Kusum: persecución, pandemia y provisión

Para Kusum, ser cristiana no ha sido fácil. Esta mujer de India fue acusada en 2016 de la muerte de su esposo simplemente por el hecho de seguir a Jesús.

Los insultos por parte de sus vecinos eran el pan de cada día, e incluso sus propios familiares la rechazaban. En una ocasión su suegro se acercó con un hacha con intención de asesinarla.

A pesar de todo esto, Kusum permaneció firme en la fe, orando y compartiendo el Evangelio.

La persecución que vive Kusum no es más que un reflejo de la situación actual de los cristianos en la India. Desde hace unos años, debido al incremente del nacionalismo hindú, los cristianos son rechazados, discriminados y perseguidos debido a su fe, sobre todo en las áreas rurales de este país.

Lo que para nosotros es una situación lejana y extraña, para Kusum es una realidad. Seguir a Cristo en su aldea puede costarle la vida.

Sin embargo, en medio de esta situación, el Señor no ha desamparado a su pueblo en India y este es testigo de su poder actuando de forma poderosa. En el caso de Kusum, Dios hizo el milagro en la vida de sus vecinos y familiares.

A pesar de la persecución que sufría de forma diaria, ella continuó orando por ellos un día tras otro. Ella sabía que todos estaban necesitados del amor de Jesús y que era su deber compartirlo e interceder por ellos delante del Padre. Al igual que con Saulo de Tarso, el Señor realizó el milagro y los corazones de aquellos que perseguían a Kusum fueron cambiados, tal y como ella misma relata:

“Mis suegros antes me perseguían, pero ahora creen en Cristo. Muchas veces venían a mi casa para matarme. Siempre solía orar por ellos. El Señor escuchó mi oración, y ahora ellos se han vuelto creyentes. Todos están viniendo a la fe excepto mi suegro, a pesar de que él también ha estado aprendiendo acerca de la fe cristiana. Incluso ahora me pide que ore por él”.

Además de la persecución a la que se ha tenido que enfrentar durante este tiempo, Kusum, al igual que millones de indios en todo el país, ha sufrido los estragos de la Covid-19.

Sin posibilidad de trabajar ni encontrar otro medio de sustento económico, Kusum se encontraba en una situación financiera muy compleja. Gracias a Dios, su familia y los colaboradores locales de Puertas Abiertas en su zona pudieron ayudarla:

“El trabajo se ha detenido. Mis condiciones financieras no eran buenas […] pero incluso en ese tiempo, Dios ayudó a mi familia y satisfizo todas mis necesidades. Mi padre y mi hermano solían traer todo lo que necesitaba. Incluso recibí apoyo por parte de los colaboradores locales de Puertas Abiertas. Ellos me han ayudado a empezar la tienda de víveres para mi sustento”, dice Kusum.

El tiempo de cuarentena no solo trajo dificultades económicas para Kusum, sino además una grave enfermedad:

“Durante el tiempo de cuarentena me puse muy enferma. Tenía una herida en la nariz y no podía oír con mi único oído. Incluso fui al hospital para recibir tratamiento, pero no me curé allí”, cuenta Kusum.

Kusum sabía que el Señor estaba con ella, y clamó y oró por su situación al igual que hacía y sigue haciendo por sus vecinos y familiares. No es coincidencia que la mayoría de las personas de la aldea de Kusum que han venido a la fe en Cristo estaban enfermas, y fueron sanadas después de haber ido a la iglesia.

El Señor escuchó sus oraciones y sanó a Kusum, tal y como cuenta ella misma: “Fui sanada a través de la oración”.

Pandemia, persecución, enfermedad, etc. Kusum sabe lo que es el sufrimiento y tener una vida difícil, sin embargo, también conoce la fe y la confianza que proporciona un Dios infalible y cuya fidelidad es absoluta. Es por eso por lo que no se rinde y sigue adelante pase lo que pase.

En estos tiempos de dificultad Kusum nos pide oración por su pueblo:

“La persecución todavía se mantiene en las aldeas cercanas. Los creyentes también están creciendo en mi aldea, por lo que la gente de las aldeas cercanas está incitando a la gente de nuestra aldea en contra nuestra”.

Kusum y sus compañeros creyentes llevan toda está presión ante el Trono de la Gracia. “En mi pueblo, hay una reunión de oración tres días a la semana, en la que todos los creyentes del pueblo se reúnen y oran por muchos temas. Cuando nos reunimos para orar, oramos por todos los cristianos que enfrentan persecución. Al mismo tiempo, les explico a todos esos creyentes que no importa cuánta persecución venga, tenemos que permanecer en la Palabra de Dios. Debemos estar preparados para enfrentar la persecución”.

Por favor ora por Kusum y por los hermanos de India en general que se enfrentan a las dificultades debidas a la persecución religiosa y la pandemia de la Covid-19.