¿Por qué muchos se disfrazan de Papá Noel?

En nuestro anterior artículo mencionábamos el origen primitivo y mitológico de ciertos símbolos que se sacan a relucir en las fiestas de fin de año ⁽⁰¹⁾. Es un hecho que en la Era de la Posverdad una persona no tiene derecho de prohibirle a otra nada que esta diga que le hace sentir bien; aunque sea un engaño, una inmoralidad o una herejía.

Es más, en muchos países ya es legal la enseñanza de la “ideología de género” a los niños de jardines de infantes y escuelas primarias y secundarias; pero, no ocurre lo mismo con otras creencias. Por esta causa, aunque todavía minoritario, el intolerante Movimiento LGBTIQ impone su típico autoritarismo para con los que no aceptan sus creencias. Exigen el respeto que ellos no han de dar; una actitud propia de quienes denominan ‘orgullo’ a creerse dueños de la verdad. 

Lo que llama la atención es que ignorando el valor de la autocrítica se autoproclamen ‘progresistas’, imponiendo estandartes propios de antiguas mitologías. Por eso, a los niños disfrazan de niñas y viceversa; les enseñan que pueden elegir ser lo que quieran.

¿QUIÉN QUIERE SER PAPÁ NOEL? 

Como lo describía en un artículo similar a este, son muchos los nombres con los que se conoce universalmente al personaje que simboliza la Navidad y trae regalos “a los niños que se portan bien”: Papá Noel, Santa, Santa Claus, San Nicolás, Colacho, Viejo Pascuero, Father Christmas, Pere Noel, Babbo Natale, Pare Nadal ⁽⁰²⁾. 

¿Dónde empezó esta tradición?

Se cuenta que hubo un obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Era una persona rica que decidió ayudar a quienes necesitaban ropa, alimento, educación, por lo que fue venerada en la Edad Media. Sus restos se conservan en la basílica de San Nicolás, Bari, Italia. Producto de esa veneración se fueron añadiendo a su historia elementos locales, según los países, que lo presentaron como conduciendo un trineo tirado por uno o más renos, los que le llevaban surcando los cielos en su reparto de regalos, lo que explica por qué es que podía cumplir con todos en una sola noche ⁽⁰³⁾. 

Al principio se lo vestía de verde, como Nicolás. Pero, a partir de 1931 la hoy poderosa Coca Cola lo adoptó como ícono de su empresa y popularizó los colores rojo y blanco que lo identifican con ella. En síntesis: este famoso personaje se ha convertido es un ícono del espíritu de consumismo, reinante especialmente en las últimas décadas.  

REFLEXIONES SOBRE LA IDEOLOGÍA SECULAR NAVIDEÑA 

Mientras en la escuela pública ya se enseña que podemos ser lo que queramos, en el hogar debemos enseñar que ninguna cultura puede remplazar al Diseño Divino.

Hemos de reconocer que, desde que nacemos, nos van incorporando automáticamente a costumbres generacionales ya establecidas, o a nuevos hábitos ‘progresistas’. Para no seguir ofendiendo a Dios, el Creador que nos hizo a su imagen y nos dio la capacidad de pensar, se requiere realizar un riguroso autoexamen de nuestra parte. Este hecho surge de una lectura seria de la Palabra Revelada por Dios. A lo largo del Antiguo Testamento leemos acerca de un Dios celoso de su pueblo a la hora de adorarle; que permanentemente le recuerda que es mejor obedecer a Sus mandatos y estatutos que seguir los dictados del propio y engañoso corazón. Pero, ese pueblo contumaz se dejaba invadir por las tradiciones y costumbres de los pueblos vecinos y de las tierras que Dios le permitía conquistar. 

Una de esas reiteradas desobediencias por las que Dios les amonestó a través de sus profetas y castigó vez tras vez, fue su inclinación a construir altares a Baal en las partes altas y boscosas ⁽⁰⁴⁾. Cuando dejamos de obedecer a Dios caemos fácilmente en los mismos pecados de los israelitas, haciendo ídolos de cualquier cosa; porque el corazón del hombre es idólatra por naturaleza en cualquier cultura. 

Nos hacemos un ídolo de todo: la mujer o el hombre que amamos; nuestros hijos, el pastor de nuestra iglesia, el equipo de fútbol del que somos fanáticos, cantantes de moda, trabajo, dinero, nosotros mismos. El síndrome del Edén, cuando Adán y Eva caen en pecado, es la desobediencia. Uno desobedece a alguien cuando obedece a otro (o a sí mismo). Dios nos manda obedecerle por nuestro propio bien; porque nos ama, al punto de habernos enviado a su Hijo Jesucristo para perdonarnos. A cambio, Él quiere nuestra total obediencia. No le basta que cumplamos con el programa de la iglesia, orar, ayunar, leer Su Palabra, ofrendarle nuestro dinero, tener el altar familiar, ser honestos y generosos; Él pide nuestro corazón, mente y voluntad. 

Puesto que su Hijo vino a redimirnos íntegramente; Él espera nuestra rendición íntegra y voluntaria a Él. Si no deseamos ser y hacer como todos los demás, nuestros principios deben ser coherentes con Su Palabra. El acto de apartar de nosotros prácticas culturales que invocan a Dios y a Jesucristo en vano, debe estar acompañado por los diarios actos de apartar de nosotros los pecados ocultos en nuestro interior. Y para esa tarea nadie está capacitado. Es el Espíritu de Dios el que lo hace ⁽⁰⁵⁾. 

Mientras las ideologías son impuestas de manera autoritaria por minorías retrógradas, el Evangelio es el poder de Dios que puede salvar a todo el que cree; sin importar su condición. “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” ⁽⁰⁶⁾.

En el próximo artículo veremos DM: 4. ¿Por qué se intercambian regalos en Navidad? 

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Notas

Ilustración: collage del autor, sobre el personaje más visto en los festejos navideños.

01.  http://protestantedigital.com/magacin/46011/El_LGBTIQ_rechaza_su_esencia_mitologica

02.  http://protestantedigital.com/magacin/12364/Navidad_lo_que_hay_detras_del_arbol_y_Papa_Noel

03.  La ciencia explica la leyenda de Papá Noel ¿Cómo puede Papá Noel entregar regalos a 700 millones de niños en una sola noche y no ser visto? La teoría de la relatividad lo explica: https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/la-ciencia-explica-la-leyenda-de-papa-noel-621481880043

04. Dice Jehová Dios de Israel: “Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí. A los baales sacrificaban, y a los ídolos quemaban incienso”. Oseas 11:2; “Extenderé mi mano contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén. Exterminaré de este lugar los restos de Baal y el nombre de los ministros idólatras junto con sus sacerdotes”. Sofonías 1:4; y el apóstol Pablo: “No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice la Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó ante Dios contra Israel, diciendo: ^‘Señor, a tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado; sólo yo he quedado y procuran matarme’? Pero ¿cuál fue la divina respuesta? «Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.’ Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.” Romanos 11:2-5.

05. Juan 16:7-11.

06. Romanos 1:16 -17.