Cristianos: Perseguidos en su propia sociedad

¿Cómo es la vida de aquellos cristianos que son perseguidos y oprimidos en sus propios lugares de trabajo, en los colegios o universidades e incluso a la hora de acceder a recursos básicos como la sanidad o el agua potable?

Cuando analizamos el impacto de la persecución sobre el cristiano es importante entender como esta afecta la vida de la persona en sus distintas áreas.

Para la clasificación de los países en la Lista Mundial de la Persecución y el desarrollo de la misma, los analistas de Puertas Abiertas miden el nivel de persecución que sufren los cristianos en cada una de estas áreas a fin de poder tener una panorámica general de la situación de los cristianos en cada país concreto.

Una de las áreas analizadas es el ámbito social, el cual engloba el círculo más inmediato al familiar en la vida del cristiano. El ámbito social es la parte de la vida de la persona, en este caso cristiana, que tiene que ver con su relación con la comunidad y en la sociedad en general.

Estamos hablando de relaciones en el lugar de trabajo, en los lugares de estudios como escuelas o universidades o la hora de acceder a recursos tan básicos como podrían ser la sanidad, la comida o el agua potable.

Porque muchos cristianos, que viven en países en contexto de persecución, son atacados, discriminados y oprimidos por la comunidad en general en esta área concreta, con todo lo que eso conlleva.

Esto es una realidad para cristianos de países como México, donde los cristianos de ciertas regiones se enfrentan a la presión por parte de sus comunidades debido a su negativa a participar en ciertas tradiciones o ritos contrarios a las prácticas cristianas.

Angelina, una cristiana mexicana de 50 años, ha sufrido la persecución por parte de su comunidad de primera mano. Debido su condición cristiana y a su negativa a participar en las celebraciones tradicionales de la comunidad, le cortaron el suministro de agua de su propio hogar además de los servicios de tratamientos de residuos.

Esto no solo obligó a Angelina y su familia a andar casi un kilómetro cada vez que quisieran obtener agua potable, sino que los puso en riesgo extremo de contraer el Covid-19 debido a la imposibilidad de realizar las medidas básicas de higiene y prevención.

En muchos países de mayoría musulmana, la persecución y opresión de los cristianos en los lugares de trabajo y enseñanza es habitual.

Los niños son acosados y discriminados por ser cristianos en las escuelas y en los lugares de trabajo, una vez se descubre que la persona es cristiana, puede ser despedida directamente y condenada a trabajar en los empleos mas precarios, sucios o deshonrosos que haya, tal y como por ejemplo pasa en Pakistán.

Es importante, además, comprender como afecta esto de forma particular a las mujeres cristianas, en las que la presión de la comunidad puede provocar que sean secuestradas y forzadas a contraer matrimonio con total impunidad, algo muy común en países como Nigeria.

Allí las niñas cristianas de algunas zonas rurales del país son secuestradas y forzadas a casarse con hombres musulmanes. La batalla legal para poder recuperar a sus hijas es prácticamente una misión imposible para las familias que además de no tener el dinero para hacer frente al coste de contratación de un abogado, tampoco tienen el apoyo de una comunidad y una sociedad que les da la espalda.

Estos ejemplos no son más que una pequeña muestra de la realidad a la que muchos cristianos se enfrentan cada día, una muestra mucho más pequeña aún si tenemos en cuenta que hemos mencionado de forma muy breve un ámbito solo de los cinco existentes. Cinco ámbitos, cada uno de ellos con sus complejidades y formas específicas en las que son afectados por la persecución.

Sin embargo, si algo podemos sacar en claro de todo esto es la importancia de este trabajo de análisis e investigación.

¿Por qué es importante analizar y entender esto?

Porque la persecución no afecta como un bloque o un conjunto a todos los cristianos de un país por igual, ni a todas las áreas del cristiano de la misma manera. Ni si quiera afecta a hombres y mujeres en la misma forma o intensidad, a pesar de vivir en la misma sociedad.

Así que, una vez entendemos esto y desgranamos uno por uno los tentáculos de la persecución, podemos vislumbrar la manera de ayudar a nuestros hermanos perseguidos de forma específica y efectiva, mediante el apoyo económico a proyectos concretos que ayudan a fortalecer y cubrir las necesidades específicas de cada cristiano dependiendo de su contexto.

Además, esto nos da también la oportunidad de poder orar de forma mucho más precisa por las necesidades de nuestros hermanos que se enfrenta a la opresión y la violencia debido a su fe.

En definitiva, conocer más sobre las circunstancias de nuestros hermanos nos ayuda a ser mejores compañeros de oración.