Es imposible demostrar la ascensión de Cristo arqueológicamente, y los lugares que se han presentado se basan más en la tradición cristiana, pero como cristianos, por fe tenemos la promesa de que Jesucristo volverá un día.
La mención del evangelista Lucas sobre la ascensión de Cristo y la sucesiva tradición de los primeros cristianos es el mayor fundamento en cuanto a este evento. Lucas es el único evangelista que menciona la Ascensión (Lucas 24:50-53), y en Hechos de los Apóstoles especifica además que sucedió 40 días después de la Resurrección (Hechos 1:3), y en algún lugar en el Monte de los Olivos (Hechos 1:12).
En la época pre-Constantina los primeros cristianos se reunían en una cueva en el Monte de los Olivos para conmemorar la Ascensión de Cristo, ya que por causa de la persecución era más seguro reunirse clandestinamente. Este lugar se identifica tradicionalmente con la cueva que se puede visitar en la actual Iglesia del Pater Noster en el Monte de los Olivos. El programa de construcción religioso de Constantino se enfocaba en las tres cuevas relacionadas a los misterios de la fe; la cueva del nacimiento en Belén (Basílica de la Natividad), la tumba cerca de Gólgota (Iglesia del Santo Sepulcro), y la cueva en el Monte de los Olivos, la cual se relacionaba con la Ascensión. La iglesia que se construyó sobre esta última, bajo la dirección de Elena, fue visitada por el Peregrino de Burdeos en el año 333, y la describe con las palabras “una basílica extraordinariamente bella” en su Itinerario Burdigalense.
Poco después de la construcción de la iglesia se cambió el lugar de conmemoración de la Ascensión más arriba en el monte, donde hoy se encuentra la Capilla de la Ascensión. Egeria, peregrina hispanorromana que describió su viaje a Tierra Santa en la obra Viaje de Eteria, participó en la celebración litúrgica de la Ascensión en el año 384 en este nuevo lugar. La primera iglesia se construyó antes del 392 bajo la dirección de Poimenia, miembro de la familia imperial. Se conocía como Imbomon (gr. en el monte) y consistía de un edificio circular con varios pórticos y arcos, y el centro abierto al cielo.
[photo_footer]Reconstrucción de J. Wilkinson de la Capilla de la Ascensión del siglo IV (Imbomon). Está basada en la descripción de peregrinos bizantinos, un dibujo de Arculf (670), y excavaciones arqueológicas. / Murphy-O'Connor, J: 2008[/photo_footer]
Exceptuando algún elemento arquitectónico menor, actualmente no queda nada visible de esta primera iglesia que fue destruida por los persas en el 614 y reconstruida poco después.
El peregrino Arculf describe el edificio tras su visita a Tierra Santa en el año 670 de la siguiente manera:
“Allí hay una gran iglesia redonda, con tres pórticos abovedados en su interior. Ahora bien, el área central de esta iglesia redonda está abierta al cielo, sin tejado ni bóvedas… Pues, en este lugar…las huellas del Señor están señaladas y bien visibles en el polvo. […] la gente que entra…puede fácilmente acercarse al lugar del polvo santo, y llevarse algunas partículas.”
Tras su destrucción en el siglo X, un octágono pasó a sustituir la forma circular inicial del perímetro, en la reconstrucción en época de las Cruzadas (siglo XII). Además, se construyó un edículo central, también en forma de octágono. La restauración musulmana del 1200 preservó gran parte del edículo, añadiendo un tejado, y un mihrab en la pared meridional señalando en dirección a la Meca.
Esto es lo que se puede observar a día de hoy; la estructura principal de la capilla central (edículo) es de época de las Cruzadas, y se pueden identificar algunos elementos árabes de su última restauración. En el interior de esta capilla, en el suelo, hay un pequeño rectángulo enmarcando un pedazo de roca con una marca similar a la huella de un pie derecho. Se conoce como “la roca de la Ascensión” y es según la tradición, la marca del pie derecho de Jesús que quedó grabado en la roca tras ascender al cielo. Inicialmente también estaba la marca del pie izquierdo, pero esta sección se trasladó a la Mezquita de Al-Aqsa en la Edad Media.
[photo_footer]La roca de la Ascensión; según la tradición contiene la marca del pie derecho de Jesús que quedó grabado en la roca tras ascender al cielo. / Moisés López[/photo_footer]
A pocos metros de la Capilla de la Ascensión está el monasterio ortodoxo de la Ascensión. Según la tradición ortodoxa rusa es este el lugar de la Ascensión de Cristo. El convento y la iglesia se construyeron en 1870-1880. Como parte del conjunto se edificó también una torre de 64 metros de altura simbolizando la ascensión al cielo. Era el primer campanario cristiano en la ciudad de Jerusalén.
La iglesia del convento es del estilo neobizantino y está situada en medio de un patio. Detrás de la iglesia, a la derecha, hay una roca protegida por una valla azul. Esta es, según la tradición ortodoxa rusa, el lugar donde estaba la Virgen María cuando Jesús ascendió al cielo.
A pesar del testimonio de los apóstoles y los primeros cristianos es imposible demostrar la ascensión de Cristo arqueológicamente, y los lugares que se han presentado en este artículo se basan más en la tradición cristiana, que en evidencia arqueológica. Pero como cristianos podemos creer por fe, y por fe tenemos también la promesa de que Jesucristo volverá un día, de la misma manera que ascendió al cielo:
“Galileos ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo”. (Hechos 1:11)
Fuentes:
Murphy-O'Connor, J. (2008). The Holy Land: An Oxford archaeological guide from earliest times to 1700. Oxford: Oxford University Press.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o