto, es a través de ella por la que adquirirán las habilidades, capacidades y conocimientos para “garantizar” la igualdad de oportunidades para conseguir un modo de vida digno. Pero si partimos del hecho de que no todas las personas tienen las mismas oportunidades, ¿dónde introducimos la palabra garantía?
Garantías para una persona refugiada pueden ser la comida, el agua, la sanidad primaria. Pero, ¿y la educación? Es de vital importancia pensar más allá de su mera supervivencia. Tanto su proceso en los países de acogida, como su vuelta a los países de origen, estarán condicionados por la formación que hayan podido adquirir, y que debe ser vista como herramienta fundamental en su búsqueda de oportunidades.
Conflictos armados como el de Siria, inseguridad económica como en Venezuela, causante del colapso y pobreza generalizada en el país, desastres naturales como el de Haití en el año 2008, persecución extrema, como sucede en más de 50 países en los que los cristianos son reprimidos por razón de su fe… Todos estos contextos provocan que las personas emigren de una forma forzosa para escapar de estas situaciones. Estos movimientos convierten a miles de personas en refugiadas y crean carencias y traumas indiscriminadamente a todas las edades, pero, especialmente, marcan la vida de los niños.
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La educación ofrece un espacio seguro en el que compartir y sanar con sus iguales, los cuales están pasando por situaciones de la misma índole. La educación no solo asegura que se aprenda a leer, escribir y contar, sino que también enseña a ser crítico, a debatir y a empatizar.
La pregunta es: ¿cómo se consigue el acceso a la educación entre los niños y adolescentes afectados por las crisis humanitarias?
Si en el mundo contamos con más de siete millones de niños refugiados, ACNUR cuantifica en más de tres millones a aquellos que están en edad escolar pero no pueden acudir a una escuela. Más de la mitad provienen de Chad, la República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Líbano, Pakistán y Turquía. Dos millones de adolescentes no acceden a la educación secundaria y más de 1,5 millones de niños no lo hacen a la primaria.
Según ACNUR el dato entre los niños refugiados es de menos del 50% de escolarizados de un total de 6.4 millones bajo sus alas. El porcentaje baja en la educación secundaria al 22% y se queda en un 1% en la educación universitaria.
¿A qué se debe esta falta de escolarización? En los países de acogida, al exceso de burocracia, falta de certificación o certificación no válida, así como el idioma del país. En el caso de los campos de refugiados a la carencia de fondos, infraestructuras y personal educativo cualificado, entre otros.
¿Cómo podemos paliar esta problemática? A parte de la evidente financiación necesaria, se recomienda que sea en los propios sistemas educativos nacionales donde se incluya el grueso de niños en edad de escolarización, tanto para seguir el plan de estudios adecuado en cada caso como para contribuir a la mejora de las relaciones con la población local.
La inclusión en los sistemas educativos nacionales es un reto. Es allí donde se debe conseguir amoldar los materiales y herramientas empleadas a las necesidades específicas de los niños refugiados en sus primeros años de adaptación. Tomemos como ejemplo en Cataluña: desde la guerra Ruso-Ucraniana, no solo se acoge y escolariza a los niños sino que se refuerzan protocolos, metodologías y personal para el caso.
La educación debe formar parte de la respuesta de emergencia en cualquier crisis migratoria. Establece un ambiente seguro para niños y adolescentes, imparte habilidades necesarias y fomenta su confianza.
Cuando no es posible que se incorporen a los centros del país de acogida es importante que haya aulas en los campos, una formación de profesores y que se pueda ayudar a las familias a costear los gastos.
En la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, se señala la educación como un elemento primordial de la respuesta internacional. Además, es uno de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, para poner fin a la pobreza y promover la prosperidad de aquí a 2030.
¿Cuánto tiempo vamos a dejar pasar sin que estos niños y adolescentes puedan adquirir la formación que les permitirá estar capacitados en su vida? ¿Cómo pretendemos que sean capaces de salir de la situación a la que han sido expuestos de una manera injusta, violenta y forzada? Todos los que formamos parte de la comunidad internacional tenemos algo que aportar para resolver este tema pendiente: la educación de los menores expatriados en la actual crisis de refugiados.
Ellos no pueden permitirse perder más tiempo de su presente y de su futuro.
Fuentes
- Guía sobre el derecho a la educación de las personas extranjeras mayores de dieciséis años by José Luis Rodríguez Candela (Coord.), Ángela Mendez Izquierdo (Coord). AA. VV (Andalucía Acoge)
- 3,7 millones de niños refugiados no van al colegio (eacnur.org).
- “Educación y refugiados: un futuro para niños y niñas” | eACNUR.
- “La educación de los niños refugiados no puede esperar” El País
- Guía Personas Que Se Mueven.org sobre la realidad de las personas migrantes y refugiadas. -Médicos del Mundo y Diputación de Zaragoza
- La Educación de los Refugiados| ACNUR (eacnur.org)
- Informe presentado por ACNUR Reforzando la Educación de los Refugiados en Tiempos de Crisis.
- Ver aquí.
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