Tu testimonio tiene mucho valor para Dios

Agradezco al Señor que, a lo largo de mi vida de creyente, y ya son 50, él siempre me ha estado llamando a tener presente que me llamó a dejar "las redes laborales" (técnico en telecomunicaciones), para trabajar para el avance de su reino.

Os digo, hermanos, que a Dios siempre le doy gracias por alentarme constantemente a seguir. También siento que él quiere que estimule a otros al amor y a las buenas obras, entre las que está, en primer lugar, el predicar el evangelio a toda persona. Así es que, pues aquí me tenéis, dando la tabarra con el Mapa de los pueblos sin iglesia, o los barrios de las grandes ciudades que tampoco tienen al menos una congregación de cristianos nacidos de nuevo.

Hace unos meses, por este mismo medio, os pedí que escribierais vuestro testimonio de conversión y me lo mandarais. Hemos tenido y creo que aún eso no ha cambiado mucho, un tiempo muy adecuado para coger papel y lápiz para escribir (incluso grabándolo en video) cómo llegaste a conocer al Señor como tu salvador. ¿Qué tal si cada creyente graba su testimonio, en unos pocos minutos de video y luego lo cuelga en su Facebook? ¿Te atreves o te da miedo, te da vergüenza? ¿Qué te puede pasar si no lo haces? Nada. ¿Qué puede pasar si lo haces? Mucho, porque alguien puede encontrar por fin lo que su alma le estaba pidiendo, pero nunca le había llegado la oportunidad. ¡¡Sé valiente para Dios, y recuerda esas palabras del apóstol Pablo "todo lo puedo en Cristo que me fortalece"!!

Creo que es una gran herramienta el testimonio personal de conversión, eso puede ayudar a los lectores a acercarse a esa experiencia. Cada testimonio es diferente y lo es porque cada vida también lo es y no todos sentimos o vivimos las mismas tragedias, sinsabores, decepciones o crisis. Pero una cosa es muy similar en todos los seres humanos y es que todos tenemos un alma y cuando esa alma no encuentra respuestas a sus inquietudes y vacíos, en alguna manera hará algún tipo de búsqueda de lo trascendente, de lo sobrenatural. Es entonces cuando, aquellas personas que lleguen a leer tu testimonio pueden ser despertada a la fe y empezar a pensar que también para él o ella, hay una respuesta en Dios.

Hay muchos, millones, de españoles que aún no conocen a Cristo y nosotros ya lo conocemos, seamos amorosos y sensibles a las necesidades de quienes viven sin haber encontrado todavía al Señor. Seamos en eso más que, en cualquier otra necesidad humana, solidarios. Porque muchas veces nos cuesta menos ser solidarios en dar de comer o vestir al necesitado y nos inclinamos por ese tipo de carencia, ayudando casi sin límite; pero, seamos como quiere el Señor y no solo como queremos nosotros. Él nos enseñó que, buscar el reino de Dios es prioritario y luego todas las demás cosas.

Porque las personas, unas de una manera y otras de otra, seguirán teniendo necesidades físicas (el Señor dijo una vez “a los pobres siempre los tendréis, pero a mí no siempre me tendréis”; pues eso, que recibir comida o ropa, siempre puede ser factible proveerla, pero predicar a Cristo no siempre será posible.

El tener la oportunidad de escuchar el evangelio de parte de otro creyente, eso para muchos, no siempre le será posible escucharlo y, sabiendo que la vida es breve, además nadie tiene el poder de evitar la muerte; entonces seamos diligentes y transmitamos el evangelio a cuantas más personas mejor, cada día mientras estemos vivos (Romanos 12:11. “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”.

Dios te bendiga.