Ayudando a los jóvenes a poder soñar

Las encuestas en EEUU han demostrado que el 84% de la población del país desea que se legalice la situación de los soñadores (los jóvenes indocumentados que están por perder su protección temporal). El presidente ha dicho que está a favor de legislación, pero luego la ha bloqueado. Los demócratas dicen que están dispuestos a bloquear los votos temporales sobre el presupuesto hasta que se tome en cuenta a los soñadores, pero no lo han hecho. Así que, parece que el 16% que está fuertemente en contra tiene el control del debate y del futuro de los DACAmentados, a lo menos por ahora.

El presidente ha comparado a los soñadores a los pandilleros centroamericanos (MS-13) e incluyó a familias que perdieron hijos a dicha pandilla en su discurso sobre el estado de la unión. (Dicho sea de paso, no incluyó a jóvenes soñadores en su discurso.) Un periódico estadounidense sacó una caricatura política en la cual se hace la misma comparación. Por otro lado, el presidente mencionó la realidad de que los jóvenes estadounidenses también tienen sueños.

Nos encontramos ante una situación en que los jóvenes pobres de EEUU son puestos en contraposición con los soñadores. Tristemente los dos grupos están sufriendo las políticas económicas de intereses globalizantes que han lastimado a las familias de los soñadores y de los jóvenes blancos pobres. Pero le conviene al sistema ponerlos unos contra otros, con la esperanza de que no respondan unidos a la situación común que les quiere quitar los sueños a los dos.

Las barreras que sienten los jóvenes pobres estadounidenses, y los jóvenes puertorriqueños, no se van a resolver con bloquearle los sueños a los DACAmentados. Todos estos jóvenes están sufriendo a manos de de un sistema económico cuyos intereses son la ganancia y no el florecimiento humano. Nosotros los mayores estamos empeñados en endeudar a nuestros hijos, haciendo de los intereses de los poderosos de esta generación una pesadilla para esos mismos jóvenes.

Es tiempo de soñar, de nuevo. Necesitamos retar a los demócratas a que tomen en serio su compromiso de apoyar a los DACAmentados, pase lo que pase. Pero también es tiempo de que se vote por un presupuesto nacional que favorezca a la la juventud de nuestro país y de los isla de Puerto Rico y no los intereses de los dueños de las fábricas de armamentos y de los recortes impositivos para los más ricos del país.

Si vamos a soñar con la justicia es tiempo de nombrar y confrontar la injusticia. Los jóvenes DACAmentados, los jóvenes pobres nacidos en este país y los jóvenes de la isla todos merecen poder soñar con un futuro esperanzador. Pero eso depende de nosotros. Es tiempo que nosotros los “ancianos” soñemos sueños a favor de la situación generación. La esperanza para todos los soñadores tiene que incluir una ley que legalice a los DACAmentados y un presupuesto que mejore los sistemas educativos y los sistemas de apoyo a los más vulnerables de nuestro país.

Es tiempo de soñar. Es tiempo de denunciar. Es tiempo de orar. Es tiempo de actuar. Es tiempo de anunciar que otro futuro es posible.