El mayor consuelo de Pascua en 2021 puede resultar ser un Dios familiarizado con el sufrimiento.
¿Qué palabra usarías para describir la Pascua de 2021?
Se han cancelado los planes de viaje. Muchas iglesias permanecen vacías mientras los hospitales están llenos. Las reuniones familiares se reemplazan por videollamadas para asegurarse de que la abuela y el abuelo estén bien.
A medida que la pandemia de COVID-19 da un vuelco a la Pascua por segundo año consecutivo, gran parte de la humanidad continúa confinada o bajo diversas formas de reclusión. La alegría de las vacaciones de primavera ha dado paso al miedo, el aislamiento y el duelo por aquellos que hemos perdido.
En Italia, donde vivo, la Cuaresma de 2020 se caracterizó por camiones del ejército que transportaban difuntos y el Papa caminando solo en calles desiertas.
El fin de la pandemia aún no ha llegado y nos enfrentamos a otra Pascua triste y excepcional. Pero en el fondo de su carácter sombrío se esconde una oportunidad: experimentar circunstancias similares a las que dieron origen a esta festividad y que marcaron su historia.
La primera Pascua judía fue precedida por un cambio climático calamitoso. Las enfermedades en los animales y luego en los humanos, trastornaron la vida en el Antiguo Egipto. Nuestros cómodos confinamientos no se comparan con la esclavitud de los hebreos, pero podemos identificarnos con sus oraciones por la liberación.
En tiempos prósperos, nos contentamos con unas fiestas agradables. Pero en una temporada desprovista de rutinas y ritos, esta festividad nos ayuda a recordar el sufrimiento pasado y a procesar el nuestro.
Cuando los judíos comparten el pan de la aflicción y prueban las hierbas amargas del sufrimiento, "la historia se hace memoria mediante la recreación", según el gran rabino Jonathan Sacks, transformando el dolor de las generaciones pasadas en un medio para los tiempos presentes.
De manera similar, los cristianos han observado ecos sobrecogedores de la historia de Jesús en lo que ha sucedido recientemente en el mundo. "Ver esposas que no pueden realizar ritos o despedirse de sus maridos moribundos me recuerda cómo Jesús fue enterrado apresuradamente y las mujeres regresaron a la tumba para ungir su cuerpo", me dijo Gaetano di Francia, un pastor del norte de Italia.
Si los cristianos se sintieron tentados a mostrar un optimismo simplista en años anteriores, la pandemia del coronavirus obliga a los creyentes a abordar el sufrimiento colectivo de la humanidad.
“Nuestra inclinación natural es apresurarnos hacia la resurrección, pero esta Pascua es una oportunidad para detenerse en el Viernes Santo y no saltar inmediatamente al Domingo de Pascua”, compartió conmigo Sotiris Boukis, un pastor en Salónica, Grecia.
El mayor consuelo de Pascua en 2021 puede resultar ser un Dios familiarizado con el sufrimiento. En un mundo de infecciones y muertes exponenciales, momentos como el de Yahvé escuchando los llantos israelitas y del Padre llorando la muerte de su Hijo, pueden resonar más en el tiempo presente que el cruce del Mar Rojo o la tumba vacía.
Para los primeros seguidores de Jesús, las celebraciones de la Pascua en Jerusalén comenzaron con una multitud alegre, pero terminaron con una cruz desgarradora. En lugar de triunfar, se lamentaron; en lugar de un funeral, los discípulos se disolvieron y se encerraron, temiendo que la violencia que habían presenciado los visitara.
Lo que los visitó, según los evangelios, fue alguien: Jesús se paró entre ellos y dijo: "La paz sea con ustedes". Los discípulos estaban tan sorprendidos que Jesús pronto repitió esas palabras, dos veces.
La Pascua de 2021 no estará amenizada por búsquedas de huevos o reuniones entre familiares. En lugar de graduaciones y bodas, nuestra primavera estará marcada por el aislamiento y las implacables malas noticias.
Pero es precisamente en el duelo y el confinamiento que los creyentes pueden experimentar el poder de la sorpresa de la Pascua: la llegada de alguien que se encuentra con nosotros en reclusión y susurra: "La paz sea contigo".
René Breuel es el pastor fundador de Hopera, una iglesia en Roma, Italia, y el autor del libro La Paradoja de la Felicidad.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o