A pesar de las pantallas, ojalá no perdamos nunca esa sensación de sobrecogimiento ante lo desconocido.
Según la UNESCO, más de 1.534,227,915 de estudiantes se ven afectados por el cierre de las clases durante la cuarentena que el COVID-19 impone en todo el mundo.
En poco más de un mes y medio, si contamos desde el 16 de febrero, hemos pasado de un sistema presencial y tradicional de aprendizaje a otro mucho más dinámico y moderno, el virtual y online.
El primero requiere de la presencia del docente y de los estudiantes en un mismo espacio físico; el segundo, no, aunque sí exige compartir un entorno digital. En este sentido, aunque las conexiones han mejorado mucho, no todo el mundo dispone de los recursos o herramientas mínimas necesarias: un ordenador actualizado, un escáner o impresora, una buena conexión a internet, u otros elementos más sencillos como un micro y unos buenos auriculares para interactuar online. No es extraño que el gobierno vaya a facilitar 20.000 líneas móviles que las Comunidades Autónomas harán llegar a las familias con menos recursos.
Aunque la enseñanza virtual y online se complementan, no son exactamente lo mismo. La virtual crea y gestiona un aula en internet. De este tipo es Google Classroom. A partir de la misma, el docente puede compartir materiales interesantes, enlaces, tareas, bibliografía y hasta un calendario que secuencia los temas del trimestre. Uno de sus aspectos más prácticos es que el grupo o la clase no necesita conectarse al mismo tiempo. Cada estudiante puede recibir en su correo electrónico las notificaciones nuevas, y gestionarlas en el momento que lo desee.
Por otro lado, la educación online se diferencia de la anterior en que añade el elemento del tiempo real, pues hablamos de clases online en directo. Estas clases son muy prácticas para resolver dudas y tener un trato más personal con el estudiante.
Sin embargo, en crisis como la que nos ocupa, se está dando un problema que puede parecer insignificante, pero no lo es. Si el padre y la madre teletrabajan, y sus hijos también, ¿cómo lo hacen si tienen un solo dispositivo? Si tengo una clase online en directo a las 10h que coincide con una videoconferencia de otro miembro de mi familia, ¿quién tiene prioridad? Parece que se impone llegar en la familia a un consenso que debe partir de la planificación que, dicho sea de paso, es difícil porque las crisis se caracterizan precisamente por los imprevistos, llámense problemas de última hora de un cliente, o peticiones inesperadas de informes por parte de una inspección, o finalización del plazo para el envío de una documentación que no sabíamos que había que entregar, etc. Cuanto mayor sea el número de miembros en la familia, y menor el número de recursos tecnológicos, más complicada será la situación. Por otra parte, hay que tener en cuenta que no es lo mismo el uso que puede hacer un estudiante preuniversitario, que el uso (acompañado por un adulto) que va a llevar a cabo un alumno de primaria. El primero interactúa solo, el segundo puede que no, con lo cual, el progenitor está obligado a recibir también la clase aunque no quiera.
Estos son algunos de los recursos que la UNESCO facilita para toda la enseñanza que se realiza a distancia, tanto virtual como online. Desde el gobierno español se ha facilitado también un banco de recursos. Internet ofrece miles de propuestas, pero corremos el riesgo de caer “infoxicados” si pretendemos seguirlas todas. Personalmente, recomiendo la propuesta de Aulas Abiertas, pues se actualiza según las necesidades educativas que detectan cada día. En cualquier caso, las herramientas deben ser eso, herramientas, es decir, un medio, no un fin en sí mismas.
En una ocasión, Pascal afirmó: “el silencio eterno de estos espacios infinitos me espanta”; y no se refería a internet, sino a la sensación de asombro ante las numerosas preguntas que no podía responder tras contemplar la naturaleza.
A pesar de las pantallas, ojalá no perdamos nunca esa sensación de sobrecogimiento ante lo desconocido; quizá solo así nunca dejaremos de aprender, aunque no tengamos todas las respuestas aquí y ahora.
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